El sistema Vinalopó-Alacantí (provincia de Alicante) es un espacio caracterizado por la escasez de recursos hídricos y por un gran desarrollo de las aguas subterráneas, sobre todo, a partir de la segunda mitad del siglo XX. Estas aguas han permitido el abastecimiento de buena parte de los municipios de la provincia y de una agricultura muy avanzada, caracterizada por su eficiencia y productividad.
Con el objeto de paliar los graves problemas de sobreexplotación de las aguas subterráneas, el Plan Hidrológico de la cuenca del Júcar de 1988 previó la realización de un trasvase desde el Júcar al Vinalopó, ambos dentro de la misma Demarcación Hidrográfica. El trasvase fue aprobado por unanimidad, con el voto favorable de todos los afectados. Posteriormente, fue declarado de interés general por el Estado y sus obras se incluyeron en el Plan Hidrológico Nacional de 2001. De este modo, se le daba el mayor rango legal posible a un proyecto que tenía, entre otros, una clara orientación ambiental, puesto que el objetivo perseguido era el de la restauración del equilibrio hídrico perdido como resultado de la sobreexplotación de acuíferos en el río Vinalopó.
Desde hace varios años se viene produciendo una reducción en las superficies regadas del Vinalopó, fenómeno que está ligado a los importantes descensos producidos en los niveles piezométricos de las unidades hidrogeológicas de la zona, siendo estos descensos de hasta 80 metros en algunos sistemas de explotación. Si estos descensos persisten en el futuro pueden acentuar los problemas de insostenibilidad a medio y largo plazo, manifestada ésta por la reducción de calidad del recurso y por la pérdida de garantía para los abastecimientos urbanos que toman agua de estas unidades hidrogeológicas.
La conducción Júcar-Vinalopó es una infraestructura declarada de interés general del Estado. La llevó a cabo la sociedad estatal, ahora denominada Acuamed, contando con el respaldo de la Comisión Europea mediante una financiación con fondos FEDER de 120 millones de euros. El presupuesto total de la CJV supera los 330 millones de euros.
En Valencia, el 26 de marzo de 2007 se firmó el Convenio de colaboración entre Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Sociedad Aguas del Júcar, S.A. para la financiación y explotación de las obras de la Nueva conducción Júcar-Vinalopó, que preveían una transferencia de hasta 80 hm3/año de agua desde el bajo Júcar hasta la cabecera del Vinalopó. La actuación está en el catálogo de infraestructuras básicas del Plan Hidrológico del Júcar (PHJ), incluido en el RD 1664/1998 y declarada de interés general en el RD Ley 9/1998.
El objeto de este convenio es la mediación entre las partes en asuntos como la ejecución de las infraestructuras, su financiación y la recuperación de costes, el cobro de las tarifas de explotación y las de amortización, con una vigencia de 50 años. Se crea una Comisión de Seguimiento del Convenio que estará constituida por dos representantes de cada parte, de la CHJ y de la Junta Central Usuarios del trasvase Júcar-Vinalopó. El presupuesto, sin IVA, asciende según este documento a 303,3 M€. De ellos, en el esquema financiero, se establece que 120,1 M€ provendrán de fondos europeos y, el resto, sería financiado por AGUAS DEL JÚCAR, S.A., con fondos propios o con cargo a créditos. Posteriormente se recuperará la inversión mediante tarifas de amortización que abonará la CHJ y que deberá repercutir a los usuarios finales de la infraestructura.
El convenio regulador de 2007 entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Sociedad Aguas del Júcar, S.A. (actualmente ACUAMED) para la financiación y explotación de la Conducción Júcar-Vinalopó (CJV) se ve condicionado por la Adenda nº 1, noviembre de 2023, que trata de impulsar, con un horizonte inicial de 10 años, una puesta en funcionamiento constante que dé estabilidad a los usuarios de esta infraestructura. Lo hace atendiendo a la recuperación de costes, pero también a la Orden TED/157/2023, que fija un precio máximo al metro cúbico de agua y que incluye anexos que contempla nuevas infraestructuras para aumentar los recursos no convencionales para sustituir los extraídos de acuíferos, así como la implantación de placas fotovoltaicas para generar la energía necesaria en las impulsiones principales de la Conducción. A partir de enero de 2023, la tarifa de riego a satisfacer por los usuarios de la CJV será de 0,240 €/m3 (IVA excluido). Para conseguir este objetivo y mantener la estructura socioeconómica del Sistema de Explotación Júcar-Vinalopó (SEVA) es prioritaria la generación de energía fotovoltaica, así como completar la Conducción Júcar-Vinalopó y llevar a cabo la ejecución, según el PHJ, de las medidas que permitan sustituir extracciones por recursos no convencionales.
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Se pretende con el Convenio alcanzar una tarifa asequible para el regadío y contar con una “senda de suministro” que derive en una previsión de caudales con una tarifa media que empiece a compensar el déficit inicial y el impacto ambiental, incorporando a la cuenca todos los recursos posibles. Para ello, es necesario que exista un plan de explotación que asegure la reducción de las extracciones de aguas subterráneas.
Una vez concluido el proyecto de la Conducción desde el azud de La Marquesa (Júcar, Cullera, Valencia), los envíos de agua han sido esporádicos, de manera programada y tan solo por la margen derecha del río Vinalopó. Para lograr una plena explotación y lograr el objetivo de que todas las masas de agua subterránea afectadas por la sobreexplotación recuperen los niveles óptimos, es necesario completar las siguientes actuaciones:
- Obras del postrasvase del margen izquierdo del río Vinalopó. Se han adjudicado ya obras en dos fases diferenciadas que pretenden conectar las distintas localidades y comunidades de usuarios pertenecientes al SEVA con la infraestructura en sus puntos de entronque.
- Reparación de la Balsa de San Diego. De una capacidad de 20 hm3, este embalse situado al final de la infraestructura ejecutada se encuentra inservible por distintas filtraciones que impiden su uso. Aunque los caudales pueden seguir llegando a los usuarios finales sin entrar en la balsa, se perdería su función reguladora y de almacenamiento, lo que impediría contar con un volumen de reserva para épocas en las que no hubiese disponibilidad de agua en el azud de La Marquesa.
- Ejecución de las plantas solares fotovoltaicas. Se asocia una planta por cada una de las estaciones de bombeo que impulsan el agua desde Cullera (Valencia) hasta Villena (Alicante). Se instalarán en las estaciones de Panser, Llanera y Moixent como ubicaciones principales, aunque también se estudia el emplazamiento para construir otra en La Marquesa. Se estima que las tres principales plantas estarán en funcionamiento en el año 2027. De esta manera se conseguirá una notable reducción de los costes energéticos y así compensar las pérdidas sufridas en los primeros años de funcionamiento. El presupuesto para estas instalaciones es de 97,6 millones de euros, de los que 80 proceden de fondos europeos.
Con la conducción ya ejecutada, a falta de concluir el Postrasvase en su margen izquierda y dado que existe una importante subvención de fondos europeos y la posibilidad real de aumentar los caudales a transferir, la reparación de la balsa de San Diego se muestra como una pieza trascendental para el futuro cercano.
El avance del proyecto está asegurado con la puesta en marcha de los tramos I y II del Postrasvase Júcar-Vinalopó, con una inversión conjunta de 33 M€, lo que permitirá mejorar los sistemas de riego de 30.000 ha de los municipios de Agost, Elche, Novelda, Petrer y Monforte del Cid; las obras del Tramo I que evolucionan a buen ritmo; y la adjudicación de las del Tramo II para que su ejecución se realice en paralelo, van a permitir que la infraestructura esté operativa en el verano de 2026. Además, recientemente, el Presidente de la Generalitat, Carlos Mazón ha anunciado nuevas inversiones por valor de 40 millones de euros, para avanzar en las obras del Postrasvase Júcar-Vinalopó.
En febrero de 2024, la Confederación Hidrográfica del Júcar, autorizó el trasvase de un volumen máximo de 15.660.023 m3 del río Júcar, procedentes de recursos superficiales no asignados, generados en afluentes situados aguas abajo del embalse de Tous, a través de la toma sita en el azud de La Marquesa, en término municipal de Cullera (Valencia), y por medio de la Conducción Júcar-Vinalopó llegaron hasta el punto de entrega situado en el encuentro de la conducción anterior con la Conducción General de la Margen Derecha del Postrasvase. El nuevo impulso al Trasvase Júcar-Vinalopó hace albergar esperanzas de que el envío de caudales aumente en los próximos años y que la conducción Júcar-Vinalopó se vaya normalizando. De esta manera se podrá cumplir el objetivo para el que fue diseñada: contribuir a la reducción de la sobreexplotación de los acuíferos del Alto y Medio Vinalopó, a la vez de que consolida una riqueza agraria creada y miles de puestos de trabajo. Cuando llegue ese momento estaremos ante una infraestructura que cumple con los tres principios básicos de la sostenibilidad: ambiental, económica y social
Inmaculada López Ortiz es directora de la Cátedra del Agua UA-Diputación de Alicante