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El termómetro de 2018: así les fue el año a 22 de los políticos valencianos más relevantes

30/12/2018 - 

VALÈNCIA. El año que queda atrás ha tenido todos los aditivos para ofrecer un interesante panorama político previo a las elecciones autonómicas y locales de 2019. El vuelco en el ámbito estatal con la moción de censura exitosa del socialista Pedro Sánchez frente a Mariano Rajoy fue, sin duda, uno de los acontecimientos que ha marcado este ejercicio también en el plano autonómico. Al margen de que ese hito provocó un inédito proceso de renovación vía primarias en el PP, también cambió la relación que mantenían los gobiernos regionales con el Ejecutivo central. Por si fuera poco, el año ha concluido con unas elecciones en Andalucía que han arrojado un resultado absolutamente inaudito que también ha tenido un profundo impacto estatal.

Estas han sido algunas de las causas que, además de las propias circunstancias autonómicas y locales, han afectado a los políticos valencianos. Como cada año, la redacción de Valencia Plaza elabora su particular termómetro con el que mide la temperatura de 22 políticos destacados de la Comunitat Valenciana. 

Los dirigentes 'on fire' son los que poseen un color intenso y ocupan un puesto de calor por haber cerrado un ejercicio positivo y con buenas perspectivas de cara a 2019. En la zona más templada se encuentran los dirigentes que han sufrido alegrías y decepciones de forma más equilibrada o simplemente han atravesado un año sin demasiadas novedades en sus circunstancias. En los puestos azulados más fríos se hallan políticos que, en líneas generales, han perdido enteros respecto al inicio del año o que, en algunos casos, han terminado el ejercicio con malas sensaciones de cara a 2019. En blanco y negro, figuran los que han tenido atravesado un año pésimo o con situaciones para olvidar. Para bien o para mal, estos son 22 de los protagonistas políticos del año de Valencia Plaza.

1. José Luis Ábalos (PSPV-PSOE). El dirigente socialista repite como político valenciano más 'on fire'. Si el año pasado obtuvo este honor por auparse a la Secretaría de Organización del PSOE tras ser uno de los generales en la épica victoria de Pedro Sánchez, en este ejercicio fue uno de los artífices estratégicos de la exitosa moción de censura que terminó con el mandato de Mariano Rajoy. Su premio, convertirse en Ministro de Fomento y, no menos importante, seguir manteniendo su puesto en Ferraz.

2. Ximo Puig (PSPV-PSOE). El presidente de la Generalitat ha tenido un gran año. Sin apenas sobresaltos de gravedad en la gestión y tampoco sin hacer demasiado ruido, ha consolidado su figura presidencial y ha templado gaitas con Madrid. Ninguna encuesta ha indicado que no volvería a ser presidente y, en casi todas ellas, se apunta a unos resultados al alza de su partido. Con la llegada de Sánchez a La Moncloa, ha recibido algún guiño como la condonación de la deuda de La Marina y la promesa de un 10% de inversiones en los PGE. Ahora bien, el bloqueo en la reforma de la financiación y la posibilidad de una irrupción de Vox al estilo andaluz, dos sombras que planean para 2019.

3. Isabel Bonig (PP). El año no pintaba especialmente bien para la presidenta regional del PPCV. El Botànic no se desgasta tan rápido como la líder popular necesita y su formación tampoco termina de sacudirse los casos de corrupción en los tribunales que zancadillean su recuperación. A todo ello hay que sumar que Bonig y su entorno no apoyaron a Pablo Casado en el proceso de primarias del PP. No obstante, las elecciones andaluzas han insuflado grandes dosis de ánimo y esperanza a Bonig. Aunque la Comunitat tiene circunstancias muy distintas, no es descabellado pensar que Vox pudiera irrumpir en Les Corts y eso le diera opciones a la dirigente popular para sumar los apoyos necesarios para ser presidenta. Al margen de esta posibilidad, la caída de Rajoy le ha regalado a Bonig artillería pesada contra Puig, dado que Pedro Sánchez tendrá apuros para complacer las necesidades valencianas.

4. Toni Cantó (Cs). El diputado nacional ha aterrizado de nuevo en València con la cercanía de las elecciones autonómicas y locales. Aunque no se ha concretado oficialmente, todos dan por hecho que será el candidato a la Generalitat de Ciudadanos. Ha sido un buen ejercicio para el actor y parlamentario, quien ha mejorado en sus prestaciones como político -cometiendo menos errores- y se ha consolidado como uno de las piezas clave para Albert Rivera. A ello hay que añadir el viento de cola que tiene ahora la formación naranja por el buen resultado de Andalucía. Puede ser el año clave para la carrera política de Cantó.

5. Ana Barceló (PSPV-PSOE). La dirigente alicantina fue la elegida por Ximo Puig para sustituir a Carmen Montón en la Conselleria de Sanidad. Hasta el momento, en el PSPV y en el Gobierno valenciano hay unanimidad: la elección ha sido un acierto. La también diputada ha trasladado la eficiencia y discreción de la que hacía gala en Les Corts a los despachos de Sanidad. De hecho, no son pocos los que consideran que puede tener continuidad en el Ejecutivo. Un buen año para Barceló que ha dado el salto a la primerísima línea política con éxito.

6. Luis Barcala (PP). Sin duda otro dirigente que no olvidará 2018 es el alcalde de Alicante. La caída del socialista Gabriel Echávarri, investigado por el despido de una interina -cuñada de Barcala- y también por un supuesto fraccionamiento de contratos, y la incapacidad de la izquierda para conseguir un acuerdo, permitieron al PP recuperar la alcaldía gracias a la tránsfuga de Podemos Nerea Belmonte. Si bien es cierto que lo ideal es ganar en las urnas, esta Alcaldía le ha sabido a gloria al PPCV y, sobre todo, a su protagonista, quien además acertó de pleno en el proceso de primarias nacionales apoyando a Pablo Casado.

7. Toni Gaspar (PSPV-PSOE). Otro que ha terminado el puesto en un cargo superior al que se encontraba es el actual presidente de la Diputación de Valencia. Cierto es que el dirigente socialista no hubiera deseado este ascenso, dado que se produjo a raíz de la detención de su compañero y amigo, Jorge Rodríguez, debido a la investigación sobre algunas contrataciones de altos cargos en Divalterra. Pese a estas circunstancias, es indudable que 2018 ha sido un año en el que Toni Gaspar ha salido revalorizado como político y con opciones de mantener este estatus en el año que entra.

8. Rubén Martínez Dalmau (Podem). El flamante candidato a la Generalitat de Podem ha tenido un año intenso e interesante. En su día diputado nacional de la formación morada, había dejado la primera línea política para centrarse en su actividad docente y sus colaboraciones en Sudamérica. Sin embargo, decidió aceptar la propuesta del líder de Podem, Antonio Estañ, para tomar la responsabilidad de ser el cabeza de lista para el Consell. Puesto que se ha ganado además con una victoria en primarias, pasando así de la reserva a la primera línea y con una campaña electoral por delante.

9. María José Catalá (PP). La diputada del PP y exconsellera ha disfrutado de un buen año político. Pese a no ser uña y carne con la líder regional, Isabel Bonig, la dirigente popular ha sabido hacer su espacio y mantener un nivel de protagonismo más que aceptable, siendo uno de los activos más importantes del partido en la tarea de oposición. Además, una vez más, su nombre ha estado en el candelero como posible candidata a la Alcaldía de València, puesto para el que todavía opta y se decidirá en los próximos días. Termine siéndolo o no, la sensación es de que Catalá ha tenido un año de consolidación como una política con estilo y espacio propio. Guste o no, resulta útil al PP.

10. Sandra Gómez (PSPV-PSOE). La vicealcaldesa y líder del PSPV en València ha tenido un año esperanzador para sus intereses. Consiguió en febrero imponerse a la concejal Maite Girau, afín a Ábalos, por la Secretaría General en la capital y, posteriormente, fue proclamada candidata a la Alcaldía esta vez sin oposición. Además, los distintos sondeos publicados sobre el Cap i Casal indican una mejoría de los socialistas. Así pues, y a la espera del veredicto de las urnas en mayo, Gómez puede permitirse soñar.

11. Clara Ferrando (Compromís). La secretaria autonómica de Hacienda irrumpe en la lista en un puesto templado. Tal y como informó Valencia Plaza, en los planes de la dirigente de Compromís está presentarse a las primarias para el Ayuntamiento de València con el objetivo de convertirse en la 'número dos' de la candidatura que liderará Joan Ribó. A falta de que lo logre -si bien apunta a tener fuertes apoyos en el Bloc-, Ferrando, aunque con ciertos encontronazos con sus compañeros socialistas en Hacienda, ha conseguido el protagonismo que se le requería en su departamento. 2019 puede ser un año de crecimiento.

12. Mónica Oltra (Compromís). La vicepresidenta del Consell se sitúa en la zona templada de la tabla: ni frío ni calor. Un hecho que no resulta especialmente positivo para la líder de Compromís dado que en breve habrá elecciones y la coalición necesita un impulso para rebasar al PSPV si quiere la Presidencia de la Generalitat. En cuanto al balance en sí, y como ya ocurriera el pasado año, a Oltra se le ha visto pasar ciertos apuros por las exigencias de gestión en su conselleria y da la sensación de que ha perdido cierto 'punch' para los medios nacionales. Si mejora estas dos cuestiones, habrá partido en las urnas.

13. Joan Ribó (Compromís). El alcalde de València ha tenido un año más bien tranquilo, aunque eso no contiene en este caso connotaciones necesariamente positivas. Compromís logró la vara de mando con nueve concejales de 33 posibles, unos números que no deberían invitar a la relajación de la coalición. La gran incógnita es si Ribó mantiene la habilidad para que sean los concejales los que absorban los golpes derivados de la gestión o si su imagen -o la de la marca- paga el desgaste de gobierno. Ahora bien, ningún sondeo ha señalado un ascenso que permita decir que Compromís está aprovechando la Alcaldía. Por eso, algo más de frío que de calor para Ribó.

14. Luis Santamaría (PP). El diputado del PP ha tenido un año de contrastes. Primero, pagó el deterioro de su relación con Isabel Bonig, quien decidió no promocionarlo tras haberle apoyado para ser presidente de la Gestora de València. Luego, no obstante, Santamaría maniobró con éxito respaldando a Pablo Casado y otorgándole la victoria en el Cap i Casal en las primarias. No obstante, no parece que eso haya sido suficiente para lograr la confianza para ser el candidato a la Alcaldía tal y como era su deseo. Así pues, y a falta de que se resuelva ese puesto y ver en qué lugar queda el diputado, se le otorga un puesto templado aunque con cierta frialdad debido a las propias incógnitas por despejar.

15. Fernando Giner (Cs). Las buenas vibraciones que desprende Ciudadanos tras Andalucía son motivo de optimismo para el portavoz municipal de València, aunque no puede decirse que haya tenido un año especialmente destacado. Ningún sondeo ha terminado de señalar a Cs como el partido dominante en el Cap i Casal y sigue sin estar acreditado que Giner le haya conseguido arrebatar el espacio a un PP cuyo grupo municipal está gravemente dañado por la imputación de nueve de sus diez concejales. Este mismo año, algunas voces del partido han dudado internamente de su candidatura a la Alcaldía y se da por hecha la entrada de la fallera mayor Rocío Gil en la lista para tratar de apuntar la candidatura, un nombre que no ha partido de Giner. En resumen, 2019 podría ser su año y convertirse en alcalde, pero 2018 no lo ha sido.

16. Vicent Marzà (Compromís). El conseller de Educación sigue siendo un referente en el Bloc, donde su posición es innegablemente sólida y tiene una proyección de liderazgo evidente. No obstante, Marzà ha continuado siendo en 2018 -y seguirá así hasta elecciones- el epicentro de las críticas de la oposición, además de las tensiones derivadas de las decisiones del TSJCV sobre sus políticas. Quizá en la formación nacionalista deban reflexionar, si continúan gobernando, la conveniencia o no de situar a uno de sus principales activos en una cartera que implica tanto desgaste. La hoja de ruta de PP y Cs es clara: comparar cualquier política de Marzà con las aplicadas en Cataluña y terminar relacionándolo con el caldo de cultivo de un hipotético y futuro independentismo valenciano.

17. Antonio Estañ (Podem). El secretario general no ha podido repetir el buen año que tuvo en 2017 merced a su victoria en las primarias de la formación morada. El mandato no está siendo fácil para Estañ, quien ha preferido impulsar como candidato a la Generalitat a Rubén Martínez Dalmau y permanecer en un segundo plano. Precisamente la victoria de su aspirante en las primarias ha sido una de las pocas alegrías, puesto que tampoco ha podido situar a demasiados de sus afines en puestos cabeceros de las listas a Les Corts y los 'pablistas' han dominado las candidaturas al Congreso. A todo ello hay que sumar el futuro incierto para Estañ una vez concluya la legislatura, dado que quedará como líder del partido pero sin presencia en la cámara tras haber renunciado a presentarse. Así, salvo que se reedite el Botànic y pudiera ocupar algún lugar de gobierno, Estañ  apunta a tener un perfil meramente orgánico en 2019.

18. Mari Carmen Sánchez (Cs). La portavoz de la formación naranja en Les Corts ha mejorado sus prestaciones como síndica pero tampoco ha tenido un año especialmente afortunado en su tarea de consolidación. Así, pese a que no se ha descartado incluso para las primarias como candidata a la Generalitat, no parece que en el partido tenga los suficientes apoyos para plantar cara a Cantó si este diera el paso apoyado por Rivera. Así pues, todo apunta a que Sánchez no ha aprovechado el año del que ha dispuesto para convencer a la dirección de Cs de que podría ser una buena candidata.

19. Enric Morera (Compromís). El presidente de Les Corts se ha enfrentado en este año a la desagradable experiencia de tener que dar explicaciones respecto a una posible financiación irregular del Bloc en su etapa de líder de la formación nacionalista, si bien la causa sobre este partido no avanzó en los tribunales -de haber delito estaría prescrito-. Al margen de esto, el futuro de Morera es incierto y hay voces en Compromís que verían acertado un relevo en la Presidencia de Les Corts si se reedita el Pacto del Botánico con las mismas mayorías.

20. Juan Carlos Moragues (PP). El ex delegado del Gobierno fue una de las víctimas colaterales de la moción de censura de Pedro Sánchez sobre Mariano Rajoy. Un mal año en el ámbito político para el también exconseller, que de golpe y porrazo vio como concluía su mandato y tenía que regresar a su puesto de funcionario en la Agencia Tributaria para ser sustituido por el socialista Juan Carlos Fulgencio. Así, Moragues, que había irrumpido en política en 2012 como fichaje de Alberto Fabra, tuvo que dejar esta aventura por el repentino vuelco estatal.

21. Carmen Montón (PSPV-PSOE). La exconsellera ha atravesado un 2018 que pasó de sueño a viacrucis. Tras ser nombrada ministra de Sanidad por Pedro Sánchez, Montón terminó dimitiendo tras las informaciones referidas a un posible trato de favor en un máster de la Universidad Juan Carlos I, así como del plagio de parte del trabajo final. La causa fue archivada recientemente y Montón espera -y en ello viene trabajando- ser restituida de alguna manera. Algo que podría ocurrir dado que no hay ilegalidad y puesto que, al parecer, no resulta tan grave o importante para el PSOE que plagiara o no su trabajo.

22. Jorge Rodríguez (PSPV-PSOE). El alcalde de Ontinyent ha pasado, sin duda, uno de los años más duros de su vida tanto personal como política. El 27 de junio fue detenido junto a varios miembros de su equipo por la Udef, que le condujo a varios registros y terminó haciéndole dormir en el calabozo. El caso, que sigue en secreto de sumario, estaría relacionado con unas contrataciones de altos cargos en Divalterra. La detención tuvo como consecuencia su adiós a la Presidencia de la Diputación de Valencia y su pérdida de cargo en la dirección socialista. Ahora, a falta de conocer detalles sobre la investigación, el partido sí le ha permitido optar a ser el candidato para la Alcaldía de Ontinyent.

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