ALICANTE. John Sanderson, director académico del máster en Arte Dramático de la Universidad de Alicante, tradujo al castellano hace veinte años la obra The changeling (El trueque), escrita en 1622 por Thomas Middleton y William Rowley. Trabajo que realizó para el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, ya que se trataba de la única pieza de teatro del Romanticismo inglés ambientada en la ciudad de Alicante, con la basílica de Santa María y el Castillo de Santa Bárbara como escenarios principales. Ahora, 400 años después, será el proyecto con el que el Teatro Principal de Alicante conmemorará su 175 aniversario. La primera producción propia del coliseo, que se estrenará el 17 de noviembre.
Que sea su primera producción propia, en coproducción con el master de la UA y la compañía Ferroviaria, ya es un hito en sí mismo para el teatro alicantino, que destinará 20.000 euros a este proyecto artístico en el que se incluye una residencia escénica con el equipo técnico y artístico para realizar los ensayos, así como un seminario sobre los autores del texto original, que se celebrará en la víspera del estreno nacional. Un hito para conmemorar otro hito, como es el hecho de celebrar los 175 años del propio Teatro Principal de Alicante. "Un edificio que ha cumplido todos estos años formando parte de la ciudad y que constituye un símbolo, como los monumentos en los que transcurre la obra", afirmaba Mª Dolores Padilla, subdirectora del teatro, durante la presentación a los medios de comunicación, este lunes, 9 de mayo, del estreno nacional de El trueque. "Se ha conjugado todo y es un sueño hecho realidad", afirmaba Sanderson.
El sueño de Sanderson se cumple dos décadas después de que The changeling llamara su atención y la tradujera. "En mi cabeza siempre estaba llevarla a escena", confiesa, aunque esperó, porque quería hacerlo coincidir con este doble aniversario. Entre tanto se ha topado con alguna que otra obra inspirada en ese texto. En 2006, la compañía inglesa Cheek by Jowl, dirigida por Declan Donnellan, trajo a España la gira de esta obra con el mismo título que él le dió: El trueque. Montaje en el que participaba el actor Jim Hooper, ahora profesor del máster de la UA, quien impartirá clases al elenco de la producción alicantina. Además, vio que Fernando Fernán Gómez había dirigido en 1973 Los lunáticos, con el actor Juan Diego y la actriz Emma Cohen, inspirada en la pieza de Middleton y Rowley debido a las grandes similitudes que guarda con ella.
Cuando ambos dramaturgos ingleses escribieron The changeling se basaron en The triumphs of God's revenge (Los triunfos de la venganza de Dios), escrita en prosa un año antes por John Reinolds. "Describía cosas que parecían de aquí, así que investigué en los archivos del Reino de Valencia y descubrí que Reinolds había estado en Alicante escribiendo textos con localizaciones similares", explica Sanderson. Algo que usarían después Middleton y Rowley para su obra, la cual se respetó íntegramente en su traducción. "No añadí ni una sola palabra nueva, pero ahora sí se han eliminado algunas partes para acortar la duración de la representación y nos hemos ceñido a resaltar lo eminentemente alicantino", explica.
Pero, ¿por qué transcurre en Alicante? El autor de la traducción explica el contexto. Reinaba Jacobo I en Inglaterra, una época dorada para la literatura con grandes escritores como William Shakespeare, John Donne, Ben Jonson o Francis Bacon, a los que el rey patrocinó. Un momento en el que también se producía un enfrentamiento entre dos confesiones religiosas: catolicismo y luteranismo. La iglesia inglesa (luterana) y la española (católica) estaban en contra del matrimonio entre el príncipe Carlos, hijo de Jacobo, con la infanta española María Ana, hija de Felipe III, por sus diferentes confesiones cristinas. Mientras tanto, aquí, en Alicante, Reinolds presenciaba la polémica que había suscitado el nombramiento de la concatedral de San Nicolás como colegiata, en detrimento de la basílica de Santa María, la iglesia de más antigüedad en la ciudad. Dos polémicas que el dramaturgo decidió unir en su obra.
Las referencias a las crisis religiosas y la doble visión luterana/católica sobre la imagen y la no imagen hacen de metáfora para este drama que se desarrolla con "personajes vengativos en situaciones límites del comportamiento humano", describe Paco Macià, director de la adaptación, quien también destaca de la obra cierto humor negro, "una capacidad de crear humor con la tragedia". Montaje que, según explica, contará con siete actores y actrices, en cuya elección ha primado que el elenco fuera "alicantino y con un contrastado currículum". Un equipo que finalmente se ha confeccionado con Iván Gisbert, Pollux Hernúñez, Eloísa Azorín, Kike del Río, Diego Juan, Paco Peraile y Raquel González. La escenografía correrá a cargo de Luis Crespo y el diseño de iluminación lo realizará el alicantino Juanjo Llorens.
El ambicioso proyecto abordado por el Teatro Principal, el máster de Arte Dramático de la UA y la compañía Ferroviaria pretende girar por todo el país con esta coproducción. Sin embargo, no se ve solo como una representación puntual, sino que se considera algo con mayor capacidad de desarrollo. "Esta iniciativa puede dar pie a otras iniciativas profesionales, dando lugar a que se establezca una industria", afirmaba Maciá. Un proceso que, según afirma, debe abarcar a toda la ciudad porque "refleja muchos elementos constatables que revalorizan la autoestima de la ciudad dando una visión poética del entorno". Una producción propia que es ocasional, pero que puede ser el inicio de otras más, según deslizó Padilla. "Comenzar es importante", sentenció. Incluso se plantean realizar colaboraciones con el área de Turismo del Ayuntamiento de Alicante para desarrollar iniciativas in situ con las que se ensalcen los monumentos que aparecen en la obra.
Un poderoso señor alicantino quiere casar a su hija con un noble al que ella no desea, pues está enamorada de otro caballero al que acaba de conocer. Para truncar los deseos de su padre, requiere de los servicios de un criado deforme para que solucione el problema con falsas promesas. De esta manera, lo que en un principio parece un simple juego de enamoramientos y engaños acaba convirtiéndose en una dura historia de pasiones y traiciones que convergen en un brutal desenlace. De la misma manera que en el texto de Middleton y Rowley, la historia cuenta las consecuencias de un comportamiento de abuso de poder, ambición y lujuria que desemboca en la eliminación de quienes se oponen a los objetivos de los protagonistas. Asimismo la sociedad actual, individualista y narcisista, se mueve en una huida hacia adelante olvidando la ética personal y la empatía hacia los demás, buscando beneficios, caiga quien caiga, en las esferas del poder, del dinero o de un sexo promiscuo y sobrevalorado.