ALICANTE (AP). La centralización de la gestión de las emergencias sanitarias en València con el cierre del Cicu de Alicante y de Castellón el pasado 11 de enero ya ha provocado las primeras disfunciones del servicio en la provincia, según denuncian este miércoles el Sindicato Médico CESM y el PP. Hasta el punto de que una unidad Samu llegó tarde a atender una emergencia en la pedanía ilicitana de La Marina porque la centralita movilizó al Samu de Elche, que en realidad estaba a 30 kilómetros del suceso, en lugar de al de Rojales, a solo 7 kilómetros.
Desde el sindicato médico explican que el suceso se registró en la guardia de Samu del sábado 8 de abril al domingo 9 de abril, cuando "se recibió una llamada al 112 a las 3 de la madrugada de un residente en la pedanía de la Marina (en el término municipal de Elche), en la que una mujer solicita ayuda porque su marido se encuentra inconsciente y respirando mal". El Cicu centralizado en València "moviliza al Samu de Elche, a 30 kilómetros de distancia del evento, que tarda en desplazarse 25 minutos". Cabe destacar que para llegar a La Marina "tiene que atravesar poblaciones con carreteras locales y badenes que impiden la conducción rápida."
El resultado, según el sindicato, "fue de paciente fallecido al llegar la unidad al lugar del incidente". La organización critica que "se decide desde el Cicu llamar al Samu de Elche en vez del de Rojales, distante menos de 7 kilómetros y en línea recta, con lo que el desplazamiento habría sido de máximo 5 minutos, a pesar de estar esa unidad de SAMU desocupada en esos momentos". Así, consideran que "el resultado de la actuación podría haber sido distinto". El CESM insiste en que "los compañeros del Samu nos indican que el principal motivo para oponerse a la centralización era vivir situaciones como la que se ha producido". Una incidencia, la de movilizar al Samu menos próximo, que "se ha producido ya en varias asistencias".
Tras denunciar los hechos el sindicato, el portavoz de Sanidad del Partido Popular en Les Corts, José Juan Zaplana, ha lamentado que la nueva organización de las emergencias “impuesta por Ximo Puig”, y por la que se suprimió el centro de coordinación de emergencias de Alicante, “está sembrando el caos en la provincia y cobrándose ya vidas por el retraso en la atención de las urgencias”.
“Hoy mismo acabamos de ver el último episodio de este despropósito, al enviar Valencia a una urgencia en la pedanía de La Marina una ambulancia que estaba a 30 kilómetros de distancia, teniendo otra a tan solo 7 kilómetros”, ha señalado Zaplana. “Cuando llegó la ambulancia 25 minutos después el paciente había fallecido. Ese es el resultado de gestionar las emergencias a 170 kilómetros de distancia. El desconocimiento del terreno provoca la pérdida de vidas”.
Zaplana ha recordado que la decisión de trasladar el centro de coordinación a Valencia el pasado mes de enero “se tomó en contra del criterio de los mismos trabajadores y desde el primer momento hemos visto las consecuencias de la misma, en forma de problemas y de caos en la gestión de las emergencias”. “Puig vive en una contradicción constante, apelando por un lado a la descentralización, mientras que por otro lado le quita recursos a la provincia en un tema tan delicado e importante como es la coordinación de los servicios de emergencia, donde el tiempo y el conocimiento del terreno son esenciales. No se puede gestionar desde Valencia algo tan esencial”, ha añadido.
Para el portavoz de Sanidad del PP este episodio “es sólo una muestra más del caos al que ha sometido Puig a la sanidad en la provincia de Alicante, que ha pasado de ser un servicio de excelencia a estar en el más absoluto desamparo”. “La Atención Primaria está colapsada, con demoras de hasta un mes para que te vea el médico de familia, las Urgencias de los hospitales se saturan día sí día también y los pacientes tienen que esperar meses para una prueba diagnóstica”.
