ALICANTE. El consejo de administración del Puerto de Alicante dio este martes el pistoletazo de salida para la construcción del restaurante con el que se pretende coronar su último proyecto turístico: una isla o plataforma flotante sobre la bocana de la dársena interior que permita conectar los diques de Levante y Poniente. El consejo (primero bajo la dirección de su nuevo presidente, Julián López), validó el pliego de condiciones del concurso por el que se prevé conceder su construcción a cambio de su explotación por un plazo de 25 años, como avanzó este diario. Pero, además, ese acuerdo permitió conocer el resto de requisitos a los que deberá ceñirse cualquier interesado en desarrollar el proyecto.
Una de las condiciones esenciales tiene que ver con las dimensiones del edificio. La estructura de ese futuro restaurante podrá extenderse sobre un máximo de 393 metros cuadrados: algo más de la mitad de los 600 metros de superficie de los que dispondrá la isla flotante. El edificio podrá tener planta baja, una primera planta y una terraza transitable, mientras que el espacio libre -los restantes 276 metros cuadrados-, se destinarán a uso público como zona de acceso libre.
El promotor y concesionario del restaurante deberá asumir la puesta en marcha del servicio de transbordador que permita el desplazamiento de visitantes y turistas desde los muelles 5 y 8 hasta la isla flotante, con la embarcación que pondrá a su disposición la Autoridad Portuaria. Se trata de un servicio que, junto a la isla flotante, permitirá cerrar por vía marítima el circuito terrestre que rodea la dársena interior, con un paseo público peatonal de más de 3 kilómetros de longitud en la zona de interacción puerto-ciudad.
Además de la construcción del edificio del restaurante, y su posterior explotación, el concurso incluye también la concesión del quiosco de uso hostelero situado en la Plaza de Levante del Puerto, actualmente explotado por la empresa Herga Hostelería en una concesión que estaría a punto de extinguirse, según precisaron este martes portavoces oficiales. Este espacio sumaría otros 376 metros cuadrados a la superficie total concesionada al posible adjudicatario, lo que completaría un total de 769 metros dedicados al uso hostelero.
Además, el futuro concesionario deberá abonar un canon de explotación por importe variable cuya cantidad queda abierto a la competencia entre los licitadores interesados, aunque deberá quedar comprendido entre un mínimo de un 2 %y un máximo de un 8% del volumen de negocio generado por la actividad del restaurante.
La construcción de ese edificio de uso hostelero queda supeditada a la finalización de la propia estructura flotante, para la que ya se han iniciado sondeos submarinos previos. Su construcción corre a cargo de Vías y Construcciones, del Grupo ACS, por un importe de 2,1 millones. Para su conclusión, se estima un plazo de ejecución de cinco meses, como informó este diario.