concurso sobre las explanadas de los muelles 10, 12 y 14

El Puerto sacará a concesión el uso de la Zona Volvo para hostelería y actividades náuticas

20/02/2018 - 

ALICANTE. El dique de Levante del Puerto de Alicante tendrá vida más allá de los días en los que se desarrolla la Volvo Ocean Race (VOR). El presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert, trasladó este lunes al consejo de administración del Puerto los pormenores de un primer informe sobre la convocatoria de un concurso público para ceder la ocupación y explotación de la explanada de los muelles 10, 12 y 14 -la conocida como Zona Volvo- para el desarrollo de actividades relacionadas con la hostelería y la náutica en un entorno que ya se ha consolidado, precisamente, como sede física de la organización de la regata y de su museo. 

El objetivo de ese futuro concurso, cuya convocatoria depende todavía de la preceptiva autorización de Puertos del Estado, es favorecer la implantación de restaurantes y negocios relacionados con el sector de la navegación que puedan ser compatibles con la organización del mismo Race Village, el epicentro de la llamada vuelta al mundo a vela, que se desarrolla durante las dos semanas previas al inicio de la competición, con salida desde Alicante. Según las fuentes consultadas, cabría desde una escuela de vela hasta tiendas especializadas en todos los deportes que se desarrollan en el mar.

La propuesta aspira a dinamizar un espacio ganado para la ciudad y abierto al público, tras el traslado de los silos de cemento y de otras instalaciones industriales preexistentes que, sin embargo, no ha tenido un uso definido más allá de la celebración de conciertos de forma esporádica y de la instalación -a través de un autorización de ocupación- de la conocida sala de fiestas Marmarela, con la que la Sociedad Proyectos Temáticos de la Generalitat (SPTCV) cerró un contrato de prestación de servicios con motivo de la celebración de la última etapa de salida de la VOR, el pasado octubre.

En principio, según las mismas fuentes, todavía no existirían plazos concretos para la convocatoria de ese nuevo concurso, ya que, al margen del beneplácito de Puertos del Estado, requeriría de un paso paralelo: una modificación la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), en la que -al parecer- todavía persisten los usos industriales del pasado. 

El Santísima Trinidad, las naves cerradas y los permisos a estibadoras         

Lo cierto es que el consejo de Administración del Puerto también abordó otros asuntos de trascendencia. Al margen de los informes relacionados con el concurso sobre la Zona Volvo, también se dio cuenta de la propuesta de declaración de abandono para el buque Santísima Trinidad, retirado por la Autoridad Portuaria de su emplazamiento inicial, junto a la plaza de Levante, tras ser declarado en estado de ruina.

Igualmente, como ha informado este diario, el consejo dio su conformidad al pliego de condiciones que debe regir la construcción de una terminal específica para la actividad de carga y descarga de graneles en el Puerto de Alicante en régimen de concesión. El acuerdo necesario para la convocatoria de ese proceso de licitación podría adoptarse en abril. Por ahora, según las fuentes consultadas, la única delimitación que se llega a introducir entre las condiciones del concurso es la superficie disponible para su construcción. La empresa que opte a levantar esas naves cerradas en depresión para el desarrollo de la operativa dispondrá de una superficie de 22.000 metros cuadrados en el muelle 17, conocido como muelle multipropósito. Como viene informando Alicante Plaza, la empresa que opte a gestionar la terminal específica deberá asumir el coste de la construcción de las naves cerradas. Además, de acuerdo con el pliego, esa empresa deberá encargarse de tramitar la concesión de licencias que resulten preceptivas ante la Generalitat y ante el Ayuntamiento.


El consejo también ha acordado la renovación de las licencias otorgadas a las empresas estibadoras que ya operan en el Puerto. Se trata de Alicante Port, Cesa Alicante, Bergé Marítima y Terminales Marítimas del Sureste (TMS). Las cuatro compañías prorrogan, así, los permisos para la carga y descarga de las mercancías con las que ya vienen operando: desde bobinas, hasta contenedores y también graneles. Esa licencia se mantendrá durante otros dos años más. Esos permisos son independientes de los que siguen siendo objeto de litigio en los juzgados de lo Contencioso entre tres de esas compañías y el Ayuntamiento de Alicante.

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