ALICANTE. El Grupo Municipal Socialista, a través del concejal Raúl Ruiz, ha denunciado la "proliferación de escombreras ilegales" en el término municipal de Alicante ante "la desidia del alcalde, Luis Barcala (PP) con su obligación de mantener la limpieza en toda la ciudad". Los socialistas aseguran que "la magnitud de esta problemática no ha dejado de aumentar en los últimos años y es una cuestión que preocupa cada vez más a los vecinos de las zonas afectadas".
Tal y como expresan en un comunicado este sábado, en total son más de 400 cuatrocientos puntos de vertido de "escombros descontrolados que copan el paisaje alicantino mientras ni el regidor ni el concejal de limpieza han sido capaces de hacer valer su ordenanza" municipal. De hecho, el gobierno del PP ha impulsado dos procesos de participación pública para renovar la normativa actual pero, sin embargo, no ha tenido ningún resultado. “La consecuencia de lo que está ocurriendo es la destrucción del entorno y la exposición de algunos materiales nocivos, como el amianto, que podrían haberse evitado y que ahora suponen una verdadera crisis ambiental para Alicante”, ha trasladado Ruiz, quien ha reclamado al regidor que articule un plan urgente para solucionar esta problemática.
La situación que sufren partidas rurales como el Moralet, la Canyada, Fontcalent o el Verdegás "es cada vez más alarmante. Los vecinos y vecinas se despiertan a menudo entre nuevas escombreras sin que nadie asuma su recogida. Del mismo modo se hace evidente como las montañas de escombros descontrolados van creciendo en emplazamientos como Rabassa, la huerta de Villafranqueza, el barrio del Cementerio o el Polígono del Espartal", continúa el edil.
“Todo este despropósito evidencia la incapacidad del alcalde de Alicante para abordar un problema que afecta directamente a la calidad de vida de muchos ciudadanos y que tiene origen en su permisividad con el incivismo”, ha valorado el concejal socialista.
“Es realmente muy triste que cuando llegas por la autovía, el skyline de Alicante ya no sea el protagonista del paisaje. El alcalde no se cansa de hablar de turismo pero la bienvenida con la que recibimos a quienes nos visitan es un desierto de escombros verdaderamente difícil de cuantificar. Lo más desalentador es que cualquier otro municipio próximo tiene su entorno más limpio que Alicante, y esto lo puede ver cualquiera, porque la permisividad de este alcalde con los vertidos es el efecto llamada perfecto para que lleguen escombros también de fuera”, ha valorado el edil.
“Barcala ha demostrado que no es capaz de hacer valer la ordenanza de limpieza y ha permitido que el paisaje de Alicante se convierta en una verdadera escombrera. Y en lugar de sancionar a los responsables de estos vertidos, el alcalde se ha dedicado a multar a ancianas a las que encuentran sobres con su nombre junto al contenedor mientras los verdaderos incívicos salen impunes”, ha añadido.
La ordenanza de limpieza establece sanciones a estos vertidos indiscriminados de escombros en espacios públicos y señala que el Ayuntamiento puede ejecutar la limpieza de estos espacios y de los solares privados con cargo a los responsables, "algo que el alcalde de Alicante no está haciendo", afirma Ruiz. Cabe recordar que Alicante tan sólo tiene operativo un ecoparque donde depositar escombros domésticos, mientras que desde 2019 debería disponer de cuatro puntos de vertido, según se estableció en el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana. Eso es algo que implica que, por ejemplo, un vecino que reforme su aseo en la playa de San Juan o en Vistahermosa debe de utilizar la autovía para poder depositar sus escombros, cuando la legislación les reconoció derecho a acceder a este servicio público en un radio inferior a 5km.
“La falta de inversión municipal en ecoparques y la proliferación de escombreras ilegales no solo degradan visualmente el entorno, también generan consecuencias ambientales y de salud pública. Los materiales tóxicos y la contaminación del suelo filtrada con la degradación de estos residuos supone una amenaza para nuestras aguas y para la biodiversidad local, mientras que la posibilidad de incendios debido a la presencia frecuente de materiales inflamables representa un riesgo perfectamente evitable para la salud de todos los alicantinos y de las alicantinas”, ha advertido Ruiz.