ALICANTE. Una treintena de representantes de las 18 entidades que componen el proyecto NAIADES perteneciente a la iniciativa europea Horizonte 2020, consorcio del que forma parte la empresa Aguas de Alicante, han llevado a cabo esta mañana una visita técnica al parque inundable La Marjal ubicado en San Juan. Según ha declarado en nombre de dicho consorcio el investigador del Centre for Research and Technology-Hellas (Grecia), Giorgos Banias: “el Parque que hoy visitamos es un claro ejemplo del éxito resultante de la colaboración público-privada entre el Ayuntamiento y la empresa Aguas de Alicante, y de la que ha resultado una solución a las inundaciones que experimentaba la zona; esto, junto a su marcado carácter social, convierten a esta infraestructura en un ejemplo de innovación urbana para muchas de nuestras ciudades en Europa”.
Durante su recorrido por La Marjal, han estado acompañados por Francisco Bartual, director general de Aguas de Alicante, y Manuel Villar, concejal de Medioambiente del Ayuntamiento. Así, han podido conocer de primera mano el ejemplo de innovación urbana sostenible que ha supuesto esta infraestructura inaugurada en 2015”. Según ha declarado Bartual: “Los avances tecnológicos y la inversión en investigación e innovación científica son esenciales para encontrar soluciones permanentes a los desafíos ambientales a que nos enfrentamos; el Parque La Marjal es un claro ejemplo de ello, cumpliendo una triple función hidráulica, social y medioambiental”.
A lo largo de los días 14 y 15 Alicante ha acogido la reunión plenaria de este proyecto, un encuentro general de trabajo en la que se han revisado sus progresos, así como la evolución de los tres proyectos piloto que incluye, con especial foco en el que tiene lugar en la ciudad de Alicante. A ello se han sumado varias visitas técnicas, como la realizada esta mañana, además de otras a instalaciones gestionadas por Aguas y por las que la ciudad es considerada como un referente en el ciclo urbano del agua, como el “Centro de Control”, donde han podido conocer de primera mano la gestión avanzada de redes desarrollada por la compañía; el “Depósito Anticontaminación José Manuel Obrero”, infraestructura ubicada bajo las instalaciones del polideportivo Juan Antonio Samaranch, que permite almacenar caudales de agua de hasta 60.000 metros cúbicos; o la “Estación Depuradora de Aguas Residuales Rincón de León”, principal EDAR de la ciudad.
El proyecto NAIADES tiene como objetivo general el desarrollo herramientas en la nube para gestionar datos del ciclo del agua procedentes de sensores IoT y aplicar técnicas de Inteligencia Artificial para mejorar la eficiencia de la operación y el mantenimiento de las redes. Junto a las ciudades de Carouge (Suiza) y Brăila (Rumanía), Alicante ha sido seleccionada como piloto por su alta capacidad técnica y de servicio, situándose gracias a ello en foco de la innovación europea en la aplicación del Internet de las Cosas o IoT (recolección de datos), el Big Data (capturar, almacenar y procesar) y la Inteligencia Artificial o IA (aprendizaje basado en datos) en el mundo del agua. El piloto puesto en marcha en la ciudad se centra en tres ámbitos: la detección e identificación de infiltraciones al alcantarillado para evitar la salinización del agua residual, mejorando su posterior tratamiento y reutilización; la predicción de la demanda, integrando datos de consumo, meteorológicos y de redes sociales; y, por último, la potenciación del consumo urbano eficiente a través de la información en tiempo real (en particular, del consumo municipal).
Involucrada como está la compañía con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Naciones Unidas, Aguas de Alicante apuesta por una innovación presente en todos los ámbitos de trabajo, llegando desde la investigación de procesos básicos hasta la aplicación de las soluciones más avanzadas, gracias a la vigilancia tecnológica. La compañía ha trabajado en los últimos 5 años en 26 proyectos de I+D+i, siendo la colaboración con otras empresas y organismos, tales como universidades, centros tecnológicos o administraciones, tanto locales como internacionales, un elemento clave para la consecución de los objetivos globales.