BENIDORM. Era un secreto a voces. El presupuesto para 2023 del Ayuntamiento de Benidorm lo trabajará la siguiente corporación. Así lo anunció el alcalde, Toni Pérez, quien explicó que no ha sido hasta este jueves cuando los técnicos municipales cerraron la liquidación de las cuentas de 2022, por lo que hasta ahora no ha sido posible presentar un borrador. Y las fechas en las que están ya, "a 35 días de elecciones", entregar el documento sería actuar como "un rodillo", consideró el primer edil.
El motivo pasa por no elaborar un presupuesto que tenga que ejecutar una corporación diferente. Atendiendo a los tiempos con los que trabajan ahora, la ciudad estaría con el de 2022 hasta pasado medio año. Una vez se celebren los comicios el 29 de mayo, habrá un periodo de transición hasta el pleno de investidura y la repartición de concejalías. Algo que podría ocurrir en junio, a lo que hay que añadir el tiempo que ocupe la elaboración del borrador, el estudio por parte de los grupos políticos en la oposición, su aprobación y el mes de exposición pública.
Por lo que si no hay alegaciones al mismo, el nuevo presupuesto se podría ejecutar en los últimos meses del año. Una situación poco vista antes, hay que tener en cuenta que sobre papel, este documento tendría que estar aprobado en diciembre del año anterior. Fue en 2012 y 2014, con el gobierno en coalición del PSOE y Liberales, cuando se dieron situaciones parecidas, llevándose para su aprobación inicial en agosto.
Pérez decía no estar preocupado con el presupuesto y aseguraba que con el de 2022 prorrogado se podía seguir trabajando por la ciudad. De este modo, mencionaba que se habían puesto en marcha ayudas para la sociedad sin tener las nuevas cuentas. El popular hacía balance del ejercicio pasado para informar sobre el resultado de la liquidación. Anunciaba un remanente positivo de 13,1 millones de euros, que se van a incorporar en partidas para dedicarlo a “gasto social” y a “dinamizar la economía”. Entre otros asuntos, con la nueva edición de la campaña de bono-consumo ‘#BenidormTeDaMás’, que estará condicionada también por las elecciones y que por tanto se prevé para después de los comicios.
Un ahorro, dijo, conseguido "gracias a la buena gestión económica de este equipo de gobierno". Lo hace después de haber adquirido compromisos con la ciudadanía, como no repercutir la subida de la tasa de basura. Además, en el balance positivo realizado por el alcalde, reseñó que en estos últimos ocho años se ha conseguido reducir el periodo medio de pago a proveedores, estableciéndose en 2022 en los 4,23 días, y cuyo límite se sitúa a nivel nacional en 30 días. En función de los datos aportados por el Consistorio, el año anterior se situaba en 5,65 días y en 2014 en 13,75.
En la otra parte está la deuda, que asciende a los 31,5 millones de euros, aunque la ley permite que llegue al 110% del presupuesto municipal, que supera en los últimos años los 100 millones de euros. En su mayoría, corresponde a los préstamos pedidos en los últimos meses para financiar proyectos, como los incluidos en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) y el Plan de Sostenibilidad Turística ‘Benidorm DTI + Seguro’ o actuaciones 100% municipales como la ampliación del cementerio, la renovación de la catenaria de Levante y la pasarela de la playa de Poniente, la adquisición del suelo para el parque de El Moralet, los 4 millones de euros del IVA del centro cultural y todo el equipamiento de estas instalaciones.
"Cuando se habla de deuda, algunos están incómodos por esa calidad de la deuda, pero nosotros estamos reconfortados", dijo el alcalde, al tiempo que añadía que podrían devolver la deuda en un plazo de tres años con el remanente de tesorería.
El documento, al que ha tenido acceso este diario, se divide en varios bloques en los que se apunta a diferentes asuntos. La intervención municipal indica que los resultados revelan que no se cumple con el objetivo de estabilidad presupuestaria ni la regla de gasto, aunque su deber está suspendido por el Gobierno para el 2022. Sí que lo hace con el objetivo de sostenibilidad financiera y de la deuda comercial, al situarse la deuda viva mencionada en el 29,94% sobre el total.