El precio de (este) Júcar-Vinalopó incrementa en un 50% el coste actual del agua de riego

ALICANTE. Este martes, con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), comenzaba el envío hacia el Vinalopó de los 18,8 hectómetros cúbicos de agua a través de la conducción que opera la sociedad pública Acuamed. Un bombeo que arranca 24 horas antes de que este miércoles la misma CHJ vote, si no se atiende la petición de la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, la reducción de hasta un 90% del agua disponible para el regadío en seis acuíferos el Alto Vinalopó, pese a que su declaración como sobreexplotados se encuentra 'sub iudice' en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La CHJ destacaba, al anunciar el inicio del envío de agua, que el precio que pagarán las comunidades de regantes beneficiarias, los 29 céntimos y medio por metro cúbico, es un precio "asumible". Y lo cierto es que es un coste inferior al que pagarían los regantes alicantinos sin un acuerdo político con Acuamed, que podría hasta triplicarse (o más, dado que la transferencia se encuentra fuertemente impactada por la inflación energética, merced al cambio de trazado de 2005). Pero también dista mucho del que pagan de media en la actualidad por el agua de los acuíferos.

Tal como recoge un reciente informe de la Universidad Politécnica de Cartagena, por encargo de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, el precio medio que pagan los regantes del Vinalopó en la actualidad se sitúa en 0,19 euros por metro cúbico, lo que supone que el precio "asumible" celebrado por la CHJ incrementa en un 50% el coste actual del agua, y por tanto su impacto en el margen de las explotaciones agrícolas de la zona. Eso si se tiene en cuenta el coste medio, pero hay algunas explotaciones que pagarán dos y tres veces más por el metro cúbico si compran el agua del Júcar-Vinalopó.

La cuestión no es anecdótica, pues este trasvase de 18,8 hectómetros se realiza a un precio pactado entre Acuamed y los usuarios, pero el Júcar-Vinalopó final podría aumentar de forma muy notable el precio del metro cúbico. Antes de la crisis energética, el precio 'estable' se situaba en unos 0,3 euros por metro, muy similar al que van a pagar esta vez los regantes, y que podría mantenerse (o así lo estimaba la sociedad pública) siempre que no se rebasasen los 20 hectómetros anuales, una cuarta parte de los prometidos. Pero con la crisis energética, el componente variable del precio (y esto sin incluir los costes de la obra, que también deberían repercutirse en el futuro) lo dispararía hasta 0,85 euros, tal como quedó reflejado en el BOE del pasado 22 de marzo.

Renuncias y 'mix' de aguas

Así las cosas, muchos usuarios del Vinalopó que están incluidos entre los beneficiarios de estos 18,8 hectómetros han renunciado al volumen que en teoría les corresponde, o tomarán menos del previsto para crear un mix con el agua superficial y subterránea a la que de momento tienen derecho, de forma que contienen el incremento de los costes. No obstante, los 0,295 euros por metro cúbico si solo se toma agua de la conducción ya convierten el trasvase en prácticamente inasumible para los usuarios de los acuíferos sobreexplotados, pues el impacto del sobrecoste no se diluye entre el regadío y el abastecimiento, como se esperaba.

Mientras, este miércoles está previsto que la junta de gobierno de la CHJ vote la aplicación de los planes de actuación desarrollados tras la declaración de los acuíferos como sobreexplotados, tal como viene contando este diario. Estos planes se traducen, principalmente, en que los 95,3 hectómetros que tiene concedidos ahora el regadío en la zona pasarán a ser solo 9,3 en cinco años: un 90% menos. De prosperar (la Generalitat y los regantes alicantinos tienen previsto votar en contra si el plan no se deja sobre la mesa, como han pedido), los usuarios tendrán que elegir en muchos casos entre la nada y un trasvase a precios inasumibles.