SEVILLA. Pablo Sarabia firmó su mejor partido como internacional, marcando su segundo tanto con la absoluta, presente en tres de los cinco tantos que dan forma a la mayor goleada de España en una Eurocopa, con la participación decisiva de Sergio Busquets y el regreso del liderazgo.
Así jugó España ante Eslovaquia:
Unai Simón (6): Asentado como titular indiscutible en la portería de la selección, tuvo un partido plácido, el segundo que cierra dejando su puerta a cero. En esta ocasión ni tuvo que intervenir, un espectador más en el primer acto sin una sola llegada del rival y estuvo atento en el segundo para abandonar su área y frenar los tímidos intentos eslovacos.
César Azpilicueta (7): brilló en su estreno en la competición, sin ninguna exigencia defensiva y aportando mucho en el aspecto ofensivo con sus incorporaciones al ataque más buenos centros. Tenía tanta ansia por jugar que el primer balón que tocó lo mandó fuera por intentar ir a cogerlo con la mano antes de que saliese. Se comió el césped, aumentando la intensidad del equipo y aportando ese grado de experiencia que demandaba el grupo.
Eric García (6): fue una de las cuatro novedades de inicio del seleccionador Luis Enrique, que siempre ha confiado en él y lo ha citado pese a no tener minutos en el Manchester City. Devolvió una mayor naturalidad al centro de la defensa, con un diestro y un zurdo de centrales. Apenas tuvo trabajo en defensa ante un rival con falso 'nueve'. Mostró buen toque en el inicio de jugada, muy metido y concentrado el tiempo que estuvo sobre el césped.
Laporte (8): recibió el guiño de confianza de Luis Enrique con su continuidad tras la jugada que le dejó marcado ante Polonia, blando en el gol de Lewandowski que provocó el empate. Se desquitó marcando su primer gol como internacional con España tras su nacionalización y con una asistencia de cabeza. Rápido en defensa cuando tuvo que intervenir ante balones en largo del rival a su espalda.
Jordi Alba (8): está mostrando un gran momento de forma en esta Eurocopa, muy rápido y exhibiendo frescura en sus incorporaciones al ataque en banda izquierda. Asistió a Pablo Sarabia en el tercero encontrando el premio a su verticalidad. Incansable, acabó dolorido por un fuerte golpe.
Busquets (7): España le necesitaba y celebró su regreso ejerciendo el papel de líder que se le demanda en un grupo corto de experiencia. Estuvo cómodo en un escenario de partido de pleno dominio español, ganando ritmo de competición y recuperando confianza con el balón en el inicio de jugada. Le dio sentido al juego y actuó de capitán, presionando al árbitro en la acción del penalti, dando órdenes y tirando del equipo en un partido que disfrutó al máximo hasta que pidió un respiro a los 71 minutos. Fue nombrado mejor jugador del partido.
Koke (7): recuperó el nivel mostrado en el debut ante Suecia, cómodo en la demarcación de interior derecho, asumiendo galones en el juego y en el comportamiento. Siempre pendiente de los compañeros para animar tras el fallo, con gestos a la afición para pedir apoyo, preciso en el pase, con mucha movilidad y disfrutando en el terreno de juego. Se siente importante.
Pedri (7): se liberó de la tensión de su primer gran torneo con la absoluta y recuperó la identidad que le ha convertido en titular indiscutible del Barcelona con 18 años. Aumentó la verticalidad en el toque, asociándose con calidad con cada compañero que le lanzó una pared y aumentó su precisión con balón. Dejó acciones repletas de calidad que muestran que España tiene una perla para muchos años.
Gerard Moreno (7): alejado de la posición en la que muestra su pegada, pasando a la banda izquierda del tridente, celebró seguir en el once con un buen partido, teniendo incidencia en ataque y asistiendo en el segundo tanto con el balón preciso a la testa de Laporte. Apareció desde el costado siempre con criterio para el pase entre líneas filtrado que tanto demandaba la selección. Tras fallar el primer penalti, ante Polonia, en esta ocasión Luis Enrique eligió a Morata.
Pablo Sarabia (9): firmó su partido soñado con la selección, presente en tres de los cinco tantos de España y brillando en cada balón que tocó. Se asoció a la perfección con Azpilicueta en banda derecha y tuvo la portería rival en mente en todo momento. De un latigazo suyo al travesaño nació el primer gol, marcó con calidad y asistió con precisión. Lo hizo todo bien tras ser la sorpresa en el tridente de Luis Enrique, sentando en el banquillo a Ferran Torres y Dani Olmo.
Morata (5): desperdició la ocasión de convertirse en el máximo goleador de la selección en la historia de las Eurocopas al fallar un penalti que le adivinó el portero rival. Buscó de forma incesante el gol, pero no fue su día. Lo más cerca que estuvo fue con un latigazo desde la frontal en una acción que se fabricó solo pero que despejó Dubravka. Su lucha no tuvo el premio del gol, acelerado por momentos y recibiendo de nuevo el rechazo de una parte de la afición que le silbó tras el fallo del penalti y en el momento de ser sustituido.
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Ferran Torres (7): nada más entrar al campo, el primer balón que tocó, lo mandó a la red de un taconazo con el que se reivindicó tras comenzar el torneo titular y pasar a la suplencia en los dos últimos partidos. Es su séptimo tanto con la absoluta en 14 partidos.
Thiago (6): aumentó el espectáculo en la posesión provocando el olé de la grada de La Cartuja cuando el partido estaba sentenciado y disfrutaba la selección. Su protagonismo está siendo menor del esperado, suplente en las tres jornadas.
Pau Torres (7): de la misma manera que hizo Ferran, el primer balón que tocó nada más entrar al terreno de juego lo mandó de cabeza a la red. Fue uno de los cambios de Luis Enrique de inicio, pasando a la suplencia pero cuando le tocó salir salió con muchas ganas para brillar y lograr marcar.
Mikel Oyarzabal (6): necesita el gol que le haga aumentar los minutos que recibe en cada partido. Entró a trece del final y lo buscó pero le falta tiempo y puntería.
Adama Traore (6): debutó en la Eurocopa ya recuperado de una lesión muscular y aportó lo que sabe, desborde por banda derecha. Se la dejó entera Luis Enrique para él y pese a ello no perdió descaro a la hora de encarar rivales.