ELCHE. Las plantas fotovoltaicas han llegado para quedarse y ser un elemento más en el terreno rural. Eso sí, no todas llegarán a instalarse ni a hacerlo con la propuesta inicial. En el municipio son más de una decena las que están en trámite, algunas promovidas por importantes multinacionales del sector. Otras están impulsadas por compañías más cercanas como la lorquina Pydesa Renovables, que va quemando etapas con uno de sus proyectos más importantes planteados en el municipio: un parque solar en Asprella que ocupará 500.000 metros cuadrados y que tendrá una inversión de 13,1 millones de euros.
Un parque que estará formado por tres plantas, FV Asprillas I, II y III, cada una de ellas de 9,9 Megawatios de potencia, llegando prácticamente a los 30 MW en la pedanía. Las tres han pasado ya a la conselleria de Economía Sostenible a la vista de posibles alegaciones tanto de interesados como de administraciones y empresas afectadas, así como la propia solicitud de ocupar vías pecuarias para la conexión subterránea de las instalaciones a la red eléctrica. En total, supondría una extensión de terreno de 46,9 hectáreas, cerca de los 500.000 metros cuadrados con un total de 57.624 módulos solares distribuidos en ocho parcelas.
En cuanto a Asprillas I, ocupará 14,3 hectáreas y costará 4.414.523,59 euros. Sobre Asprillas II, ocupará 17,3 hectáreas y costará 4.391.157,9 euros. Y de Asprillas III, serán 4.372.194,31 euros los que cueste desplegar la instalación. Cada una con 19.208 módulos. Como viene siendo habitual, estas iniciativas están exentas de la tramitación de Declaración de Interés Comunitario (DIC) por la prioridad del Consell para acelerar estas inversiones. Eso sí, son pertinentes los informes favorables en materia de paisaje y ordenación del territorio y de consideración como interés económico estratégico por las consellerias competentes en medio ambiente, territorio y economía. En este caso, la firma ya ha presentado su estudio de paisaje y propuestas de integración, por lo que quedaría ahora sometida a las correcciones que hagan las mencionadas consellerias.
A nivel municipal, estos proyectos tan solo se permiten exclusivamente en suelo de Clave 51 si lo permiten informes sectoriales, no permitiendo la ocupación o uso de la parte de parcela calificada con Claves 56, huertos dispersos de palmeras, y 63, relativos al ámbito de puntos de observación, aulas de la naturaleza o regeneración elementos naturales.
En este sentido, según su informe de integración paisajística, señala que las afecciones de mayor relevancia que puede provocar la construcción de las instalaciones sobre la fauna son las relativas a "desaparición/modificación de hábitats, alteración de las poblaciones y eliminación de ejemplares", porque supondrán una serie de perturbaciones en el medio que crearán una alteración de las poblaciones residentes y las zonas de campeo. "No obstante, el acondicionamiento de las vías de acceso es muy limitada y los movimientos de tierra serán escasos y muy localizados", por lo que se califica como actuaciones reversibles. Como consecuencia de la apertura de zanjas y la excavación de las cimentaciones, "se producirá una eliminación directa de ejemplares que afectará fundamentalmente a invertebrados edáficos, reptiles y micromamíferos que viven en estas zonas, ya que la fauna con mayor movilidad, aves y mamíferos, podrá desplazarse a áreas próximas". Aunque el carácter del impacto se considera como no significativo y compatible. También supondrá impacto sobre la avifauna del territorio debido a la eliminación de zonas de campeo, pero en general se plantean las actuaciones de una forma "compatible" o "no significativa" según la compañía.
El proyecto deberá contar con un Programa de Vigilancia Ambiental durante la trayectoria para estudiar y vigilar las afecciones. Y sobre la integración, como ha hecho en otras instalaciones proyectadas en el Camp d'Elx, se plantea compensar la imagen con cultivos distintos para disimular las placas solares, por ejemplo con el cultivo de granados, que es lo que se hará por ejemplo junto al camí de don Félix, "generando un paisaje agrario habitual en el Camp d’Elx".