El papelón del nuevo portavoz del bipartito: falsedades al dictado de Barcala

La negativa del grupo socialista del Ayuntamiento de Alicante de avalar con su voto la cancelación de la deuda bancaria de 19 millones de euros, tiene por objeto desenmascarar el engaño de Barcala, y se motiva en priorizar las necesidades de las personas que viven y trabajan en nuestra ciudad, que necesitan todos los recursos públicos disponibles, además de otros que harán falta en un futuro inmediato.

Cancelar anticipadamente préstamos por valor de 19 millones de euros, es una continuación del desprecio que ya ha demostrado el alcalde Barcala con los necesitados de ayudas, alimentarias entre otras, ante el confinamiento provocado por la pandemia del CORONAVIRUS.

Barcala intenta engañar a la opinión pública diciendo que el gobierno de España "incauta" el remanente o excedente del presupuesto municipal y de sus organismos autónomos, y, que, si amortiza la deuda bancaria es para disponer de más recursos para los alicantinos. Falso, puesto que Alicante, ya sin la deuda de 160 millones de euros que la izquierda ahorró hasta reducirla a mínimos (19 millones de euros) y dejar las finanzas municipales fuera del plan de ajuste; sigue bajo las obligaciones de la Ley Montoro (ministro del Partido Popular en el Gobierno de Mariano Rajoy) y Barcala no puede gastar en lo que quiera el remanente presupuestario.

Pero, además, el grupo socialista le puso en evidencia al recordar la pésima gestión que el ayuntamiento ha hecho de la emergencia social, permitiendo "colas del hambre" en barrios de la ciudad.

¿De verdad Barcala ha dado muestras de que sabe gastar mejor el presupuesto del Ayuntamiento? ¿Cuándo se ha visto? El propio remanente de 48 millones de euros, generado ya sin plan de ajuste, expresa claramente la ineficacia de la gestión de Barcala. No hablemos ya de su inacción y falta de liderazgo ante la emergencia social. Un alcalde al frente de un ayuntamiento incapaz de reaccionar con rapidez, desbordado por las iniciativas de organizaciones sociales y vecinales, pero claro, un alcalde que piensa que hay que adelgazar la administración pública, que regala, ya desde antes de la crisis, parte de la recaudación de los impuestos municipales a los más pudientes 

¿Qué le motiva para actuar desde la administración municipal para resolver los problemas de las personas vulnerables? Nada. Solo el escándalo que provoca la denuncia y las protestas de los afectados. Porque ese no es su mundo ni su preocupación prioritaria.

Antonio Manresa se estrena como portavoz con un premio y un papelón. El premio, tener un jefe de gabinete por vía de urgencia y, el papelón, defender lo indefendible con un ataque: lo que hace la izquierda en el Ayuntamiento de València (con 300 millones de euros de deuda). No se sonroje señor Manresa, pierda la onda del mando a distancia de Barcala y no comulgue con sus impresentables "ruedas de molino", basadas en engaños y demagogia de la que ha resultado ser un acreditado experto. La posición del Partido Socialista es en favor de las personas, y el "partidismo" del que acusa a la izquierda, es "sacar los pies del tiesto" cuando no se tienen argumentos solventes para defender el crudo y descarnado hecho de dar el dinero a los bancos en vez de a las personas que lo necesitan.

Miguel Millana

Concejal del PSPV-PSOE y secretario general