Pleno en el Centro de Congresos / RAFA MOLINA ELCHE. En la sesión plenaria del mes de octubre se aprobaba el estudio de la posibilidad de instalación de techos verdes y fachadas vegetales en edificios públicos de Elche (García-Ontiveros), instar al Gobierno central para que habilite la plaza definitiva del Interventor de Fondos en la próxima Oferta de Empleo Público y modificar la línea de bus nocturno (Cs), o crear una mesa de trabajo junto a las diferentes asociaciones agrarias para una ordenanza municipal sobre la protección del medio natural (Vox). Algunos de los ejemplos de las mociones que se aprueban mensualmente en las sesiones plenarias y que no tienen más recorrido. Tan solo el de la aprobación de unas propuestas que rara vez acaban materializándose.
No es algo nuevo, ya que el poder ejecutivo reside en la Junta de Gobierno local, donde el equipo de gobierno toma las decisiones que considera oportunas. Un funcionamiento de la administración local que en la práctica supone que muchas de las mociones aprobadas por los grupos municipales, sobre todo aquellas de los partidos que no están en el poder, suelan acabar en un cajón a pesar de su aprobación. Estas no servirán poco más que para utilizar como reproche en este caso al bipartito para reclamar que no se ha ejecutado un determinado acuerdo. O como impronta de cuestiones que se han reivindicado y que son de agenda propia de un determinado grupo.
Una situación que hace descafeinados a nivel de contenido los plenos municipales, salvo por aquellas cuestiones que son de necesario trámite en sesión plenaria, como decisiones urbanísticas, declaraciones institucionales y por supuesto como órgano de fiscalización y de debate. Pero con nulo peso de impulso de proyectos, sobre todo si no da su visto bueno el equipo de gobierno. De hecho, hace unos meses, desde Ciudadanos se presentaba una suerte de 'metamoción' para seguimiento de las mociones aprobadas. Una propuesta creación de comisión para seguir los acuerdos plenarios, que como era previsible, no se ha creado desde abril, y que planteaba reuniones como mínimo trimestrales. Al igual que la mesa aprobada de seguimiento del procedimiento del Mercado Central, que tan solo ha sido convocada en una ocasión para anunciar la rescisión, señalaban desde la oposición hace unos días.
En estos casos, al gobierno del momento, ahora PSOE y Compromís, les vale con la aprobación de la moción de la oposición para seguir con su hoja de ruta. En las últimas fechas, o durante este año, han sido muchas las mociones aprobadas de las que no hay ninguna novedad o seguimiento de los acuerdos, a pesar de que salgan por unanimidad. Entre ellos, un Plan Integral de Rehabilitación de Polígonos o la creación de un parque de vivienda para jóvenes a precios asequibles, crear la Ordenanza para la realización del Informe de Evaluación de los Edificios (IEE) —dado el envejecido parque de vivienda local—, firmar un convenio colaborativo con el Colegio Oficial de Detectives Privados de la Comunidad Valenciana, la creación de una rotonda en la entrada del Polígono de Carrús...
En definitiva una larga hilera de mociones aprobadas, sin encontrar las numerosas que se presentan y se aprueban sobre cuestiones de política nacional sin competencia municipal. Los últimos ejemplos de los que previsiblemente no habrá movimientos, salvo posibles asunciones colateralmente —como los jardines verticales dentro de políticas verdes—, son los de las mociones aprobadas en la sesión de octubre. En el caso de la Intervención, lleva sin asignar 25 años y no hay intención de hacerlo, se prefiere tirar de funcionarios 'de la casa', por lo que la aprobación de instar a esa consolidación no llegará lejos.
Así, la mayoría de mociones no acaban siendo más que meros vehículos para manifestar posicionamientos, hacer guiños a sectores del electorado propio y debatir o desgastar al contrario. Salvo las impulsadas por el bipartito porque forman parte de su programa de actuaciones, las que la oposición saca adelante en el pleno no suelen llegar a ningún sitio. Para ejemplo, el intento de mesa de seguimiento de los propios acuerdos o la lista de acuerdos votados positivamente durante esta mitad de legislatura que no se han impulsado. Decenas.
