ALICANTE. Los primeros detalles concretos dados a conocer por Alicante Plaza sobre la nueva propuesta de catálogo de protecciones de Alicante permiten augurar que el equipo de Gobierno del PSOE lo tendrá complicado para llegar al consenso político. Como mínimo, Guanyar y Compromís ya anticiparon este jueves que permanecerán vigilantes frente a dos de las novedades que se introducen a través del nuevo documento: la relacionada con la protección de la ficha del Asilo de Benalúa y la posible retirada de aquellas que traten de catalogar o clasificar suelo, como por ejemplo la que hacía referencia al Área de interés cultural y etnológico de l'Horta.
El planteamiento que defiende el PSOE promueve la exclusión del edificio del antiguo asilo al no tener constancia oficial de que esté reconocido como Bien de Relevancia Local (BRL) en el listado de inmuebles con esa condición del que dispone la Conselleria de Cultura. Así se puede confirmar a partir de la consulta de esa lista, en la que sí están referenciados otros 65 edificios de Alicante. El problema es que, según pudo constatar este diario, sí existe un acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Alicante, aprobado en enero de 2013, en el que se conminaba a promover su reconocimiento con esa figura de BRL.
El acuerdo en cuestión se alcanzó a partir de una moción presentada por el grupo municipal de UPyD, que fue enmendada por el PP, primero, y por EU, después. La propuesta quedó aprobada por unanimidad en sus dos puntos: "Primero. Que el Ayuntamiento de Alicante inicie los trámites para la adquisición en propiedad del conjunto denominado Asilo de Benalúa. Segundo. Que el Ayuntamiento de Alicante, conforme a la legislación valenciana aplicable, modifique en su caso, el catálogo municipal de bienes y espacios protegidos para incorporar el conjunto arquitectónico del denominado Asilo de Benalúa y su parcela circundante como Bien de Relevancia Local".
Ese acuerdo no se llevó a efecto con el PP en el equipo de Gobierno. De hecho, el portavoz municipal de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, señaló este jueves que fue él, durante su etapa como edil de Urbanismo hasta el pasado noviembre, quien asumió ese mandato e incorporó la ficha del edificio en el catálogo que se elevó a la consideración del pleno en mayo del año pasado. Como también ha publicado este diario, esa propuesta quedó rechazada con los votos en contra de toda la oposición: PP, Ciudadanos (Cs) y los dos ediles no adscritos, Fernando Sepulcre y Nerea Belmonte. No obstante, "entonces sí fue apoyado por el PSOE, por lo que no entendemos que ahora se pretenda quitar del catálogo". "Sería un escándalo y desde luego nosotros nos vamos a oponer", subrayó. "Entre otros elementos, en ese edificio hay una capilla construida antes de 1940 lo que, según la Ley Valenciana de Patrimonio, implica su protección automática; no se puede admitir que se pretenda descatalogarlo porque pueda resultar incompatible con un proyecto como la construcción de un hospital", abundó, en referencia a la iniciativa impulsada por el Grupo Imed, ahora en fase de estudio para la obtención de licencia.
Pavón señaló que, hasta el momento, no había podido conocer la nueva propuesta de catálogo (la reunión específica prevista con la edil de Urbanismo, Eva Montesinos, será el próximo 9 de marzo), aunque sí rechazó las críticas dirigidas por PP y Compromís sobre un "supuesto maximalismo o exceso de protección, porque durante la tramitación del catálogo los técnicos municipales sólo incorporaron 20 fichas del patrimonio cultural que no contemplaba la propuesta que había trabajado el PP". "Eso sí, las fichas de paisaje y patrimonio natural son todas nuevas, pero porque era una exigencia de la Conselleria de Vertebración del Territorio", abundó. Además, también reaccionó a las críticas del PSOE sobre las compensaciones para que no se levantasen más alturas en edificios protegidos, ya que "fue una propuesta de los técnicos, no mía".
La segunda variación que ha disparado las alarmas entre los dos exsocios de gobierno del PSOE es la relacionada con la posible retirada de fichas que puedan catalogar o calificar suelo, como la referida al suelo no urbanizable que rodea al conjunto de las Torres de la Huerta. Tanto el líder de Guanyar como el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido, insistieron este jueves en que defenderían el planteamiento original, para que todo ese entorno pudiese ordenarse a través de un Plan Especial que tuviese en consideración el espacio como conjunto por su valor histórico y cultural, sin prohibir la posibilidad de que se construyan viviendas. Según Pavón, la propuesta sólo trataba de impedir que se desarrollase una actuación masiva "como la que se preveía incluir a través del Plan General que impulsó el PP, con las 13.000 viviendas que planteaba el Plan de las Torres de la Huerta, de Enrique Ortiz". En realidad, ese proyecto nunca llegó a aprobarse (de modo que los terrenos se mantienen como suelo rústico) aunque el controvertido promotor (procesado en el 'caso Brugal' precisamente por el supuesto amaño del Plan General a su favor) sigue siendo uno de los principales propietarios del sector.
En cualquier caso, Pavón y Bellido insistieron en que el catálogo original impulsado durante la etapa de Pavón como responsable de Urbanismo asumía los entornos de protección delimitados para cada una de las torres, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), a partir de la propuesta formulada por el jefe de Patrimonio, Pablo Rosser, y que, en último término, será la Conselleria de Cultura la que hará prevalecer los límites de protección en el caso de que se plantee un plan urbanístico sobre esa zona.
Lo cierto es que esa es la misma perspectiva que mantiene la edil de Urbanismo. Montesinos precisó que la propuesta que defiende el PSOE es mantener "los entornos de protección que delimita la conselleria, que es quien tiene que dar su visto bueno tanto al catálogo como a cualquier plan urbanístico que pueda presentarse, pero no los que se ampliaban en la propuesta de catálogo anterior porque eso limitaba cualquier actuación".