ALICANTE. La afluencia de turistas extranjeros al Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) se ha disparado el 50 por ciento con motivo de la ambiciosa exposición 'Los Mayas: El enigma de las ciudades perdidas'.
Alrededor del 10% de los visitantes al centro expositivo alicantino suelen provenir de otros países pero desde la inauguración de esta muestra sobre los tesoros arqueológicos y naturales de Guatemala (el pasado 25 de mayo) la tasa se ha incrementado hasta el 15.
Hasta el pasado 30 de septiembre, un total de 7.448 foráneos se acercaron al MARQ para seguir la exposición, 1.370 de ellos británicos y casi un número igual (1.364) de franceses, a los que siguieron los ciudadanos de los países del este de Europa, con 1.575, y los nórdicos, con 815. Les siguieron los americanos, con 646 visitantes, los alemanes (455), italianos (421) y los holandeses (407), entre otras nacionalidades.
El director gerente del MARQ, Josep Albert Cortés, ha explicado a Efe que estas cifras consolidan al MARQ como el segundo destino cultural de la ciudad de Alicante, solo por detrás del castillo de Santa Bárbara. También ha destacado la aceptación de esta exposición, que en días de puertas abiertas como el pasado 9 d'Octubre superó las 2.000 visitas, y ha comentado que la salida desde la ciudad de la Vuelta al Mundo a Vela (Volvo Ocean Race) se ha notado con más llegada de visitantes extranjeros en las últimas semanas.
En cuanto al público nacional, la inmensa mayoría proceden de la provincia de Alicante (40.869 hasta el 30 de septiembre), seguidos de madrileños (4.421), valencianos (1.652), manchegos (1.205) y murcianos (1.097).
El MARQ exhibe 167 piezas mayas que provienen, en su mayoría, del Museo Nacional de Arqueología de Guatemala y de la Fundación Ruta Maya, y se reparten en tres salas a lo largo de 900 metros cuadrados: una ambientada en las pirámides, otra en las bóvedas de templos invadidos por flora selvática y una tercera en el "inframundo maya" o cenote, que se representa en las lagunas interiores.
El 'Hombre jaguar', una pieza de estuco de 3 metros "única" y que viaja por primera vez a Europa, es uno de los elementos centrales, aunque también destacan estelas en piedra caliza que, de entre 600 kilos y la tonelada de peso, datan del apogeo de los Mayas, entre los años 200 y 900 de nuestra Era.
Se trata de la estela de Seibal (800-900 d.C.), la de Machaquila, el panel de Dos Pilas (600-800 d.C.) -todas ellas en Guatemala- y la estela de Calakmul (sur de México casi limítrofe) (731 d.C), donde se describe la historia de las dinastías que habitaban esa desaparecida ciudad-estado.
Del resto ocupa un lugar principal una pequeña pero llamativa máscara de jade, en una muestra con decenas de tallas en concha, incensarios, platos, abalorios, otros utensilios y también objetos de metal, que dan cuenta de más de 2.000 años de cultura Maya.