CASTELLÓN (EFE). El Mundial de Motocross regresará a España los días 24 y el 25 de marzo con un cita en el circuito RedSand de Vilafamés (Castellón) con el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, tras la última carrera que se desarrolló en Talavera de la Reina en 2016.
Las mejores motos de cross del planeta estarán en el circuito castellonense tras el acuerdo alcanzado por parte de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón con la organización y que permitirá que esta prueba se dispute en Vilafamés durante los próximos cinco años.
Para esta primera edición, que ha sido presentada este jueves en Castellón, la institución provincial castellonense cifra en 10 millones de euros el impacto económico de su celebración, según ha destacado su presidente, Javier Moliner, quien calcula que unas 25.000 personas acompañen a los pilotos.
"El mundo del motor tiene mucha proyección televisiva, una repercusión que hay que sumar al importante impacto directo de alojamientos por equipos", explicó Moliner.
Por su parte, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, ha reivindicado el potencial de Castellón: "Es muy importante que la gente conozca el elevado retorno que tiene deporte desde la perspectiva turística tal y como estamos comprobando en Castellón con la importante apuesta que ha tomado en ese sentido".
El responsable del circuito, Juan José Gimeno, se marca el objetivo de poner esta cita del Mundial de Cross "a la altura de la Volvo Ocean Race o del Gran Premio de la Comunidad Valenciana de motociclismo".
Un circuito, el RedSand, que bien conoce ya el cuádruple campeón del mundo de MotoGP, Marc Márquez, que junto a su hermano, el también piloto Álex Márquez, ha estado esta misma semana entrenando en las instalaciones ubicadas en Vilafamés.
"Querían conocer el circuito y han estado entrenando aquí desde el lunes y hasta el miércoles", han explicado los responsables del RedSand.