Planta baja del Mubag, donde se realizan conciertos y otras actividades.ALICANTE. La propuesta expositiva que hasta ahora mantenía el Museo de Bellas Artes Gravina (Mubag) contaba con piezas del siglo XIX en adelante. Sin embargo, en breve se remontará tres siglos más atrás para ofrecer al público un espectro más amplio de la historia. El museo, dependiente de la Diputación de Alicante, prepara una reestructura de sus salas para poder desempolvar fondos propios e incluir, también, obras de otras importantes entidades como el Museo del Prado, con quien ha acordado el depósito de hasta diez cuadros más para incorporar a su exposición permanente.
Según ha podido saber Alicante Plaza, la reestructuración ya se está realizando y se presentará en breve. "Queremos cubrir todas las etapas de los fondos que disponemos en nuestra colección y que están guardados", confirmaba a este diario Jorge Soler, director del museo. En estos momentos, la planta baja del Mubag destina un espacio a las vanguardias del siglo XX y otro al arte figurativo del mismo periodo centrado en los premios que otorgaba la Diputación de Alicante. Por otro lado, en la primera planta hay un espacio para el siglo XIX y otro para Emilio Varela. Sin embargo, ahora se ha querido recuperar la idea primigenia del museo mostrando todas las etapas de sus fondos. Por lo tanto, se va a incrementar el número de obras que se pondrán a disposición del público.
El edificio ya experimentó una remodelación hace menos de dos años con el cambio en la climatización y la apertura de algunos espacios expositivos nuevos. Ahora, Soler, tras un año y medio como director del museo, ha preparado un nuevo proyecto museográfico con el que renovar el discurso de las salas. "Estamos construyendo una nueva exposición permanente con otro concepto", afirma. Así, según explica, la planta baja seguirá hablando del siglo XX y de Emilio Varela, pero se potenciará el lugar destinado a actividades paralelas como los conciertos del Conservatorio Óscar Esplá o el ciclo La ventana del arte.
"En la primera planta, donde se mostraba el siglo XIX, es donde se está actuando para reformar la exposición permanente, que hemos ampliado", desvela el director. "Partimos de la tabla de Rodrigo de Osona, del siglo XVI, hasta los cuadros de tránsito al XX, con fondos propios de los almacenes pero creando un nuevo discurso expositivo", apunta. La idea es abordar incluso el siglo XIX desde otra perspectiva, con temáticas, que serán mujer y familia, modernidad, retrato en sociedad, retrato íntimo, Puerto de Alicante y viajes.
Potenciar los orígenes
Tratándose de un edificio que en su época estaba en primera línea de costa y teniendo en cuenta los inicios artísticos que dieron origen al proyecto, en la escuela de dibujo del Consulado Marítimo y Terrestre, se han propuesto rememorar esa parte primigenia. "Pero no es algo que haya hecho yo, sino que es algo que viene de una dinámica larga y proyectada, ya que había una preocupación enormemente elogiosa de la etapa anterior que era recuperar la imagen previa de lo que es hoy en día es la actuación del Mubag, y todo eso no solo hay que mantenerlo sino potenciarlo", destaca Soler. Todo ello tiene que ver con el puerto y con la imagen de la ciudad. "Luego, estamos abordando el siglo XIX hasta los años XX con Vicente Rodes y Didier Petit de Meurville, recuperando imágenes de Alicante, hasta 1840, pero también nos interesa mucho el ámbito femenino y la familia, y todas esas temáticas citadas", comenta.
"No le pasaba nada al museo. Simplemente que la exposición llevaba varios años sin renovarse y ahora se ha hecho, porque hay que ir moviendo el contenido, reestructurando y reorganizando", afirma Soler, que confirma que para completar ese nuevo discurso contará con los nuevos depósitos del Museo del Prado. El primer título en conocerse ha sido Perdonar nos manda Dios, de Luis García Sampedro. Sin embargo, en total serán diez obras las que llegarán al museo y, según el recuento oficial, con esas piezas se habrán realizado hasta 28 depósitos con el Mubag a lo largo de sus veinte años de historia.
La adecuación que está realizando ahora el Mubag será la segunda en dos años tras la reforma que realizó la anterior corporación provincial para cambiar la climatización del edificio y mejorar las condiciones de conservación de las piezas expuestas y en almacén. Además, sirvió para poner a punto las instalaciones e incluso crear nuevos espacios expositivos con unas condiciones que favorecen esos intercambios con grandes entidades nacionales e internacionales. Unas obras que tuvieron casi un año cerrado el museo. En esta ocasión no ha sido necesaria la clausura, sino que se ha mantenido la actividad. No obstante, el anuncio de la Diputación de Alicante, señalando el Mubag como sede provisional del Museo Thyssen hasta encontrar su emplazamiento definitivo, podría obligar a una nueva adecuación del edificio, si es que estos trabajos no responden precisamente a eso. De momento no ha trascendido nada nuevo sobre esa futura sede del Thyssen en Alicante y ambas partes siguen en absoluto silencio al respecto.
