El lado creativo de la ONU: Los datos de los dramas humanitarios como herramienta de presión 

ALICANTE. Óscar Martínez Díaz, publicista alicantino de 32 años, aterrizó hace algo menos de dos meses en Nueva York para formar parte del equipo creativo de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), donde se encarga de convertir los datos puros y duros de los estudios que realizan en la organización, en mensajes gráficos y audiovisuales con los que remover las conciencias de los dirigentes de todos los países del mundo. “Lo cierto es que trabajo sobre asuntos tremendamente dramáticos”, afirma Óscar. Una tristeza que compensa con la motivación por conseguir que cada vez más países participen con sus fondos en los proyectos. 

Actualmente está creando un vídeo sobre los rohingya, una tribu de Birmania que ha vivido durante siglos en Myanmar y que de unos años a esta parte se ha convertido en el pueblo más perseguido del mundo debido a que, mientras el 85% de la población es budista, esta minoría profesa el islam suní, llevándoles a sufrir infinidad de discriminaciones y actos violentos. “Ahora están huyendo hacia Bangladesh porque les están limpiando étnicamente y estamos reflejando en un vídeo esa tragedia con datos sobre la cantidad de refugiados que se están desplazando, la cantidad de agua y alimentos que necesitan, la ayuda que están recibiendo y la que necesitarán en el futuro”, explica.

 
El objetivo es concienciar y hacer ver a los países que sus inversiones son fundamentales para que la ONU pueda llevar a cabo los proyectos humanitarios con los que está atendiendo a millones de personas en todas estas graves situaciones que se encuentran por todo el planeta. "Al mismo tiempo, estamos elaborando otra pieza sobre el quinto aniversario del tifón Haiyan, el más mortífero de la historia de Filipinas", cuenta. 

Además está difundiendo unos nuevos iconos de la OCHA para ayudar a los trabajadores humanitarios a presentar información relacionada con las emergencias y las crisis de manera sencilla. “Mostramos cuántas crisis existen en estos momentos, cuánto dinero se necesita, cuántos fondos hay, qué dinero aporta cada país, en qué situación está la cifra global que se necesita alcanzar, etcétera” comenta Óscar. Una forma de agradecer el esfuerzo realizado por los países que colaboran, al tiempo que se crea una herramienta para generar presión social para que los países se vean predispuestos a invertir

Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Alicante y después se incorporó a la multinacional Electronic Arts (EA), empresa estadounidense que desarrolla y distribuye videojuegos, entre ellos el de la Federación Internacional de Fútbol, universalmente conocida por sus siglas FIFA. Allí creaba los spots promocionales del propio videojuego, pero, además se dedicaba al mundo audiovisual como freelance para continuar desarrollándose y creciendo. Algo que acabó derivando en la creación de su propia empresa, Loc & Capture, dedicada a la traducción de videojuegos.

Sin embargo, aunque ya tenía asentada su vida en Alicante, obviamente la oferta laboral con la que se topó repentinamente le resultó muy atractiva, tanto por lo enriquecedor que resultaba profesionalmente, además del plus que suponía en el currículum, como por el hecho de vivir toda una experiencia personal tan única e irrepetible. “Todos los días encuentro estímulos creativos por todas partes, hay muchísima diversidad y conozco a personas de todo tipo de países”. Ha encontrado la forma de canalizar profesionalmente esos conocimientos adquiridos hasta la fecha “con un fin último que es solidario y que le da mucho más sentido a todo”. Porque aunque confiesa que "jamás habría imaginado que trabajaría en algo así", lo cierto es que ahora la Gran Manzana cuenta con un trocito de la terreta para hacer del planeta un lugar más humanitario y más sensible.