ALICANTE. Poco más de dos meses ha estado abierto el concurso de acreedores de la empresa ilicitana Ilitia Mediterránea. Declaró el concurso el pasado 12 de julio y el juez lo ha cerrado el pasado 23 de septiembre. El concurso de la mercantil, que se declaró con una deuda de 2,5 millones de euros, acaba como comenzó: sin masa, por lo que los acreedores que se quedan sin la esperanza de poder cobrar al menos una parte de las deudas.
Durante este proceso, el juzgado mercantil no ha nombrado un administrador concursal. La nueva ley permite a los acreedores que representen en 5% del pasivo poder solicitar el nombramiento de un administrador para que presente un informe sobre la situación de la mercantil (asumiendo su coste). Pero no lo han hecho, pese a que entre los afectados estaban importantes entidades financieras; la Tesorería de la Seguridad Social y uno de los clientes de Ilitia, la Universidad de Alcalá de Henares, donde debía prestar el servicio de monitores de deportes a los alumnos.
Con el archivo de la causa, a los acreedores solo les queda la vía de las acciones individuales contra la sociedad (y sus responsables), según figura en el auto que da carpetazo al concurso de Ilitia Mediterránea. La única consecuencia que se produce es el cierre provisional de la hoja abierta a la persona jurídica en el registro mercantil.
La declaración del concurso, en julio, se produjo después de que la empresa protagoniza incidentes con aquellas administraciones con las que tenía la concesión para prestar determinados servicio.
Así, en el caso de la provincia de Alicante, quizás el más conocido sea el de la pisicina de Calp, donde se les rescindió el contrato de gestión de la instalación, o en Cuenca, donde el ayuntamiento ha iniciado ya el procedimiento para la rescisión del contrato a Ilitia, que era la empresa concesionaria de la Escuela Municipal de Voleibol tras los incumplimientos por parte de la misma en lo previsto en los pliegos y en el contrato, principalmente el impago de los salarios de los monitores. Algo parecido ocurrió con las instalaciones deportivas de la Universidad de Alcalá de Henares.
Los problemas que han acarreado estas rescisiones también se han producido en la gestión de las cafeterías de 58 institutos públicos de la Comunitat Valenciana. O, por ejemplo, en la cafetería del centro social Alameda del Mar de Orihuela.
También ganó concursos en dos universidades públicas de Madrid, la Universidad de Alcalá y la Universidad Rey Juan Carlos, en ambos casos para asesorar a los centros en la programación de actividades deportivas, o con el Ejército del Aire, que le ha encargado la gestión de las actividades lúdicas y culturales en el centro recreativo de la base aérea de Los Llanos, en Albacete. El Ayuntamiento de Salamanca se adjudicó en septiembre de 2023 los programas de deporte escolar y los juegos para los estudiantes matriculados.