ALICANTE. El juzgado de lo Mercantil número 1 de València, que tuteló el concurso de acreedores de la promotora Nou Temple, ha admitido la demanda de incumplimiento del convenio presentada por el Banco Sabadell el pasado mes de julio. Como adelantó en su día Alicante Plaza, la entidad ahora con sede en Alicante reclama al grupo de empresas de Vicente Flames un total de 1,4 millones de euros, por el crédito concursal impagado.
El Sabadell 'heredó' el convenio aprobado por la CAM en 2010 junto al resto de bancos y otros acreedores, que aceptaron una quita del 50% y una espera de dos años para empezar a cobrar, con un calendario a ocho años. Aplicada la quita, el crédito ordinario pendiente de recuperar por el Sabadell asciende a los citados 1,4 millones, más una pequeña cantidad como crédito subordinado. En los últimos seis años, en los que la promotora valenciana debería haber afrontado el pago de esta cantidad, el banco no ha percibido ni un solo euro, según explica su representación procesal en la demanda.
La demanda de incumplimiento se dirige contra Promociones Nou Temple SL, una de las tres firmas que formaban parte del grupo de Flames junto a Grupo Temple, Obras, Proyectos y Desarrollos Urbanísticos SL, y Temple Servicios Inmobiliarios (si bien en el concurso se acumularon las tres mercantiles, en las demandas de incumplimiento no ha sido así). Como ha contado este diario, el juez ya mandó a liquidación una de las mercantiles (Grupo Temple) por incumplimiento del convenio de acreedores con una deuda impagada de 1,2 millones. Sin embargo, 'salvó' a las otras dos sociedades en las anteriores vistas de liquidación, instadas por un grupo de pequeños acreedores.
La razón fundamental fue el quantum (la cantidad reclamada no era significativa comparada con la deuda global) y que la empresa consignó parte del dinero justo antes de la vista. El Banco Sabadell, 'heredero' de la CAM en este pufo inmobiliario como en tantos otros, no ha logrado recuperar sin embargo ninguna cantidad por el citado crédito, por lo que solicita al juez que declare incumplido el convenio. La misma medida que adoptó contra esta mercantil hace unos meses la Seguridad Social.
Tal como publicó este diario, la abogada que representa los intereses de la Tesorería General en el concurso reclama cinco años de cuotas impagadas, entre 2011 y 2016 (una vez aprobado el convenio), que sumarían 139.125 euros. La Seguridad Social estima que deben considerarse crédito contra la masa, dado que se generaron tras aprobarse el convenio. Según la Ley Concursal, el impago de tres mensualidades consecutivas a la Seguridad Social ya es motivo de reinsolvencia (el 'concurso del concurso'), por lo que la letrada pedía el pasado abril al mismo juez que liquidase Promociones Nou Temple.
Hasta la fecha, Promociones Nou Temple, que es contra la que se dirigen Sabadell y Seguridad Social, se ha enfrentado a una vista de liquidación de la que salió indemne, a petición del grupo de acreedores vinculados a sus promociones inacabadas en Alicante. También se escapó de la liquidación la tercera mercantil del grupo, Temple Servicios Inmobiliarios, por el mismo motivo: la cantidad reclamada era poco significativa y se consignó poco antes de la vista de liquidación. El juez sí envió a liquidación a Grupo Temple, dado que en este caso el quantum era mucho mayor, 1,2 millones de euros, y la empresa no pudo acreditar su pago.
Ahora, en cualquier caso, las dos mercantiles que se han salvado de la liquidación tienen que demostrar que han pagado la deuda para obtener la sentencia de cumplimiento del convenio y dar por cerrado definitivamente el concurso. Por el momento, Flames no ha hecho ningún movimiento en este sentido, según fuentes judiciales, pero los acreedores podrían exigir por su cuenta esa demostración. De no estar en condiciones de acreditar el cumplimiento (tal como denuncian estos últimos), las empresas se verían también abocadas a la liquidación.
El grupo Nou Temple subió como la espuma entre 2006 y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Con el exfutbolista del Valencia C.F. David Albelda como imagen publicitaria de sus residenciales, la promotora valenciana puso en marcha distintos proyectos en las tres provincias de la Comunitat Valenciana, en Tarragona y en Baleares. La declaración del concurso de acreedores, en junio de 2008, paralizó una treintena de promociones en marcha con más de 1.000 viviendas, que deberían haberse reanudado, según el convenio de acreedores, pero que nunca lo hicieron.