BENIDORM. Más de un mes después, Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà ha adjudicado las obras del IES Pere Maria Orts i Bosch a Constructora San José, de origen gallego y con edificaciones importantes por todo el mundo. El instituto podrá poner fin a años de olvido en el que les enviaron a unos barracones deficientes. Así, el 20 de octubre se constituyó la mesa de contratación para la cual, designaron a Constructora San José como la mejor oferta para llevar a cabo estas obras, entre las 18 empresas que se habían presentado a la licitación.
No obstante, en la última mesa eliminaron a tres de las empresas porque consideraron un precio anormal o desproporcionado su oferta, que no llegaron a documentar su viabilidad, estas son: Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales SAU, denominación actual de la división ambiental de La Generala; Crimsa (Construcciones, Rehabilitaciones, Instalaciones y Mantenimiento SA); y Joca Ingeniería y Construcciones SA.
Como consecuencia, la que mejor puntuación consiguió fue Constructora San José, con 91,84 puntos, con la que supera a ECSA Edificaciones Castello por la puntuación económica: 59,59 frente a 57,65. No obstante, en la puntuación técnica, ECSA queda por encima por solo 61 décimas, según el documento al que ha tenido acceso este diario.
Constructora San José SA ofreció 1.109.280,53 euros, siendo el presupuesto base de la licitación de 1.435.006,39 euros, a lo que había que sumarle otros 301.351,34 euros de IVA. Cabe recordar que las obras está previsto que duren seis meses, que es el plazo que recoge el proyecto.
En éste, tuvieron en cuenta las obras pendientes de ejecutar incluidas en lo que se aprobó en 2008 con Ciegsa, así como el Proyecto Modificado nº1 aprobado por dicha mercantil en el 2013. Incluye las reparaciones en las obras de la Fase 1, encaminados a subsanar las incidencias de la obra ya ejecutada. Lo mismo que en lo que se llegó a ejecutar de la Fase 2, además de trabajos complementarios, tanto en el edificio existente como en su urbanización motivados por la paralización de la obra y su deterioro. Por último, la legalización de todas las instalaciones completas, tanto las ya ejecutadas como las que se quedaron sin terminar.
Hay que recordar que la segunda fase se quedó pendiente puesto que se paralizó al ser abandonada por la empresa constructora en marzo de 2011, con lo que se quedó sólo el 15% que restaba de todas las obras que tenían que hacer para levantar los nuevos edificios.