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reunión en madrid ENTRE LA MINISTRA Y PUIG para afrontar la sequía

El Gobierno promete ampliar la desaladora de Torrevieja: el Consell las quiere todas en marcha 

15/11/2017 - 

MADRID/ALICANTE. La reunión entre la ministra de Medio Ambiente, Isabel García-Tejerina, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, celebrada este martes, ha terminado sin medidas concretas. Bueno, sí, una: la ampliación de la desaladora de Torrevieja, que actualmente produce 40 hectómetros cúbicos de agua, y que el objetivo es que llegue a 80 hectómetros al verano de 2018. La idea es alcanzar los 120 hectómetros. Pero Puig quería medidas más concretas y contundentes, entre ellas, un trasvase del Tajo y que todas las desaladoras de la Comunitat estén a pleno rendimiento, algo que en la actualidad no sucede.

Puig ha presentado con una batería de propuestas, pero al parecer sólo ha recibido respuesta a la cuestión de ampliación de producción de la desaladora de Torrevieja. Las obras medidas propuestas por el presidente de la Generalitat pasan por un plan extraordinario que incluya una trasvase urgente desde el Tajo y la puesta en marcha de todos los recursos de la cuenca del Segura, sobre todo, de los pozos de sequía. "En una situación de crisis tenemos que dar una solución lo más contundente posible", ha subrayado el president.

Paralalemente, ha expuesto la necesidad de adoptar actuaciones estructurales, y a este respecto ha reivindicado que el Plan Nacional del Agua debe incorporar la voz de los regantes valencianos, en especial los de las zonas más afectadas por la sequía, como las comarcas de la Vega Baja, el Vinalopó y el conjunto de la provincia de Alicante

Estas medidas estructurales deben contemplar también la necesidad de incrementar los recursos disponibles, a través de un plan de reutilización de aguas regeneradas que debería plasmarse en un convenio con el ministerio y permitir que la Generalitat sea quien otorgue las concesiones de aguas regeneradas; la utilización de toda la capacidad de las desalinizadoras; la construcción de embalses de cola; un plan de desalobración y la moratoria en las tarifas del agua del trasvase Tajo-Segura que el Gobierno de España aprobó el pasado mes de junio. Igualmente, debería contemplar la agilización de los trámites para permitir que los ayuntamientos limpien los barrancos.

Puig ha subrayado también que se ha abordado la situación de la desalinizadora de Torrevieja, que "está,en estos momentos, lejos de su posibilidad de producción" y cuyo incremento de rendimiento viene reivindicando la Generalitat desde 2016. "Nos han garantizado que, dentro de unos meses, tendrá 40 hectómetros cúbicos más", con lo que se doblará su actual actividad", ha subrayado Puig. El día anterior, Tejerina prometió al presidente de Murcia, Fernando López Miras, que la planta se ampliaría hasta llegar a los 120 hectómetros.

Pero la realidad hídrica es otra. Actualmente, además de la planta desaladora de Torrevieja, que sólo produce 40 hectómetros, hay otras dos en Alicante y una tercera, en Mutxamel. En Valencia está la de Sagunto. Ninguna de las cuatro está a pleno rendimiento. Por eso, desde la Generalitat se reclama que las dos de Alicante aumenten su producción y se pongan en marcha, la de Mutxamel. La de Sagunto podría ayudar a aliviar la situación del Júcar en Valencia. A juicio de la Conselleria de Agricultura, un aumento de la producción evitaría que se usara el agua del Tajo-Segura para el riego y que se destinará íntegramente a consumo.

Es más, consideran desde Agricultura que se podría sacar más partido a los excedentes de los ríos con una planta desalobradora, que podría tratar los flujos del río Segura en la desembocadura. "El tratamiento de este tipo de agua es mucha más barata que la desalación y por lo tanto, más asumible para los regantes", ha asegurado Manuel Aldeguer, director general del Agua de la Generalitat. Así, el agua desalada requiere de 2,4 kilowatios para producir un hectómetro cúbico de agua; el agua desalobrada se puede producir con un kiloeatio", ha añadido Aldeguer. Además de la planta desalobradora y de las desalinizadoras, el responsable de Agua considera que son necesarias un sistema de bombas y canalizaciones para poder distribuir el agua hacia todas las direcciones, que actualmente no existe y, por lo tanto, requieren inversiones.

La Marcha advierte: no caben más trasvases

La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, ha advertido este martes al president de la Generalitat, Ximo Puig, de que no puede pedir una aportación extraordinaria del Tajo al Segura porque "no existe" agua y "los pantanos están en situación alarmante".

"No hay agua", ha subrayado la consejera y se ha referido a la escasa cantidad que contienen los pantanos de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, 233,628 hectómetros cúbicos, el 9,44 % de su capacidad total de embalse, tras volver a perder en la última semana 3,8 hectómetros cúbicos.

No obstante, ha reconocido que les "ha gustado" que están "empezando a escuchar a compañeros y a otros dirigentes de Valencia y Murcia, que empiezan a hablar sobre que la solución para sus comunidades no es mirar al trasvase, no es mirar al Tajo porque no hay agua".

 "Y que esa solución pasa por algo tan básico, como venimos defendiendo desde el Gobierno regional, como las desaladoras, una apuesta decidida por parte del Ministerio, una apuesta real por las desaladoras", ha opinado García Élez. Ha añadido que Castilla-La Mancha no cuenta con ese recurso y cuando los castellanomanchegos miran, ven "los pantanos vacíos".

Con todo, ha insistido en que los dirigentes de la Comunitat Valenciana "se confunden en la petición, ni siquiera pueden pedir agua del Tajo, que el trasvase se ponga en funcionamiento, porque no existe es agua". "Es más, lo que sí que espero es que la contestación por parte del Ministerio es que ahora no se puede, pero ni siquiera cuando se recupere", ha aseverado.

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