ELCHE. Más de 136 millones de euros de facturación y 50.000 bicicletas vendidas. Son las cifras del "gigante" de las bicicletas Mondraker, afianzado en el Parque Empresarial de Elche, al cierre del pasado año 2023. Unas cifras que esperan mantener este 2024 en un año en el que apuestan por la "estabilización" y el asentamiento del mercado tras un espectacular crecimiento tras la pandemia, que contagió la fiebre del deporte al aire libre a la sociedad y, por extensión al del ciclismo de montaña. Así lo señaló ayer su CEO, Miguel Pina, en una jornada acerca del Ocio y Negocio que acogió ayer el Hotel Port Elche, dirigida por la directora de Cedelco, Sol Segura.
El directivo desgranó la trayectoria de la empresa, que vive unos "años dulces" con un modelo de negocio basado, principalmente, en mercado internacional. De ahí viene precisamente el 88% de su volumen de facturación, con el mercado nacional representando apenas el 12%. Pina apunta a dos causas que explican este predominio del mercado internacional frente al patrio. Por un lado, el hecho de vender en prácticamente todo el mundo genera un mercado mucho más amplio que el que es el español en solitario. Por el otro, eso uso de la bicicleta de montaña, como también el la bicicleta de carretera y la urbana, está mucho más extendido fuera de nuestra fronteras que dentro. A todo ello, a preguntas de Alicante Plaza, Pina añade un tercer factor y es que "los 6.799 euros que cuesta nuestro modelo más vendida, no supone el mismo desembolso para un español que para un alemán, por desgracia". La cita de Alemania no es casual, ya que precisamente el alemán es su principal mercado. El pasado enero, hace apenas unas semanas, abrieron su filial de Estados Unidos, con el fin de conquistas también este mercado.
El éxito de sus bicicletas, con los modelos eléctricos y conectados como base de su línea de negocio, le ha llevado a abrir filiales en diferentes partes del mundo con las que gestionar el contacto con las distribuidoras -Mondraker no vende directamente al público-, sino también el servicio de atención al cliente o el servicio post-venta. "Actualmente tenemos una plantilla de 250 trabajadores. Prácticamente toda la plantilla tiene pasión por el mundo de la bicicleta. El objetivo es disfrutar de ese trabajo".
Y es que precisamente esa pasión por la bicicleta de montaña la que le impuso a crear sus propios modelos. Mondraker echó a andar en 2001, tras años dedicados a la distribución de bicicletas de fabricantes de terceros". Es ahí donde la innovación se convirtió en el germen de un modelo de negocio que les ha hecho convertirse en uno de los referentes del sector a nivel internacional, tal y como destacó la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, que inauguró la jornada en Port Hotels.
Sin embargo Pina reconoció que "no ha sido un camino fácil. Tardamos unos años en conseguir el producto que queríamos. Al final, Mondraker nace con el objetivo de conseguir las bicicletas que a nosotros nos gustaría tener. Y para eso teníamos que contratar ingenieros, diseñadores, profesionales que dieran forma a todo eso", señaló. "Pensamos que si queríamos innovar destacar, y ser los mejores, teníamos que hacer bicicletas que supieran hacer cosas que las demás no sabían hacer". Al principio se enfocaron en el mercado nacional, pero tras tres o cuatro años, "vimos que esa dirección no era la adecuada en el mercado nacional. Comenzamos a invertir en I+D, ingenieros, patentes, registros de marcas... En 2009, tras tres años de trabajo interno, lanzamos un producto diferenciado. Nos convertimos en los pioneros de la geometría de las mountain bike modernas. Esto nos trajo una internalización completamente descontrolada. Empezaron a llamaros distribuidores de todos los países. Y tras años de crecimiento, nos llego la madurez en 2015 y 2016 .
Se trata pues de un producto muy de nicho. Mondraker no es una bicicleta para todos los públicos. "Nuestro objetivo no es vender en El Corte Inglés", explicó. Se trata pues de ofrecer "un producto diferente, de muy buena calidad, y para un público muy concreto". Los precios tampoco son para un público general. "La más vendida es el modelo que cuesta 6.799 euros, pero hay bicicletas que llegan hasta los 15.000.
La innovación, por tanto, es trascendental, por lo que el equipo ya trabaja en las bicicletas que veremos en unos años y que Pina asegura que será una auténtica revolución. "Es cierto que una de las limitaciones que tenemos, en cuanto a electrificación y baterías, son las limitaciones que nos dan las pilas actuales. Pero cuando consigamos una batería de pila seca y avanzar en ese cambio, vendrán grandes cambios", augura. De lo que no tiene ninguna duda es de que el futuro pasa "por las bicicletas eléctricas, que han supuesto la democratización de las bicicletas, quitando barreras físicas para que cualquier persona, sea cual sea su estado de forma, pueda usarla". De hecho llegará un momento en el que "cuando te cruces con tu vecino, y te diga que se ha comprado una bicicleta, los dos asumiréis que se trata de un modelo eléctrico".
En cuanto al sistema de producción, Pina apunta que el objetivo es reducir la dependencia de Asia. Actualmente, se producen en Europa el 45% de sus bicicletas, mientras que desde Asia llega el 55%. lo que sí se realiza 100% en España es el ensamblaje, "Las más de 40 partes que componen una bicicleta llegan aquí y se montan, con todo el mimo del mundo", explicó. Así, "conseguimos controlar la calidad y el producto final, aunque la fabricación se realice fuera". Otra de las características de la marca es su apuesta por el embalaje 100% sostenible. "El sector de la bicicleta es 100% verde. Y nos movemos ahí. Todas nuestras cajas son de cartón, y el velcro y las tintas que usamos en las cajas es biodegradable. La sociedad nos lo está demandando. La tendencia viene de Europa", detalló.
Mondraker se ha convertido en una de las empresas más destacadas del Parque Empresarial. Por tanto, los asistentes quisieron conocer su opinión sobre los aspectos a mejorar de esta zona industrial."Estoy de acuerdo con la afirmación (realizada minutos antes por el alcalde, Pablo Ruz) de que es uno de las mejores parques industriales de Europa. Viene mucha gente de nuestro sector vienen aquí a menudo y el parque empresarial llama la atención. Pero cuando llegan aquí lo que más en falta echan es la conectividad del Parque con el resto de ciudades y emplazamientos de alrededor. Con Elche está bien comunicado, pero con el resto está desconectado. Hay un plan de movilidad, con llevarlo a cabo ya tendríamos esto solucionado. Y esa falta de entendimiento entre Elche y Alicante se evidencia. Toda la gente que viene (en tren o autobús) o tiene un coche o no hay una opción de llegar hasta aquí. Esto en Europa está en otra fase. Es lo único que nos falta", concluyó.
