¿Se acuerdan de aquella escena de la película de los hermanos Marx “Una noche en la ópera” donde Groucho se pone a leer un contrato y recita “ la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte”? Con esta escena del año 1935 se denunciaba lo absurdo de algunas situaciones. En concreto, se hace una crítica tan absolutamente disparatada como certera al lenguaje técnico y la burocracia.
Cada vez que alguien dice las palabras informe y consenso en el tema del nuevo Palacio de Congresos de Elche me viene esta escena cinematográfica a la cabeza. Ya llevamos tres años con el temita y lo que nos queda.
Han surgido dos variables; el segundo palacio de Congresos de Alicante y la necesidad de hacer informes y generar “consenso”. Ya llevamos un informe, elaborado por la Universidad Miguel Hernández y con carencias fundamentales, (posiblemente no se hizo la solicitud con las directrices más adecuadas).
Salta ahora a la actualidad la petición de un segundo estudio que pidió ayer el representante de la CEV en Alicante, Perfecto Palacio, “un informe de demanda”.
Lo expuso en el marco del Debate sobre el Estado de la Ciudadanía que se ha celebrado esta semana y añadió “la ciudadanía merece soluciones”, en referencia a este polémico asunto que no debería serlo. A esta intervención del representante de la CEV en Alicante yo le añado otra frase: Lo que la gente merecemos es que los políticos y los burócratas dejen de crear problemas donde no los había.
Voy a recordar rápidamente de donde viene este hipotético Palacio de Congresos para Elche. Precampaña electoral de 2019. El entonces presidente de la Diputación César Sánchez, tras el éxito del proyecto que hizo la administración provincial en Elche la anterior legislatura, la restauración del sendero del pantano, lanza la promesa preelectoral de que la Diputación construirá un auditorio en Elche. El PSOE contraataca en los mismos términos de precampaña electoral y sube la apuesta; de acuerdo pero en el barrio donde está mi nicho de votos, Carrús. Pablo Ruz, ahora senador popular, entonces candidato a la alcaldía, sumó al asunto su propia propuesta, que se instalara en Candalix.
Lo que siguió después ya lo saben, César Sánchez acabó en otra lista y Carlos Mazón ha heredado una promesa que nadie pidió y unos y otros no saben cómo salir de ella. Cuando ayer Perfecto Palacio dijo que nos merecemos soluciones yo pensé que me daría por satisfecha si al menos no nos dan problemas.
Ya nos han creado uno y gordo, la ubicación. No sabemos qué se va a hacer, cómo, ni para qué y estamos discutiendo y pidiendo consenso para la ubicación. No se engañen, esto nos es más que la parte contratante de la primera parte. ¿Alguien hizo un referéndum ciudadano para decidir dónde se iba a ubicar Elche Parque Empresarial? ¿Cuántos estudios se pidieron?¿Alguien hizo una consulta para decidir dónde se iba a situar la universidad?¿Para el actual Centro de Congresos de Elche? Y ¿cuánto consenso hubo? ¿Consenso es que todos estén de acuerdo o la mayoría?¿Cómo se va a medir?
Contesto yo. Ni se hicieron informes de ese tipo, ni se buscó más consenso que lo que decidió el gobierno del momento legitimado por las urnas para decidir. Porque lo importante no era dónde sino qué, cómo y para qué, y el lugar lo determinaron posteriormente las necesidades arquitectónicas, las posibilidades urbanísticas, las conexiones y la oportunidad.
El alcalde, prudente siempre, a veces de más, se ha tenido que tragar un informe como un sapo que dice que el lugar posicionado en el número 1 para ubicar en Elche un nuevo Palacio de Congresos es el Parque Municipal.
El buque insignia del palmeral de Elche y de la declaración como Patrimonio de la Humanidad, con un suelo edificable del 2% de su extensión total y con mil condicionantes relacionados con el Plan General de Ordenación Urbana, la Ley del Palmeral, anterior y la nueva, y la declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Repito, probablemente no se les explicó bien el asunto a los redactores del informe.
Y otra cosa, alguien tenía que haber indagado sobre de quién es el suelo. El Parque Municipal no es del ayuntamiento en sentido estricto. Lo disfrutamos, podríamos decir, a cambio de una especie de canon anual que ahora mismo ronda entre 20 y 40 euros al año. Se paga al Obispado pero este asunto tiene detrás una historia preciosa que antes se contaba pero que ahora para conocerla hay que ir a la Cátedra Pedro Ibarra. El Parque está integrado en el Vinculo del Doctor Caro, un ilicitano que hace siglos, en el XVII para ser exactos, dejó sus bienes a su nieta y si ésta no tenía descendientes a la Virgen María. Eso pasó y aunque el testamento fue impugnado en 1710, la Audiencia Real de Valencia dictaminó que los bienes del vínculo eran de la Virgen y serían gestionados por la Cofradía de la Asunción. En la actualidad el vínculo lo gestiona una comisión de la que forma parte el alcalde de Elche de cada momento, el arcipreste de Santa María y un administrador.
