ALICANTE (EFE).- El forense Fernando Verdú ha sostenido este martes que no puede descartarse que María del Carmen Martínez, viuda del que fuera presidente de la extinta CAM Vicente Sala, sobreviviera 45 minutos a los disparos que le causaron la muerte en Alicante el 9 de diciembre de 2016.
Verdú, que dirigió la primera autopsia a los cadáveres de las tres menores de edad asesinadas en Alcàsser en 1993, ha ratificado esta mañana ante el juez José Luis de la Fuente el informe pericial que ha elaborado sobre este crimen por encargo de la acusación particular.
Según fuentes de dicha acusación, que ejerce el primogénito de la familia Sala-Martínez, Vicente Sala, Verdú ha rebatido durante su comparecencia el informe forense presentado por la defensa de Miguel López, yerno de la fallecida y único investigado por su muerte.
El catedrático de la Universidad de Valencia considera que no existe base científica alguna para afirmar que los disparos que acabaron con la vida de Martínez se produjeron a las 18.55 horas, como sostienen los peritos de la parte contraria.
La conclusión de los forenses de la defensa suponía la exculpación del presunto asesino, quien se encuentra en libertad bajo fianza desde hace más de un año.
El sumario del caso refleja que Mari Carmen Martínez, de 72 años, falleció sobre las 19 horas del 9 de diciembre de 2016 tras recibir dos disparos en la cabeza en el lavadero del concesionario de coches Novocar, propiedad de la familia y administrado entonces por López. El sospechoso había abandonado el negocio antes de que los empleados encontraran a su jefa malherida y ensangrentada, como demuestra las imágenes de una cámara de seguridad ubicada en una avenida cercana, que le captó circulando con su coche a las 18.38 horas.
Los forenses de la defensa aseguran que la mujer no pudo sobrevivir más de diez minutos a los disparos, pero Verdú ha mantenido este martes ante el juez que existen antecedentes de casos en los que se ha constatado una supervivencia superior a los 45 minutos por lesiones similares, según las fuentes consultadas.
De hecho, en su opinión, la "mecánica" de las heridas que presentaba el cadáver de la viuda de Sala le hace inclinarse por la hipótesis de que recibió los tiros antes de que Miguel López se marchara del concesionario, tal y como recoge el sumario. La ratificación del informe de Verdú es una de las últimas pruebas que quedan por practicar para concluir la instrucción del asesinato, antes de que el magistrado decida si archiva el proceso o lo remite a la Audiencia de Alicante para la celebración de un juicio con jurado.
El titular del juzgado de Instrucción 7 de Alicante ha recibido ya los últimos análisis de ADN solicitados por la Fiscalía sobre los restos genéticos de UN varón encontrados en una mano de la fallecida y el casquillo de una de las balas homicidas. Los especialistas ya descartaron en informes anteriores, el pasado año, que esos restos correspondieran a Miguel López y han determinado ahora que uno de ellos, el hallado en el proyectil, pertenece a un individuo no identificado, según han confirmado fuentes jurídicas.
Esos perfiles genéticos han sido cotejados recientemente con las muestras biológicas tomadas a policías, sanitarios y empleados del concesionario que estuvieron físicamente en la escena del crimen minutos después de que éste se produjera. El ADN masculino hallado en la mano izquierda de Mari Carmen Martínez es de uno de los miembros del equipo médico que la asistió en el lavadero de Novocar, pero el descubierto en el casquillo de bala no corresponde a ninguno de los testigos sometidos a examen.