ALICANTE (EFE). El exasesor municipal contratado por el equipo de Gobierno del PP, Miguel Ángel Redondo, ha asegurado que el PSPV-PSOE contactó con la tránsfuga Nerea Belmonte y un concejal de Ciudadanos (Cs), Juanfran Escudero, para intentar que los socialistas retuvieran la alcaldía de Alicante antes de que se produjese la dimisión del socialista Gabriel Echávarri.
En declaraciones a Efe, Redondo sostiene que él mismo desempeñó labores de intermediación entre el exsenador y militante socialista Ángel Franco, a quien atribuye el control de la agrupación local socialista, y ambos regidores, pero rompió su colaboración con él y acabó siendo contratado meses más tarde como asesor por el nuevo alcalde, el popular Luis Barcala.
El edil de Ciudadanos (Cs) aludido, Escudero, ha negado por su parte a responsables de su partido que se reuniera con Franco para negociar su posible apoyo al PSOE, según fuentes de Cs, que poco antes habían manifestado desconocer los hechos y que incluso habían llegado a anunciar una investigación interna, según recoge Efe.
Por su parte, Belmonte ya reveló en el pleno siguiente a la investidura de Barcala que le habían ofrecido un sueldo de 3.500 euros y un puesto en las listas electorales para que apoyara a la candidata socialista, Eva Montesinos, hechos que investiga la Fiscalía Anticorrupción.
La contratación posterior de Redondo por el PP está siendo investigada por la Fiscalía en el marco de otras diligencias independientes incoadas tras una denuncia de la oposición, que considera el contrato de Redondo como una contraprestación al voto en blanco de Belmonte que permitió a Barcala acceder a la alcaldía el pasado mes de abril, en detrimento de la socialista Eva Montesinos.
Según los denunciantes, el nuevo alcalde del PP le contrató en realidad para que ejerciera como asesor de la regidora no adscrita. El fiscal encargado de esas últimas pesquisas, José Llor, ha citado esta semana al exasesor, que fue despedido por Barcala apenas unas semanas después de su fichaje, para poder interrogarle como testigo.
Redondo ha adelantado este martes a Efe detalles de esa futura declaración, entre ellos que Ángel Franco buscó el apoyo de Belmonte y Juanfran Escudero a un nuevo alcalde socialista ante la inminente dimisión de Gabriel Echávarri.
Esos contactos se iniciaron, siempre según la versión del exasesor, en noviembre del pasado año, justo después de que una juez procesara a Echávarri y a dos de sus asesores por supuesta prevaricación en el llamado caso Comercio.
En un momento dado, siempre según su versión, "se pusieron sobre la mesa los nombres de Nerea Belmonte (expulsada de Podemos y de la coalición Guanyar Alacant) y de Juanfran Escudero, porque estaba descontento con Cs".
Redondo mantiene que él hizo de intermediario entre el exsenador socialista y ambos ediles, e incluso llegó a trasladar a Franco esa misma tarde en coche a la urbanización de Escudero para que mantuviera allí, en una zona ajardinada, una reunión a solas con él.
El exasesor señala que zanjó su colaboración con el exsenador socialista tras conocer que disponía de "un dossier" sobre su persona, al tiempo que vincula su posterior fichaje por el PP a los "contactos" que había demostrado en los meses anteriores.
Sobre su contratación, ha indicado que se ha limitado a "cumplir exclusivamente las órdenes" de Barcala, del concejal de Infraestructuras y Mantenimiento, Israel Cortés, y del jefe de gabinete de Alcaldía, Vicente López, y se ha mostrado "descontento con el trato recibido".
Por otro lado, ha reconocido que no existen informes escritos de su labor en el consistorio porque esa tarea compete a los técnicos, pero ha retado a Eva Montesinos, que los ha solicitado de forma oficial, y al resto de partidos a que presenten los de sus propios asesores. "Voy a ser muy franco con el fiscal", ha repetido hasta en tres ocasiones Redondo, antes de prometer que va a "contar toda la verdad sobre lo ocurrido".