ALICANTE. Una vez más y van tres. El Elche ha respaldado la candidatura de Javier Tebas a la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
El abogado era proclamado "provisionalmente presidente" de la LFP este miércoles, tras la reunión de la comisión electoral en la que se constataba que la de Tebas era la única candidatura con avales suficientes para poder formalizarse. Entre esos avales se encontraba el del club franjiverde que en esta ocasión optaba por guardar silencio al respecto, no queriendo confirmar a este medio lo anterior a diferencia de lo ocurrido hace tres años.
De origen costarricense y nacionalidad española, Tebas renunciaba días atrás a una presidencia que ostentaba desde 2013, tras una primera reelección en 2016. Lo hacía cuando le restaban diez meses de mandato para, según su versión, evitar que el proceso electoral se viera afectado por el nuevo concurso para la explotación de los derechos audiovisuales de los clubes que se ha de poner en marcha en poco más de un año. En los próximos días está previsto que la citada comisión electoral le proclame presidente de manera definitiva.
El descenso administrativo de 2015 enturbió notablemente las relaciones entre Tebas y el club del Martínez Valero que recurrió sin suerte la decisión del Juez de Disciplina Social de la LFP (ante el Tribunal Administrativo del Deporte primero y el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 9 después, encontrándose a día de hoy a la espera de que se pronuncie la Sala de los Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo). No obstante lo anterior, el Elche avaló en octubre de 2016 la candidatura de Tebas, una decisión que fue muy criticada por la masa social pero defendida por la entidad con su entonces presidente Diego García al frente.
Es precisamente el abogado ilicitano el que empezó en ese momento a tender con la patronal unos puentes que hoy son todavía más fuertes gracias a la rebaja de la deuda con la Agencia Tributaria y al cumplimiento por parte del Elche de otras obligaciones como las contraídas a cambio de los sucesivos incrementos del límite salarial. Para esto último ha resultado clave el papel de José Sepulcre que tras su regreso a la primera línea adoptó otras decisiones bien recibidas por la LFP como el fichaje de Patricia Rodríguez como directora general. Además, la patronal de los clubes tuteló (en su fase embrionaria) los contactos entre Christian Bragarnik y el expresidente para la venta de la mayoría accionarial.
