ALICANTE. El Elche se reencontrará el próximo viernes por primera vez desde el ascenso a Primera con el gran artífice de la resurrección deportiva del club, José Rojo 'Pacheta', ahora técnico del Huesca, rival directo en la lucha por la permanencia.
El entrenador burgalés apenas estuvo dos temporadas y media en el club ilicitano, en las que más allá del éxito deportivo (dos ascensos y una permanencia en Segunda) se convirtió en el líder del vestuario y en ídolo de la afición con un discurso directo y sincero que desde el primer momento caló.
Para hacer frente a la gigantesca sombra de Pacheta, el Elche apeló al único entrenador en los tiempos modernos que aún puede estar por encima de él, Fran Escribá, quien también logró un ascenso a Primera además de dos permanencias en la máxima categoría.
El burgalés y el valenciano, que se enfrentarán por primera vez en la élite, son dos de los pocos entrenadores que han salido del club ilicitano por la puerta grande y ganarse un hueco en el olimpo del Elche en el último cuarto de siglo.
El pasado 25 de agosto, apenas dos días después de que el Elche lograra contra todo pronóstico el ascenso a Primera en el campo del Girona, el consejo de administración del club ilicitano, al que había llegado hacía solo unos meses el agente futbolístico argentino Christian Bragarnik, anunciaba la no continuidad de Pacheta.
La decisión dejó en estado de shock en la afición, que había convertido al técnico burgalés en su gran referente deportivo y en la voz y la cara del proyecto, solo por debajo en el altar del seguidor ilicitano de Juan Francisco Martínez 'Nino', máximo goleador histórico de la entidad.
Ni siquiera el rápido nombramiento de un sucesor de prestigio, como el argentino Jorge Almirón, logró frenar la sensación de sorpresa y decepción que causó la decisión del máximo accionista.
Bragarnik tenía tomada la decisión desde hacía meses, ya que quería darle al equipo un impulso deportivo, pero tras el ascenso, y durante algunas horas, llegó a dudar, aunque finalmente mantuvo su hoja de ruta.
Aún con la resaca de la fiesta del ascenso, la no continuidad de Pacheta no se convirtió en una ola de protestas, sino de agradecimientos al entrenador burgalés, quien ya forma parte del libro de oro del club.
El técnico, que llegó en febrero de 2018 al equipo, que militaba en Segunda B y en plena crisis deportiva, logró en dos años y medio dos ascensos y revalorizar a gran parte de los jugadores que tuvo bajo su tutela, como Edgar Badía, Gonzalo Verdú, Pere Milla y Josan Ferrández, entre otros, o los traspasados Gonzalo Villar (Roma), Juan Cruz (Osasuna) y Óscar Gil (Espanyol).
En cualquier otro contexto deportivo, casi toda la afición del Elche desearía la permanencia del Huesca por la afinidad con Pacheta, pero esta temporada ambos equipos parecen condenados a jugarse una plaza, por lo que no parece posible repartir los afectos.
A pesar de su salida, Elche ha seguido muy pendiente de la actualidad del técnico. El alcalde de la ciudad, Carlos González, participó en el homenaje que se le realizó en su pueblo natal, Salas de los Infantes. Además, el preparador fue distinguido el pasado mes de octubre con la Medalla Plata del Bimilenario, una de las distinciones más relevantes de la ciudad, con motivo de la celebración del Nou d’Octubre.
El técnico también dejó memoria de las experiencias vividas en el Elche en el libro 'Un equipo honesto. Así ascendimos a Primera', escrito junto a Juan Carlos Cubeiro, obra devorada por los seguidores ilicitanos.
En el colmo de las paradojas, el Elche se enfrentará al Huesca de Pacheta en una final por la permanencia. Si gana el técnico burgalés, cuyo equipo marca la zona de descenso, el conjunto ilicitano, situado a dos puntos, caerá en descenso. Pero si el vencedor es el Elche el que quedará tocado en el gran ídolo.
