ALICANTE (EFE). El Elche se reencontrará este sábado en partido oficial con el Villarreal B, equipo ante el que consiguió su último ascenso a Segunda División hace cinco años y ante el que comenzó una nueva etapa dorada de su historia.
El filial del Villarreal fue el último rival al que tuvo que superar el Elche, entonces entrenado por José Rojo ‘Pacheta’, para lograr el ascenso en la promoción de la temporada 2017/18, en la que ambos equipos militaban en Segunda B.
Ambos conjuntos, que igualaron en sus partidos de la Liga regular (0-0) y mantuvieron una dura pugna por la segunda plaza hasta la última jornada, se enfrentaron en la decisiva eliminatoria final tras haber superado dos rondas.
El Elche venció (2-0) en el primer partido, disputado en el Martínez Valero, gracias a los goles de Iván Sánchez, en la primera parte, y Nino, en la segunda.
El filial tuvo sus opciones, ya que el portero del Elche, José Juan, detuvo un penalti a Dalmau.
En el partido de vuelta, el filial del Villarreal, con jugadores como Morlanes, Pau Torres o Chukwueze intentó la remontada, pero el tempranero gol de Benja puso muy de cara el ascenso a los ilicitanos.
El conjunto de Miguel Álvarez ganó con dos tantos de Mesa, pero fueron insuficientes y el Elche pudo salir de Segunda B y quebrar una dinámica negativa en la que había caído el club tres años antes con el descenso administrativo de Primera.
A pesar de no existir muchos precedentes, los duelos ante el filial del Villarreal han dejado huella en la historia del Elche.
Una derrota ante el Villarreal B por (2-0), en el curso 2011/12, puso fin a la etapa de José Bordalás en el Elche, al que llevó a una promoción de ascenso e hizo líder durante gran parte del campeonato esa temporada.
De nuevo el filial se cruzó en el camino del Elche en el curso 2009/10, frenando una remontada histórica del equipo ilicitano en su camino a Primera al ganar (2-3) en el Martínez Valero.
El Elche, que llenó el estadio para este encuentro, tenía la opción de situarse en zona de ascenso a siete jornadas del final tras haber estado en la última posición de la tabla en los primeros meses de competición.
La llegada de Bordalás reactivó al equipo y a la afición ilicitana, que se ilusionó con el ascenso directo tras una segunda vuelta espectacular, pero este traspiés el Elche volvió a distanciarse a cuatro puntos de la cabeza, diferencia que ya no tuvo tiempo de recuperar.
