ALICANTE. El Elche se pone en guardia. El club franjiverde empieza a contemplar la posibilidad de que Pere Milla termine fichando por otro equipo, lo que a ojos de la entidad del Martínez Valero equivaldría a una rescisión unilateral y sin causa justa del contrato que entiende que no expira hasta junio de 2023 por haberse prorrogado la duración del mismo por un curso con la reciente permanencia en LaLiga Santander, algo que el jugador ilerdense no comparte: este defiende que tanto de la literalidad como del espíritu del mismo no cabe concluir precisamente que se haya extendido de manera automática su duración, de ahí que hasta se haya despedido del franjiverdismo.
Un buen ejemplo de que el Elche contempla lo anterior es la comunicación formal que le ha hecho al Valencia, advirtiéndole de que está decidido a reclamar judicialmente tanto a Pere Milla como al club que firme con él antes de enero de 2023 una indemnización equivalente al importe de la cláusula de rescisión que se contempla en el ya tristemente famoso contrato (según COPE Elche la misma asciende a 12 millones de euros), más los correspondientes intereses. La entidad franjiverde ha hecho lo anterior porque es consciente de que el director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Corona, tiene al delantero ilerdense en su agenda. Es verdad que el peculiar funcionamiento del club che (el peso que tiene el portugués Jorge Mendes en las decisiones de Peter Lim) convierte en relativo el riesgo de que el interés en Pere Milla se traduzca en un fichaje, pero el Elche prefiere dejar las cosas claras de antemano.
La entidad franjiverde, por medio de su propietario Christian Bragarnik, le trasladó semanas atrás a Egoitz Basurto, el agente del futbolista, una oferta de contrato de tres campañas, pero con una remuneración es sensiblemente inferior a los 1,6 millones de euros que Pere aspiraría a percibir por curso.
