ALICANTE. El Hércules no abrirá al público el Rico Pérez el domingo por la mañana con motivo de su partido de Liga ante la Peña Deportiva, pero podría hacerlo perfectamente: siempre que no se superen las 400 personas, el club tiene libertad para hacerlo; no necesita contar con autorización de Salud Pública.
Así lo establece la regulación de la conselleria de Sanitat (su resolución de 17 de agosto) que expresamente invoca la directora general de Salud Pública en la resolución del 28 de octubre por la que le deniega al club blanquiazul la solicitud para hacer uso del 50% del aforo del estadio con motivo del partido de este domingo: para eventos con una concurrencia máxima de 400 personas no es necesaria autorización. Si se desea que sea mayor (hasta un máximo del 75% del aforo ordinario) entonces sí se ha de obtener. El Hércules quería más de 400 personas en su estadio el domingo y lo solicitó, recibiendo como contestación la negativa de Salud Pública con base a un informe Subdirección General de Epidemiología, vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental fechado el día anterior sobre la situación epidemiológica en el municipio de Alicante y en el que se concluye que existe un "riesgo alto" de transmisión del Covid-19.
La opción de abrir el Pedro Ferrández a solo 400 personas también la tuvo la Fundación Lucentum el pasado jueves sobre la mesa, después de conocer horas antes que Salud Pública (su resolución está firmada electrónicamente solo unos segundos antes que la del Hércules) revocaba la autorización que le había concedido el día 19 para que pudieran asistir 500 personas a su partido frente al Bahía de San Agustín. La Fundación lo descartó, pues el número de entradas reservadas a sus abonados era ya de 400 y a esa cifra había que sumarle jugadores y 'staff' técnico de ambos conjuntos, los árbitros y todo el personal implicado en la apertura del Pedro Ferrándiz... Es decir, hubiera tenido que dejar fuera a abonados que contaban con entrada para que el número de personas presente en el pabellón no excediera las 400.
También un informe de la citada Subdirección General de Epidemiología, vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental, solo que sobre la situación epidemiológica en Alcoy, sirvió a Salud Pública para denegar al Alcoyano la petición de que hasta 1.900 personas (40% del aforo) se dieran cita en El Collao con motivo de su partido ante el Ibiza del pasado domingo (la solicitud la cursó días antes de que un positivo en el vestuario blanquiazul obligara a aislar a todo el equipo y al aplazamiento de ese choque). Al igual que en Alicante, el riesgo en Alcoy también era alto. No así en La Nucía donde se autorizó por Salud Pública para la tarde del domingo la presencia de 800 espectadores en el estadio Olímpico Camilo Cano con motivo del encuentro de Liga entre el equipo local y el Villarreal B.
Partiendo de la base de que, de manera paralela al auge electoral de los populismos de derechas e izquierdas y no solo por culpa de la pandemia, hace tiempo que la seguridad jurídica dejó de ser uno de los fuertes de Estado, Autonomías y Entidades Locales (salvo honrosas excepciones), no existe 'acuerdo' alguno de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud prohibiendo la presencia de público en partidos de deporte no profesional (de ahí que la directora general de Salud Pública no haga referencia al mismo en sus resoluciones), tal y como alegaban el lunes desde Sanitat para tratar de justificar que fuera posible que a la misma hora en la que no podía haber 500 personas en el Pedro Ferrándiz sí pudieran darse cita hasta 750 (el 75% del aforo) en el Teatro Principal de Alicante para asistir a la representación de una obra.
Tampoco los encuentros de Segunda B o Liga LEB, por poner solo dos ejemplos, se ven afectados por la 'obligación' de jugar a puerta cerrada dictada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) meses atrás, pues esta solo rige para partidos de equipos de la Liga de Fútbol Profesional y de la Asociación de Clubes de Baloncesto (y solo porque las Comunidades Autónomas (CCAA) le 'cedieron' al Estado en primavera el poder de decisión al respecto). Además, el protocolo anti-Covid del CSD se limita a 'recomendar' pero es que en ningún caso queda por encima de lo que dicten las CCAA (tampoco el de las diferentes Federaciones) y mucho menos existe a día de hoy decisión administrativa/norma emanada de la Generalitat Valenciana que obligue a jugar a puerta cerrada en Alicante un partido como el del viernes pasado entre el HLA Alicante y el Palmer Alma Mediterránea Palma o el del próximo domingo entre el Hércules y la Peña Deportiva o en Alcoy uno como hubiera sido el del pasado domingo entre el Alcoyano y el Ibiza de no haberse aplazado por el aislamiento del equipo de Vicente Parras .
Sí existe un acuerdo del Consell de 19 de junio y sendas resoluciones de 24 de julio y 17 de agosto de la conselleria de Sanitat que regulan la presencia de público (se permite la concurrencia de hasta 400 personas sin necesidad de autorización; a partir de esa cifra y hasta un máximo del 75% del aforo ordinario, sí es necesaria autorización), pero eso es muy distinto. Como también lo es ahora mismo encontrarse en el municipio de Alicante, Alcoy o La Nucía a hacerlo en el de Orihuela o Elche, entre otros de la Comunitat en los que, ante el elevado grado de transmisión comunitaria de covid-19 y por resoluciones de la conselleria de Sanitat de 16 y de 30 de octubre, la concurrencia de personas en partidos de deporte no profesional está limitada al 50% del aforo de la instalación de que se trate y, en todo caso, a un máximo de 30 personas en recintos cerrados y de 100 en abiertos (ese es el máximo de personas que se pudieron dar cita en Los Arcos el domingo 25 de octubre con motivo del Orihuela-Alcoyano).