ALICANTE. La Diputación y el Ayuntamiento de Alicante ponen el contador en marcha para convocar el concurso sobre la redacción del anteproyecto del centro de congresos promovido por las dos administraciones en terrenos del Puerto de Alicante. El lanzamiento de su convocatoria ya solo queda pendiente del beneplácito de los departamentos de Intervención, Secretaría y Contratación de la institución provincial, según se concretó este martes, después de que, a finales de mayo, se cuadrasen las bases con las que se regirá esa licitación, como avanzó este diario.
Ahora, además de las condiciones ya conocidas respecto a la superficie ocupada y la capacidad de sus salas principales, comienzan a precisarse algunos de los parámetros básicos a los que deberá ceñirse todo gabinete de arquitectura que esté interesado en presentar propuesta para asumir el encargo. Entre ellos, su altura. Las bases de la licitación especifican que el edificio no podrá rebasar en ningún caso las medidas de otro inmueble situado en el mismo sector de Poniente: el de Panoramis. Con esa directriz, el edificio no podría exceder del equivalente a dos plantas sobre rasante.
Ese límite responde a un objetivo que tanto la Diputación como el Ayuntamiento han considerado prioritario: que la futura construcción no conforme una barrera física que impida la visión del mar desde Alicante, y que tampoco constituya un obstáculo para contemplar el skyline de la ciudad desde el agua. Eso sí, esa condición quedaría compensada con la posibilidad de que el edificio congresual pudiese crecer desde el subsuelo con el fin de que se pudiese contar con el espacio necesario para encajar el auditorio del gran salón de actos que se ambiciona, con aforo para 2.500 personas.
Así, entre las bases del concurso también se posibilita que se presenten propuestas de diseño con hasta dos niveles de sótano como máximo, en las que podría darse cabida a instalaciones ligadas a su uso turístico o a la disposición del área de aparcamiento. Se trata, en todo caso, de una posibilidad que queda abierta a la planificación que pueda plantear cada gabinete de arquitectura, de modo que no implica que necesariamente el diseño a escoger recoja esas dos plantas soterradas, ni que se tengan que reservar de manera forzosa como zona de parking. Cada gabinete tendrá libertad para ordenar su propia propuesta, siempre que se ciña a ese marco de directrices básicas.
Al margen de ello, en las bases de la convocatoria también se establece que el edificio (o conjunto de edificios modulares, como se ha concebido el edificio del Distrito Digital del muelle 5) estén rodeados de manera íntegra por un pasillo peatonal sobre el que se pueda pasear, de modo que se pueda recorrer todo su perímetro. Así, quedaría descartada la posibilidad de que la infraestructura quede posicionada junto al límite de los muelles, extendiéndose hasta la lámina de agua.
De igual modo, entre las condiciones del concurso, también se plantea que el futuro edificio aporte una solución arquitectónica capaz de mejorar la perspectiva que ofrece el edificio del centro de negocios Panoramis en su fachada más próxima a los muelles 7 y 9, de modo que se pueda ofrecer una imagen mejorada en la primera vista de la ciudad desde el mar para los cruceristas que recalen en Alicante.
A priori, el lanzamiento del concurso debe acordarse en el margen del próximo mes, siempre que las tres áreas técnicas de la Diputación ya citadas no requieran de algún tipo de subsanación. Así, se prevé que se pueda seleccionar al gabinete redactor del anteproyecto antes de que concluya 2022 con la ventaja de que, con ese documento, ya se dispondrá de un esqueleto técnico (y no solo un borrador) sobre el diseño del inmueble. De ese modo, se acortarían los plazos para licitar la ejecución de sus obras, para las que hasta ahora se ha aventurado un posible inicio en torno a los meses de mayo y junio de 2023.
Las bases del concurso establecen que el diseño del futuro edificio deberá contemplar un pasillo peatonal que permite pasear y rodearlo en todo su perímetro
Ahora bien, el cumplimiento de ese calendario queda sujeto a otro trámite previo: la modificación de la ordenación urbanística del Puerto que resulta necesaria para encajar el centro de congresos. Con ese anteproyecto, se podría concluir la tramitación de las modificaciones del Plan Especial del Puerto y de las Delimitaciones de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), al disponer de sus dimensiones exactas, y no solo el avance con el que se ha iniciado el procedimiento, a partir de la colaboración existente entre Diputación, Ayuntamiento y el propio Puerto. Con todo, lo cierto es que el mismo presidente de la Autoridad Portuaria, Julián López, apuntó -en una entrevista concedida a este diario- que, probablemente, la ratificación de esa reordenación urbanística interna podría demorarse hasta otoño de 2023.
En paralelo, el Ayuntamiento de Alicante, en coordinación con la Diputación y la Autoridad Portuaria, debe abordar la planificación de los accesos al futuro complejo mediante la redacción de un estudio de movilidad en el que se concreten distintas alternativas de itinerarios, al margen del tránsito por la avenida Perfecto Palacio de la Fuente: la vía de acceso más lógica. En principio, quedaría descartada la posibilidad de un acceso directo desde la A-31 que cruzase sobre terrenos afectados por la zona aduanera del Puerto, aunque sí se podría contemplar el uso del vial que discurre a espaldas de Casa Mediterráneo.