ALICANTE. El diseñador de moda alicantino (Bigastro, 1994) fue uno de los concursantes más polémicos de la primera edición de Maestros de la Costura, el talent show que emite La 1 de Televisión Española. Su participación hace un año en el concurso televisivo le ha dado muchísima popularidad y le ha abierto las puertas del sector, aunque asegura que allí solo aprendió a manejarse en la televisión, ya que todo lo que sabe al respecto lo aprendió durante sus estudios en la Escuela Superior de Imagen y Diseño de Barcelona. Aunque no ganó, sí acumuló expectativas, las cuales se vieron plasmadas en una primera colección, Demencia es nombre de mujer, en la que además quiso dejar constancia de su alter ego como vedette. Ahora lanza Ukomavu, que en idioma swahili significa madurez. Se trata de su segunda colección, con la que además desarrolla un proyecto solidario, en colaboración con el Consistorio de su localidad natal.
Sus últimos trabajos beben de la cultura africana. Recientemente diseñaba un 'foulard solidario' con el que ha recaudado fondos para la ONG Karibu, junto con el actor Asier Etxeandia, para ayudar a salir de la exclusión social a mujeres con alguna discapacidad o enfermedad en países donde la mujer ya sufre una importante desigualdad. El complemento forma parte de su última colección, que ya presentó en enero durante la semana de la moda de Madrid y que le ha dado pie a desarrollar otro proyecto colaborativo en su pueblo. "Hay mucho talento en Bigastro, pero la gente se tiene que marchar fuera, así que he querido reunir en un proyecto común a toda esa gente que está en otras ciudades o países", explica Eduardo Navarrete. La colección no está todavía a la venta, porque se encuentra inmerso en plena campaña de producción fotográfica. Un proceso que está dirigiendo el propio diseñador junto con María José Lopez Robles, para el que se ha contado con Gora Ndiaye y Bintou Diawra. Dos inmigrantes que han llegado recientemente a España y que ahora se ponen como modelos ante los objetivos fotográficos de Pablo Más.
Ellos son, junto a María Calvo en las tareas de estilismo y Carmen Navarrete en la elaboración del making of, algunos de los nombres propios que forman parte de este proyecto que trata de promover la integración social. Una iniciativa en la que Eduardo Navarrete quiere implicar así a los jóvenes talentos de Bigastro. Pero además la sesión fotográfica que servirá para ilustrar la colección se está elaborando en estos momentos en los campos de la ruta senderista de Alquibla y del pantano de La Pedrera. Espacios de alto valor ecológico y paisajístico con los que el diseñador también quiere poner en valor su tierra, organizando además una exposición posterior con las imágenes en gran formato, que se mostrará al público en el Auditorio Francisco Grau del municipio alicantino. Contará con una ambientación en relación con las fotografías, música en directo a cargo de una banda de la localidad que reproducirá sonidos africanos, además de proyecciones audiovisuales.
Toda su producción se hace en su pueblo, donde se ubica el taller en el que trabajan María Amparo y María José, sus dos colaboradoras de siempre. Él, sin embargo, se ha trasladado a vivir a Madrid, donde en muy poco tiempo abrirá su showroom para mostrar a los medios de comuniciación y celebrities sus distintas colecciones. Una sede fundamental para que la marca siga creciendo, en este caso desde el nuevo barrio de moda, como es Lavapiés, a partir del próximo miércoles, cuando abrirá sus puertas. Desde allí seguirá ampliando su red de contactos, que se suman a los que ya ha establecido de la mano de su buena relación con el jurado del programa, compuesto por María Escoté, Palomo Spain y Lorenzo Caprile. "Allí atenderé a quienes quieran contar con mis diseños en sus proyectos, como he venido haciendo hasta ahora con Agoney o Asier Etxeandia, entre otros".
De hecho, gracias a esas iniciativas, el irreverente diseñador se coló en la alfombra roja de los Premios Goya de la mano de Pepa Charro, popularmente conocida como La Terremoto de Alcorcón, que además es una de sus musas incluso antes de ser tan conocido. Pero lo que no imaginaba Eduardo Navarrete, creador habitualmente extravagante y aficionado a los materiales plásticos, es que haría una colección inspirada en el continente africano. Sin embargo, hasta allí ha llegado después de un proceso de maduración, tanto en lo personal como en su faceta creativa. "La colección habla de mí a través de treinta looks que cuentan el proceso creativo en el que me encuentro; una madurez que me afecta en lo personal, pero también en lo profesional como diseñador", explica. Y es que, a pesar de su juventud y del largo camino que le queda por recorrer, la felicidad del momento dulce que está viviendo le hace sentir la perfección en todo lo que hace. Una plenitud y felicidad que en breve compartirá con su todos seguidores sacando a la venta Ukomavu y mostrando el proceso en la exposición fotográfica.