ALICANTE. El servicio de autobuses-lanzaderas ideado por el bipartito de Alicante para reorganizar el sistema de acceso al Castillo de Santa Bárbara tendrá que esperar. Y lo cierto es que no habrá fecha cierta para su puesta en funcionamiento, como mínimo, hasta que exista disponibilidad presupuestaria con la que por ahora no se cuenta, según precisaron este lunes fuentes municipales.
¿El motivo? El déficit generado como consecuencia de la declaración del estado de alarma en el sistema de transporte público en autobús: un agujero próximo a los 10 millones generado por la drástica caída en el número de viajeros, que se registró fundamentalmente entre los meses de marzo y junio, y que lastra ahora las posibilidades de que se pueda implantar ese nuevo recorrido.
La propuesta planteada de manera coordinada por las concejalías de Cultura y Transportes prevé habilitar una nueva línea de autobús con salida desde la Plaza del Doctor Gómez Ulla para llegar hasta la fortaleza. Su puesta en marcha debía producirse después de que se acordase implantar restricciones de acceso al vehículo privado en una decisión justificada con el fin de preservar el valor patrimonial del baluarte.
Los visitantes pueden acceder al baluarte en vehículo privado, pero sin poder estacionar salvo en los aparcamientos situados hasta La Ereta
La aplicación de esas restricciones quedó interrumpida tras la irrupción de la crisis sanitaria del coronavirus. Y con ella, también, la de la puesta en marcha de ese nuevo servicio. Se trataría, además, de una línea sujeta a la posibilidad de trasbordo gratuito, como ya sucede con el resto de líneas del servicio municipal, con la que se complementaría el servicio tradicional de acceso a través del ascensor del castillo, desde la avenida de Juan Bautista Lafora.
Sin embargo, esa posibilidad tampoco estará disponible durante este verano. Las medidas de prevención higiénico-sanitarias instauradas para prevenir contagios por coronavirus han obligado a suspender el funcionamiento del ascensor, de modo que cualquier ciudadano o visitante que pretenda desplazarse hasta el castillo (uno de los principales atractivos turísticos de Alicante) solo tendrá cuatro opciones a su alcance: subir a pie, utilizar un taxi o un VTC, o recurrir al vehículo particular, con la salvedad de que solo podrá estacionar en los aparcamientos situados en La Ereta y en las faldas del Benacantil.