Jardín interior del convento, con canalizaciones para recibir agua de la Acequia Mayor / PEPE OLIVARESELCHE. El Consell Valencià de Cultura (CVC) decidirá el próximo mes de marzo si en su opinión procede declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el antiguo Convento de la Merced, conocido popularmente como Las Clarisas. En caso afirmativo, será cuando inste a la Conselleria de Cultura a que incoe el expediente para ampliar la protección del inmueble, actualmente con la máxima figura de protección local, Bien de Relevancia Local (BRL), aunque con la torre catalogada como BIC. Se redactará un informe propiciado por el Partido Popular, que envió una carta a la institución informándole del proyecto de hotel. Sin embargo, alguien inició el procedimiento antes, un particular que solicitó la declaración BIC a la Conselleria de Cultura en diciembre.
Así pues, dos frentes nuevos los que empiezan para que el inmueble, una de las joyas patrimoniales locales, sea declarado como BIC, ya que aunque actualmente está ubicado en la zona del BIC del casco histórico, no tiene esta catalogación propia. Es lo que se quiere conseguir y que supondría la máxima protección posible a nivel autonómico. Pero además, incoar el expediente para dotarle de esta figura supondría paralizar cualquier actuación urbanística sobre el mismo —salvo que la conselleria decida lo contrario—, otro motivo por el que el PP impulsa esta iniciativa. Ello supondría atrasar el proyecto de hotel si empieza antes, así como el cambio de suelo del inmueble para uso hotelero, que es lo que se quiere atrasar ya porque que sería el primer paso. Aunque Urbanismo asegura que lo que se ha aprobado es el informe ambiental y no el procedimiento urbanístico en sí.
En cualquier caso, el caso del Convento de la Merced se ha tratado este martes en el CVC por primera vez y se ha designado un equipo para estudiar el asunto. Esta comisión deberá presentar un informe en el pleno de marzo, sobre el que se dilucidará si procede que se declare como Bien de Interés Cultural. En ese caso, instará a la conselleria a que incoe el expediente. Un aspecto importante porque la Ley de Patrimonio Valenciano señala que el procedimiento que se instruya "deberá contar con los informes favorables a la declaración de al menos dos de las instituciones consultivas". Con este ya tendría uno. A su vez, el Consell tendría tres meses desde la solicitud de esta protección para decidir si incoa el expediente —el silencio administrativo se considera favorable—. En el caso de que decida instruir el procedimiento, es decir, incoar el expediente, será cuando se paralice cualquier trámite urbanístico sobre el bien. Y ahí el plazo para cerrarlo es de 15 meses. La conselleria tendría que solicitar toda la documentación pertinente para analizar informes y dilucidar.
Por otra parte, dado que la normativa valenciana permite que no solo sea la administración sino también particulares quienes soliciten estas figuras de protección, además del PP, el 29 de diciembre (antes del acuerdo de pleno de enero) un particular solicitaba al Servicio de Patrimonio Histórico de la Conselleria de Cultura que se incoe el expediente para declarar el convento BIC. Se trata de un exintegrante del extinto Grup Il·licità d'Estudis Arqueològics (Giea). Solicitó iniciar el procedimiento a petición de una plataforma aún no constituida que está formada por integrantes a nivel individual de distintas asociaciones, colectivos o algunos partidos, así como particulares. En común, son contrarios al proyecto del hotel. De hecho, algunos colectivos como ha hecho Volem Palmerar, han presentado alegaciones para solicitar el desistimiento del cambio de suelo del inmueble en la proyectara modificación del Plan General.
En el documento se hace un breve repaso histórico de su historia, desde la reconquista y construcción del convento en el año 1265, destacando que se sabe que hay dibujos y pinturas decorativas o religiosas que han quedado ocultas bajo nuevos enlucidos de yeso o cal. De todo el proceso histórico que relata, destaca el particular que "se conservan innumerables restos arqueológicos, arquitectónicos y artísticos, algunos ocultos bajo enlucidos reutilizados en reformas o bajo el propio subsuelo". Relata que todo ello tiene un "indudable valor histórico-artístico, avalado por un extenso historial de informes de la misma Consejería de Cultura, además de la gran cantidad de estudios, informes y publicaciones de historiadores, arqueólogos, arquitectos e historiadores del arte".
