Salvador (derecha), junto a Echávarri y alcaldes del área metropolitana de Alicante, a bordo de un autobús interurbano. Foto: APTerritorio ultima la convocatoria de un concurso para reordenar las líneas que conectan a ocho municipios de sus áreas metropolitanas a partir de las necesidades de movilidad de sus 750.000 habitantes. Se realizarán 20.000 encuestas para concretar la demanda real, evitar duplicidades y reducir viajes motorizados
ALICANTE. La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ultima los trámites para licitar la reordenación de todo el sistema de transporte interurbano en las áreas de influencia de Alicante y Elche: el denominado Plan de Movilidad metropolitana sostenible (PmMoMe Alicante-Elche) al que obliga la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana.
El trabajo en cuestión, un estudio que tendrá un coste de 550.000 euros, trata de definir las necesidades de conexión mediante sistemas de transporte público en un ámbito que engloba a dos grandes áreas: por un lado, Alicante, San Vicente, Mutxamel, El Campello y Sant Joan; por otro, Elche, Santa Pola y Crevillent. En suma, el estudio debe dar respuesta a la demanda de más de 750.000 habitantes.
El PMoMe se concertará con los planes de movilidad urbana sostenible (PMUS) de cada uno de los ocho municipios a los que se abarca y pondrá el foco en la integración y combinación de los sistemas de transporte existentes, en la mejora de la seguridad de los desplazamientos y en la reducción de los niveles de contaminación acústica y atmosférica, entre otros puntos. Además, potenciará la recuperación de los viarios para peatones y ciclistas y facilitará la accesibilidad a las personas con movilidad reducida.
El punto de partida del trabajo, según fuentes del departamento que coordina María José Salvador, será la realización de más de 20.000 encuestas domiciliarias, que se combinará con la realización de talleres, encuentros para debatir propuestas y hasta la creación de una página web específica como canal de comunicación permanente con los ciudadanos. El objetivo, en último términos, es redefinir los itinerarios y las líneas que conectan las dos grandes áreas metropolitanas en torno al eje Alicante-Elche, de manera que se garantice un sistema eficiente, adecuado a la demanda real y que reduzca desplazamientos motorizados indeseados.
Uno de los autobuses del sistema de transporte interurbano, en Alicante. Foto: AP Con ese trabajo sobre la mesa, el Consell podrá sacar a licitación las concesiones de los servicios de transporte interurbanos que ahora se encuentran caducados y se operan en situación de prórroga. Es, sin ir más lejos, el caso del transporte interurbano del área metropolitana de Alicante (el sistema TAM), gestionado por la empresa La Alcoyana, del grupo Vectalia.
El Ayuntamiento de Alicante debe abordar también a partir de 2018 la licitación del sistema de transporte urbano, ahora explotado por la empresa Masatusa (igualmente, del grupo Vectalia), ya que la concesión municipal caduca sólo un año después, en 2019. Según pudo constatar Alicante Plaza, la pretensión del equipo de Gobierno (el tripartito compuesto por PSOE, Guanyar y Compromís) es preparar la liquidación del contrato actual ya a partir del próximo año (el 2017) con el propósito de tener tiempo suficiente para abordar el nuevo pliego.
En los nuevos concursos -tanto el del transporte interurbano como el netamente urbano- se tendrá en cuenta la nueva realidad generada por la convivencia de dos redes de transporte públicas, la del autobús y la del tranvía, además del tren de cercanías que conecta con San Vicente, con el propósito de eludir duplicidades y favorecer su uso combinado.
El tripartito deberá dilucidar también si varía los términos de pago recogidos en el contrato actual por el que se liquidan mensualidades por la prestación del servicio en función de los kilómetros recorridos, y no en base al número de pasajeros que lo han utilizado.
