ALICANTE. El concurso de acreedores al que se ha acogido la empresa que explota el histórico hotel Goya de Alicante, paradójicamente, puede relanzar la operación puesta en marcha a finales del año pasado para vender el inmueble. Según explican fuentes del mercado, la falta de acuerdo con la empresa gestora era uno de los frenos a la venta, por lo que el concurso de acreedores podría precisamente contribuir a desbloquear la operación.
En todo caso, el hotel ya estaba en venta varios meses antes de que, la semana pasada, la empresa Playas Hoteles SA se declarase en concurso de acreedores voluntario en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante. De hecho, la propiedad ya tuvo ofertas sobre la mesa a finales de 2020, pero finalmente no se pudo alcanzar el acuerdo necesario con la firma ahora concursada para rescindir su contrato de gestión.
En este sentido, las mismas fuentes indican que antes de que la gestora fuese a concurso, a la propiedad del hotel llegó una propuesta que pasaba por adquirir el actual inmueble y unirlo al solar contiguo, para ampliar las instalaciones. Dicha operación ya no cabe, puesto que en ese solar se ha comenzado ya a levantar la estructura de otro edificio, pero el establecimiento podría seguir interesando a los inversores.
En todo caso, la adquisición del hotel Goya de Alicante implicaría necesariamente una fuerte inversión para modernizar el edificio y reformar completamente su interior. "La ubicación del hotel no es mala, aunque esté alejado de la fachada marítima es un edificio bastante céntrico y puede ser interesante para un inversor, pero el problema es que hay que reformarlo completamente porque las habitaciones son muy antiguas". En esa reforma, además, podrían perderse algunas camas a cosa de mejorar las habitaciones para subir de categoría.
La citada propuesta no prosperó porque no hubo acuerdo económico con la sociedad gestora, Playas Hoteles SA, que la semana pasada se declaró en concurso ante la drástica caída del negocio como consecuencia de la pandemia. El hotel, de dos estrellas, se encuentra situado frente a la Escuela Oficial de Idiomas. Con 84 habitaciones, restaurante y zona de reuniones, el perfil habitual de este establecimiento no es tanto el turista internacional como el visitante urbano o de negocios.
Justo antes de la pandemia, el hotel cerró el ejercicio con una facturación cercana a los 800.000 euros y un beneficio testimonial. En 2020 apenas tuvo actividad, dado el cierre forzoso en primavera y la ausencia de público para su tipología de hotel durante el resto del año. El juez ha declarado el concurso abreviado voluntario, es decir, que lo ha solicitado la propia mercantil y que, al tratarse de una empresa con baja facturación y una deuda no excesiva, se opta por un procedimiento que acorta los plazos a la mitad y reduce los costes para el concursado.