ALICANTE. El cerebro de los niños y niñas funciona como una esponja: absorbe cualquier gota de conocimiento e información que se le proporcione. Toda situación cotidiana constituye una oportunidad de aprendizaje a ojos de estos curiosos observadores. Es por ello por lo que el entorno familiar y escolar de los infantes se esfuerza en inculcarles educación y valores que van puliendo a medida que crecen. La cultura es uno de los tantos ámbitos en los que queda latente este deseo de fomento, creando así unos hábitos responsables de consumo.
Esta es una labor que se potencia a través de actividades como la que propone la Obra Social La Caixa que, en colaboración con el Institut Valencià de Cultura de la Generalitat Valenciana (IVC), ha traído a Alicante el espectáculo musical El coleccionista de paisajes. A este ciclo de cuatro conciertos asistirán más de 1000 alumnos de primaria entre los días 12 y 13 de febrero, con las dos funciones diarias existentes, a las 10 y a las 12:30 horas, en el Teatre Arniches de Alicante.
La directora del departamento de Música de la Fundación Bancaria La Caixa, Nuria Oller, subraya que "aproximar la música en directo a todos los escolares de nuestro país es una labor realmente importante". Y manifiesta que es por ello por lo que este espectáculo musical "pretende acercar a los alumnos la combinación de las artes visuales y la música", en un ambiente que se aleja de la formalidad y el elitismo que, en múltiples ocasiones, rodea a la cultura -como es el caso de la música clásica o las artes plásticas-.
"Muchas veces, la música es una disciplina cara y tener la oportunidad de escucharla en directo es complicado para el público infantil", apunta Oller. En esta representación de música clásica contemporánea los asistentes van a poder escuchar obras de Debussy, Schönberg, Ravel o Stravinski, "compositores que, aparentemente, pueden parecer complicados pero que, tal y como está puesta en escena la música, en una visión muy poética, les resulta fácil de entender".
Los centros escolares y las entidades artísticas -así como el Gobierno y los ayuntamientos- deben promover las acciones culturales si pretenden construir hábitos propios como la lectura, la escucha activa de música o el consumo consciente de obras de arte. Con ello, se conseguirá la formación de jóvenes críticos con bagaje cultural, ya que "este país necesita un público de futuro, que esté formado y que ame el arte y la cultura", denuncia la directora departamental.
Las actividades culturales como este concierto musical pedagógico permiten al público infantil la expansión de sus conocimientos, no solamente en el ámbito cultural, sino también en otras disciplinas. Oller destaca que una de las cosas fundamentales de este programa "es fomentar el hábito de escuchar", ya que actualmente existe "un hábito oír música de forma rápida y constante, pero sin mantener una escucha activa".
Es decir, aunque la música se encuentra muy presente entre los infantes y los jóvenes, ya que pueden escucharla en cualquier lugar y dispositivo, se trata de una escucha pasiva y sin atención, por lo que, desde esta iniciativa musical se pretende transmitir a los más pequeños el mensaje de "sentarse y aprender solo a escuchar, ya que los estímulos les van a llegar por la vista y los oídos y solamente deben centrarse en escuchar, disfrutar y dejarse llevar", transmite Oller.
Este proyecto musical conserva una perspectiva didáctica ya que, además de poder escuchar un concierto en directo con músicos profesionales, la Obra Social La Caixa ha puesto a disposición del profesorado material pedagógico para que puedan trabajar con sus alumnos y alumnas la preparación previa y el desarrollo posterior al concierto. "Este paso es totalmente voluntario, pero con estas herramientas los niños y niñas pueden conocer muchísimo más sobre las obras pictóricas que aparecen en el espectáculo o la relación que mantienen entre ellas", aclara la directora.
Otro de los propósitos educativos de este concierto reside en la manera en que se escucha la música, ya que "los diferentes instrumentistas interpretan algún pequeño papel y, además, existe la figura central del mimo que es quien encamina toda la historia en forma de concierto", especifica Oller. Y añade que "el hilo conductor es el propio personaje del mimo, quien encarna la figura del coleccionista de paisajes, que intenta combinar e inmortalizar los sonidos con un paisaje determinado".
La iniciativa musical lleva ya más de 20 años en marcha y cuenta con alrededor de 500 conciertos anuales repartidos por unas 50 ciudades de España, con el objetivo de que "el niño pueda descubrir que hay muchísima cultura fuera de la escuela", declara Oller. Y puntualiza que "la enseñanza del alumnado debe provenir de distintas fuentes: desde el aula hasta la información que pueden encontrar en redes sociales, pero también a través de las salidas culturales que se llevan a cabo desde la escuela".