El Club de Campo de Alicante da por superado el concurso con la reapertura de la piscina

ALICANTE. El Club de Campo de Alicante vuelve a la normalidad, tras dar por superado el concurso de acreedores que a punto estuvo de significar hace un año el fin de unas instalaciones deportivas con más de tres décadas a sus espaldas y cientos de abonados. La inauguración de la piscina olímpica, una de sus principales atracciones, y la reapertura de las actividades acuáticas asociadas a la misma se han convertido esta semana en el hito que ha marcado el final del proceso del cambio de gestión.

Como publicó Alicante Plaza, el Club de Campo fue una de las instalaciones deportivas de la provincia afectadas por la caída de los ingresos de los gimnasios en los últimos años, y el pasado verano la quiebra de la anterior gestora, Campo Pádel, a punto estuvo de arrastrarlo al cierre. Fue entonces cuando entró en escena el empresario Jorge Albert, de Nexus Energía, que negoció con la administración concursal para asumir la deuda financiera (de 500.000 euros) a cambio de un contrato a 35 años para gestionar el club. El cambio de gestión pilló por sorpresa a varios abonados y una veintena de empleados, que se encontraron las instalaciones cerradas de un día para otro en pleno verano de 2016.

Ahora, tras remodelar el complejo y aplicar una nueva gestión que, según la empresa, ya ha comenzado a dar sus frutos, el Club de Campo de Alicante ha celebrado su vuelta a la normalidad con una fiesta para inaugurar la piscina olímpica, de 50 metros de largo y 22 de ancho. Según un comunicado de la firma, la "multitudinaria" fiesta de reapertura contó con actividades deportivas en el agua, juegos para los niños con monitores, clases al aire libre y una "atractiva oferta de restauración y coctelería" en el chiringuito, como muestra del enfoque aplicado por la nueva gestión. 

Fundado a mediados de la década de 1980, el Club de Campo de Alicante fue durante mucho tiempo una de las referencias del deporte y el ocio familiar al aire libre en la provincia, pero entró en un proceso de declive que le abocó al concurso de acreedores. Albert apostó, a través de una de sus sociedades, por hacerse cargo de la deuda acumulada de 500.000 euros a cambio de un contrato de 35 años para la explotación de las instalaciones. "Menos de un año después no sólo hemos conseguido que los socios superen las reticencias existentes sobre la situación administrativa del club, sino que además es evidente el cambio de rumbo en la gestión y en la oferta de actividades", asegura. 

Para ello, según explica el comunicado, se ha sometido a las instalaciones a una intensa remodelación para acondicionarlas a las exigencias del mercado y a las posibilidades que brinda el contexto actual. Un remozado gimnasio, pistas de pádel de última generación, zonas recreativas para niños, servicio de guardería, tenis, salas para clases colectivas, pista de fútbol sala, barbacoa y la pisicina configuran una completa oferta de ocio para toda la familia. "En sólo unos meses el Club de Campo de Alicante ya se ha convertido en la referencia para cientos de usuarios tanto de la capital como de Mutxamel, Sant Joan d'Alacant o San Vicente del Raspeig y sus urbanizaciones", asegura la empresa, que ha superado ya los trescientos abonados: los bonos van desde los 35 euros del single a los 49 del familiar. 

Sus campus de verano, que dan comienzo a finales de esta misma semana, han tenido también una gran acogida al combinar el deporte con la formación extraescolar (inglés, robótica, audiovisuales...) para niños y jóvenes. El recinto ha supuesto además un importante revulsivo para la zona en cuanto a oferta gastronómica y celebración de eventos, según la empresa. "Importantes empresas han organizado ya en las instalaciones sus eventos, entre ellos presentaciones de coches o celebraciones de encuentros anuales con actividades al aire libre y deporte como complemento", indican.