ALICANTE. No será este año, pero el Centro Dramático Nacional quiere ser parte activa de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos que se organiza en Alicante y por tanto desea vincularse con mucha más fuerza que hasta ahora. Lo ha adelantado este miércoles Fernando Cerón, subdirector del área de Teatro del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), dependiente del Ministerio de Cultura, durante la presentación de la nueva edición de la muestra alicantina, que se celebrará del 8 al 16 de noviembre.
En los 27 años que cumple el certamen este año, el Centro Dramático Nacional tan solo ha participado en dos ocasiones, haciéndolo como una compañía más y trayendo hasta la ciudad dos de sus producciones teatrales. La primera ocasión fue en 2002, durante la décima edición, en el homenaje a Fernando Arrabal con la representación Carta de amor. La segunda y última vez fue más reciente, en 2017, con el homenaje a Ignacio García May y su obra Sofía. Sin embargo, el objetivo es que, a partir del año que viene, se pueda contar con una producción anual, además de otro tipo de colaboraciones en las que se podría involucrar el Laboratorio Rivas Cherif e incluso el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca.
"En este laboratorio intervienen actores, directores y dramaturgos, que hacen una propuesta final y, si esa propuesta tuviera que ver con el autor o autora española viva, pues tendría una posibilidad de que se represente en Alicante, por ejemplo", explicaba Guillermo Heras, director de la muestra alicantina. "En cuanto al premio literario, el jurado podría reunirse aquí en Alicante para entregarlo", añadió. En cualquier caso, la intención es, al menos, contar con una producción en cada cita. Y es que todavía no se han podido concretar las iniciativas que se llevarán a cabo, ya que el Centro Dramático Nacional se encuentra en pleno proceso de transición tras la elección de Alfredo Sanzol como nuevo director.
"Sanzol es un gran amigo de la muestra", afirmaba Heras recordando que, precisamente, fue el homenajeado durante la pasada edición del certamen. Sin embargo, no se incorporará al centro hasta el 1 de enero, así que será a partir de entonces cuando se podrá producir la reunión en la que se tratará de gestar un "acuerdo orgánico", según informaba el director. En definitiva, lo que plantea Cerón, que podría convertirse en realidad en la próxima edición, es un acuerdo como el que existe entre la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Festival de Almagro. "Ojalá que sea así, porque las producciones del centro tienen mucha calidad y variedad de formatos", añadió.
Sin embargo, otro reto pendiente para la organización es la de adoptar un régimen administrativo de consorcio que ayude al certamen en su gestión. "Existe la necesidad de crear una estructura ágil", comentó Cerón. "Ya va siendo hora de que las instituciones implicadas encuentren la forma de dar un paso adelante en la entidad jurídica de la muestra", exclamó Heras. Una demanda que se hizo pública el pasado año, con la intención de poderse realizar en un breve periodo de tiempo, pero que no ha sido posible solventar todavía, según explicaron, por la inestabilidad política que atraviesan algunas administraciones en estos momentos. Por ahora, la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos cuenta con un presupuesto total de unos 220.000 euros, entre los que figura la aportación mayoritaria del ministerio de Cultura, a través del INAEM, de unos 160.000 euros, además de los 30.000 euros de la Diputación de Alicante, los 15.000 euros con los que participa la SGAE y los ocho mil euros aportados por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante.
Guillermo Heras admitió que la dramaturgia en España está viviendo "un momento de plata" en el que incluso se puede hablar de "dramaturgias de las Comunidades Autónomas". Un boom en la cantidad y en la calidad que está haciendo que en todo el mundo haya especial interés por los textos españoles, con el objetivo de traducirlos y representarlos. Lo hacía recordando una anécdota personal vivida escasos días atrás en Méjico donde, en los teatros más importantes del país, uno de ellos la sede de su compañía nacional, tenían en cartel obras como Tres hermanas de José Sanchís y La tortuga de Darwin de Juan Mayorga. Algo que contrasta con la situación en la que se inició este proyecto, hace casi treinta años, cuando se pensaba en si existían nuevos autores de la suficiente entidad. "Ahora ni siquiera nos preguntamos si hay autoras, ya no hay que hacer discriminación positiva; las autoras son algo fuerte y muy grande", destacó. "La dramaturgia es un bien público que tenemos que cuidar, y eso es una obligación para las administraciones públicas", afirmó.