Entiendo que la finalidad de la ley, es cerrar heridas, no hurgar en la herida. La Guerra Civil, fue una guerra entre españoles, entre hermanos, una época sombría, donde los españoles estaban atrincherados como en una cueva, donde lo subjetivo ganaba en la búsqueda de la objetividad.
El problema es, que algunos no han sabido hacer un diagnóstico veraz y objetivo. Algunos, siguen diferenciando entre buenos y malos. Cuando la diferencia es entre vencedores y vencidos. Es obvio que los vencedores seguramente hicieron más daño, pero precisamente por su condición de vencedores.
Era una guerra entre hermanos, una guerra entre españoles, que nos dimos la espalda, y que unos años más tarde nos dimos la mano y el acuerdo lo sellamos con el abrazo del pacto, simbolizado en el cuadro de Juan Genovés. Un abrazo, en forma de constitución.
No sé si es por mi condición de joven, pero realmente considero que las prioridades en política deberían de ser otras. Entiendo que haya gente que realmente considere prioritario dichas cuestiones, pero no las comparto del todo. Creo que el cambio que algunos promulgan, no va más allá de lo estético, de cambiar nombres, quitar bustos o ponerle faldas a los semáforos.
Pero puestos a remover el pasado, lo lógico, si es que de verdad quieren acabar con el debate, sería sustituir aquellos nombres que la ley contempla de ser cambiados, por nombres de personas ilustres que no generen discrepancias y que el criterio, no se partidista o ideológico. Pues si cambian el nombre de un militar franquista por el de un republicano, es como he dicho, creer que esto va de buenos y malos.
Por tanto nos encontramos, ante un proceso totalmente subjetivo, basado en cuestiones ideológicas y partidistas, abandonando toda objetividad. El tema del callejero, siempre tendrá un calado subjetivo en mayor o menor parte. Es cierto, que la objetividad es un mito pero eso no quiere decir que no tengamos que buscar o intentar alcanzar ese mito de la objetividad. Es como el mito de la caverna de Platón, se trata de buscar esa realidad absoluta, aunque esta sea en ocasiones inalcanzable. El problema es que algunos se han quedado en la caverna. Y quieren que las sombras de esa caverna se extienda por el callejero de nuestra ciudad, un callejero sombrío y puramente subjetivo.
No podemos estar con enfrentamientos de guerras civilistas y seguir sacando tajada electoral de un momento convulso. La cuestión es que aquí hay unos partidos, que están sacando tajada electoral de aquello y el problema ya no es solo que realicen una lectura o un diagnóstico sesgado y simplista, el problema es que además asocian cuestiones franquistas con cuestiones españolistas.
Esta persecución hacia todo lo que huele a España, viene dado por ese tanteo que tienen los partidos de izquierdas con el nacionalismo. Tanteo y seducción que arrastran desde hace mucho tiempo, para sumar y llegar al poder de forma rápida o como diría alguno, asaltar los cielos. El problema de esta asociación, es que te acaba contagiando y si no que se lo pregunten al PSC. Y terminas reivindicando derechos de autodeterminación(cuando interesa) y políticas excluyentes, cosa que también le ocurre a Podemos.
También es notorio, lo poco que se ha tenido en cuenta a los ciudadanos, para realizar estos cambios porque la concejalía de memoria histórica ha impuesto sus propuestas casi como una apisonadora. Parece que el “derecho a decidir” que tanto promulgan, solo vale, cuando saben que el resultado les va a ser favorable.
Ya estamos viendo los desmadres que se proponen estos partidos “del cambio” por todos los rincones de España, desde quitar la estatua de Colón, a la estatua de Blas De Lezo, asociando cualquier signo de la historia de España con el Franquismo.
En el caso de Alicante, es claro en el caso de Vázquez de Mella, un filósofo y escritor, al que le quieren retirar la calle, que murió en 1928, por lo tanto sin conexión alguna con el franquismo. Aunque si uno tira un poco de historia se da cuenta de que el motivo real es porque era católico y tradicionalista. Pero como he dicho poco tiene que ver con el franquismo.
Se trata de hacer un borrado a todo aquello que no comulgue con la ideología más intervencionista, llegando a unos niveles de persecución e esquizofrenia intolerantes para una sociedad que pide cambio y mira hacia el futuro. Creo que a los políticos se nos exige mucho más, siempre he dicho que la política es priorizar y creo que hay cosas más importantes que el estar peleándonos por cuestiones del pasado. Y si se le quiere meter mano, que sea de forma objetiva y aséptica. Tenemos un abanico amplio de personas con renombre en Alicante que merecen tener una calle, desde ilustres escritores de la talla de Juan Gil-Albert, Carmen Llorca etc, de juristas de la talla de José María Manresa, periodistas como Fernando Gil, hasta actores como José María Rodero y carismáticas como la hermana Juana María. Son muchas las opciones para hacer un callejero neutral que de vidaa nuestra ciudad. Que nos haga mirar al futuro y nos haga salir de la caverna y la sombra de un momento convulso.