Guiado desde la esquina por Rafa Lozano, último medallista español olímpico en boxeo en Sydney 2000, Reyes Plá trabajó y convenció a los jueces de manera unánime para coger el relevo de su mentor y asegurar la medalla de bronce en la categoría de -92 kg, en la primera de las cuatro opciones de presea para España en esta disciplina.
El español fue de menos a más en el primer asalto, con una buena gestión del cardio para llegar con gasolina al final del combate. 'El Profeta' comenzó con buenas combinaciones, sobre todo con una derecha certera que pilló al belga en un par de ocasiones de forma vistosa para los jueces. Y estos confirmaron, por unanimidad, que el primer 'round' fue para 'El Profeta'.
Boxeo muy compacto e inteligente del español, con defensas muy altas para neutralizar los golpes, algo telegrafiados, del belga, que estuvo un poco más activo en el segundo asalto. Pero Reyes Plá, como en los primeros tres minutos, se dejó lo mejor para el final, demostrando más frescura. A Schelstraete le entró algún jab certero, aunque el 'round' volvió a ser para el español, esta vez por decisión dividida.
A 'El Profeta' solo le faltaba no cometer errores en el último asalto, con un belga ya con los brazos muy abajo y fatigado, aunque el volumen de golpes del español no fue el deseado. Enmanuel Reyes trabajó la zona abdominal, siempre manejando la distancia y alejándose de las cuerdas, incluso celebrando antes del final del 'round'. 'El Profeta' aseguraba la primera medalla para el boxeo español en 24 años.