El túnel de acceso al ascensor del Castillo de Santa Bárbara. ALICANTE. Cambio de orientación respecto al funcionamiento del ascensor de acceso al Castillo de Santa Bárbara. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), solicitó este jueves la emisión de un nuevo informe del Servicio municipal de Prevención de Riesgos Laborales con la intención de evaluar las posibilidades de reapertura del elevador ante la mejora de la evolución sanitaria y la relajación de las restricciones para evitar contagios por coronavirus.
La cuestión principal a la que debe dar respuesta ese informe es si se cumplen o no los requisitos necesarios para su apertura al público, meses después de que la preocupación de los trabajadores municipales (manifestada a través de los sindicatos) diese lugar a la emisión de un primer informe en el que se recomendaba el cierre del ascensor. Esa recomendación que quedó ratificada por otro dictamen posterior, emitido por el Instituto Valenciano de la Seguridad en el Trabajo (Invassat) en julio de 2020. Pero, además, en caso de que el nuevo dictamen fuese favorable a la reactivación, debería especificar qué aforo máximo podría autorizarse en los túneles de acceso al ascensor (el inferior y el superior) y cuántas personas podrían subir en cada desplazamiento.
Fuentes municipales consultadas indicaron que se espera que la emisión de ese informe pueda producirse en los próximos días, después de que el personal del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento gire una visita de inspección para concretar esas hipotéticas condiciones de uso. Así, según las mismas fuentes, podría acordarse la reactivación del servicio entre este fin de semana y principios de la semana próxima. Con ello, se trataría de recuperar uno de los sistemas más utilizados por visitantes y alicantinos para desplazarse hasta la fortaleza, al margen de las que siguen estando operativas desde la irrupción de la crisis del coronavirus: el uso del vehículo particular (sin posibilidad de estacionar), del taxi, del VTC o de los microbuses: la vía a la que se sigue recurriendo de forma mayoritaria en el caso de los cruceristas, que contratan sus excursiones a bordo de los propios barcos de llegada a la ciudad.
La solicitud del nuevo informe se produce un día después de que el portavoz del bipartito, Antonio Manresa, indicase que el servicio seguiría interrumpido hasta que siguiesen vigentes las medidas de prevención sanitaria, tras aludir a los dos informes previos emitidos hasta ahora. Entre tanto, el bipartito sigue a la espera de poder poner en marcha el servicio de microbuses lanzadera con salida desde la plaza del Marq y posibilidad de trasbordo con otras líneas del servicio de transporte público municipal. Se estima que ese sistema supondrá un coste de 300.000 euros anuales. No obstante, su viabilidad sigue pendiente de autorización por parte de la Oficina Presupuestaria y del departamento de Intervención municipal. En el caso de que se autorizase, el edil de Transportes, Manuel Villar (PP), aseguró hace dos semanas que podría ponerse en marcha en el plazo de dos meses.
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