El bipartito y 'la convivencia': ¿pactos a derecha e izquierda para salvar su presupuesto?
El bipartito y 'la convivencia': ¿pactos a derecha e izquierda para salvar su presupuesto?
ALICANTE. Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) se adentran finalmente en la tramitación del presupuesto del Ayuntamiento de Alicante para 2022 con la voluntad de poder aprobarlo antes de que concluya el año, según reiteró este miércoles el alcalde, el popular Luis Barcala, en el acto de presentación de la maquinaria del nuevo servicio específico para el mantenimiento de las zonas verdes de parque y jardines. En concreto, el primer edil aseguró que los técnicos de la Concejalía de Hacienda estaban ultimando la propuesta para poder iniciar "su tramitación ordinaria" y someterla a votación en un pleno extraordinario este mes de diciembre.
Si eso todavía posible -la propuesta aún debe recabar informes como el del departamento de Intervención-, su debate se produciría prácticamente sobre la bocina, casi en tiempo de descuento, en la semana posterior al pleno ordinario de diciembre, adelantado al día 22, y nunca antes de esa fecha, dada la configuración de un largo puente con motivo de la celebración del día de la Constitución y de la Inmaculada.
Sin embargo, esas dificultades no parecen suponer un contratiempo insalvable. Cuando menos, el primer edil ya dejó entrever que, en esta ocasión, no se prevé activar un proceso de negociación política con los grupos de la oposición en busca del respaldo que resulta necesario para que la propuesta prospere (los 14 ediles de PP y Cs requieren al menos un voto afirmativo más o una abstención) como los que se han venido desarrollando en los años precedentes. Habrá contactos, sí. Pero no una ronda a dos o más vueltas para plantear iniciativas e informar sobre su aceptación o rechazo. Sencillamente, se expondrá los términos de la planificación económica concertada por el equipo de gobierno a cada grupo y se escuchará sus respectivos planteamientos. No obstante, no habrá margen para grandes cesiones -al menos, no antes del debate de su aprobación inicial-, puesto que se trata de "un presupuesto continuista" respecto a las cuentas aprobadas en 2021 y en sus modificaciones de crédito posteriores. Así, lo anticipó el primer edil al asegurar que, en esos contactos, ya se incorporaron algunas de las aportaciones que se formularon entonces.
"Va a haber un comentario para ver qué posiciones manejan cada grupo político y para explicarles el planteamiento del propio presupuesto, al tiempo que la propuesta se plantea de manera simultánea ante Intervención", explicó. "La diferencia esta vez es que en las rondas de negociación de los presupuestos de 2021, y de la modificación de crédito posterior, se le dijo a todos los grupos que, puesto que las inversiones iban a tener carácter plurianual, todo lo que estábamos hablando, iba a tener reflejo en los próximos presupuestos; es decir, que los presupuestos de 2022 son absolutamente previsibles y de lo que se trata es de darle continuidad a lo que se acordó entonces", apuntó.
En resumen, se trataría de unas cuentas prácticamente cerradas en las que el bipartito se aferraría al apoyo explícito o tácito que pudiese prestar cualquier otro grupo político dispuesto a favorecer que el presupuesto prospere para no bloquear el funcionamiento de la ciudad. Es decir, un argumento al que ya se han aferrado algunos de los partidos opositores en este mandato para justificar su apoyo o su abstención a las cuentas. Entre ellos, Vox y PSOE.
Barcala sostiene que las cuentas son "absolutamente previsibles" y admite que las inversiones y el gasto corriente están muy tasados, por lo que existe poco margen para la negociación
El propio Barcala se refirió a esa posibilidad al asegurar que lo lógico sería que "los grupos que quieran seguir en la línea que se marcó en los presupuestos de 2021 y con los remanentes, sabe qué esperar de estos presupuestos, y quien se desmarcó, supongo que seguirá pensando lo mismo". "Estamos abiertos a la negociación y escuchar las propuestas de todos", dijo. Aunque admitió que las cuentas están ya perfiladas, sin posibilidad de introducir modificaciones trascendentes. "A nivel de inversiones está muy tasado y, en gasto corriente, muy condicionado por las contratas que sacamos a licitación; es que es un presupuesto muy continuista que tiene que rematar lo iniciado con los de 2021. Responde a la misma filosofía y a los mismos objetivos", incidió. "Se puede ver si hay margen en algún programa específico o en alguna inversión, que sería de cara a los remanentes", añadió. O lo que es lo mismo, que la negociación política quedaría aplazada hasta el momento en el que se tuviese la liquidación de las cuentas de este año para poder incorporar los sobrantes a la ejecución de nuevas obras municipales, como ya había anticipado Alicante Plaza.
¿Qué actuaciones quedarían incorporadas en el presupuesto pactado entre PP y Cs tras los últimos ajustes introducidos para reducir gasto? Básicamente, el listado de inversiones plurianuales que ya se contemplaron en 2021, como las obras de peatonalización del Centro Tradicional, iniciadas este mes; la reforma de la Plaza de San Blas o la remodelación de la avenida Ramón y Cajal. De igual modo, de partida o en la primera modificación de crédito que se aborde para incorporar los remanentes, se debe contemplar el proyecto de pasarela ciclopeatonal hasta Urbanova (anunciado desde 2019 y todavía pendiente), la reforma del Teatro Principal, el proyecto de ampliación del MACA o la reserva de fondos para impulsar el proyecto del centro de congresos en terrenos del Puerto, por ejemplo.
¿Qué formaciones podrían facilitar que el presupuesto prospere? Por el momento, ninguna formación se ha manifestado al respecto a la espera de poder conocer el contenido de la propuesta. De momento, no se ha compartido ni con el grupo municipal de Vox: la formación que, a priori, podría estar más próxima al equipo de gobierno, como ya se habría constatado en las cuentas de 2020 y 2021. No obstante, todo dependerá del devenir de otros acuerdos municipales, como la tramitación de la ordenanza de convivencia cívica, como también ha informado este diario.
El bipartito y 'la convivencia': ¿pactos a derecha e izquierda para salvar su presupuesto?