BENIDORM (EFE). El Balonmano Benidorm se enfrenta este sábado al Recoletas Atlético Valladolid, en un partido que quedó aplazado por casos de Covid en el equipo castellano, con el reto de despedir el año a lo grande con un triunfo a pesar de las importantes bajas que acumula.
El entrenador del equipo, Fernando Latorre, no podrá contar para este compromiso con los lesionados Jemes Lewis Parker, Adrián Nolasco y Ángel Rivero, a los que se une Iván Rodríguez, cuya incorporación a la plantilla fue posterior a la fecha inicialmente programada para este partido.
El Balonmano Benidorm llega a este encuentro, penúltimo de la primera vuelta ya que aún le quedará pendiente un partido ante Sinfín, en su mejor momento del campeonato tras enlazar tres jornadas consecutivas sin perder, saldadas con dos victorias en cada y un empate.
Con la permanencia encarrilada, el Benidorm quiere dar un salto clasificatorio para instalarse en la zona media alta, donde se encuentra actualmente su rival de mañana.
Latorre tuvo palabras de elogio para el Valladolid, del que señaló que es un equipo "complicado que juega de memoria".
"Destacaría por encima de todo el bloque y su juego con el pivote", añadió el técnico, quien admitió que tras un año "tan complicado para todos" sería importante despedirse con una victoria.
"Tenemos una buena situación y vamos a jugar un poco más libres y sin tanta presión. Todo lo que sumemos será positivo", concluyó Latorre.