BENIDORM (EFE). El Balonmano Benidorm, en plena crisis de resultados, recibe este sábado (17 horas) al Bidasoa Irún con el reto de romper su mala dinámica ante el rival que le apeó recientemente de las semifinales de la Copa del Rey.
El conjunto de Fernando Latorre ha enlazado ocho partidos consecutivos sin ganar y en las últimas siete jornadas de Liga solo ha sido capaz de sumar un empate, por lo que se ha alejado definitivamente de la posibilidad de pelear por una plaza europea.
El Benidorm, tras la dura derrota sufrida en Valladolid la pasada jornada, se ha juramentado para ofrecer su mejor versión en las jornadas que restan y así despedir la temporada y cerrar el proyecto, que sufrirá importantes cambios en el futuro, con un buen sabor de boca.
El encuentro ante el Bidasoa, segundo clasificado en el campeonato, tendrá el aliciente para los seguidores del Benidorm de ver en acción al pivote Iker Serrano, quien se ha comprometido para la próxima temporada con el conjunto alicantino.
Latorre no podrá contar para este partido con el extremo Mario López, quien continúa la recuperación del edema óseo en su rodilla derecha, y será duda hasta el último momento Leo Tercariol, que está en el tramo final de la recuperación de su rotura de fibras.
"Estamos enfadados con el trabajo que se está realizando en los partidos. No es suficiente lo que estamos haciendo y queremos lavar la imagen", dijo el técnico alicantino, quien recordó que la plantilla se debe a una entidad y está obligada a mantener la "competitividad".
"Quizás nos ha lastrado asegurar la permanencia tan pronto, pero si nos lo dicen en agosto todos lo habríamos firmado", precisó el Latorre, o, quien asumió que el equipo "puede y debe dar más".
En cuanto al partido ante el Bidasoa, Latorre señaló que se trata de un "súper equipo". "Ellos se están jugando el subcampeonato, pero si somos capaces de hacer un partido completo y rendir a un nivel alto podemos plantarles cara", aseveró.