BENIDORM (EFE). El Balonmano Benidorm cerró la primera vuelta dentro de los parámetros marcados tras romper en la última jornada ante Cuenca una mala dinámica que amenazaba con llevarle a la zona de descenso.
El equipo de Fernando Latorre concluye la mitad competición con 11 puntos, en la media de los que suelen ser necesarios para salvar la categoría, y a cuatro del descenso que marca Frigoríficos Cangas de Morrazo.
El conjunto benidormense ha sabido sobrevivir a un final de primera vuelta terrible, en el que se ha enfrentado a cuatro de los cinco primeros clasificados, y a la lesión de su pivote Gonzalo Porras, inédito durante toda la primera vuelta tras lesionarse en la pretemporada.
Las derrotas en su pista ante Valladolid y Nava, dos rivales directos, lograron frenar la buena inercia con la que comenzó la temporada el equipo de Latorre, que ganó sus dos primeros partidos, algo sin precedentes en las seis temporadas del club en Asobal.
El Benidorm combinó estas decepciones como local con victorias a domicilio de enorme prestigio, como las logradas en Granollers y Pamplona.
Tras manejarse con relativa comodidad por la zona media alta de la tabla, el duelo autonómico ante Puerto de Sagunto provocó una crisis de la que el equipo ya no saldría hasta la última jornada.
El Benidorm encadenó siete partidos sin ganar, muchos de ellos ante rivales de la zona alta, con el único consuelo del punto capturado en la pista del entonces colista Cangas.
La irregularidad en el juego y la falta de alternativas ofensivas, generadas por la ausencia de un pivote que sea un referente ofensivo, han lastrado al equipo, que sin embargo llega al parón con solo tres puntos menos que el pasado curso, lejos de los 7 sumados en su peor primera vuelta de siempre y de los 19 de la mejor.
Tras la victoria ante Cuenca, Latorre dijo que el Benidorm se irá de vacaciones en una posición “cómoda”, ya que recordó que el descenso está a dos partidos, "como también la sexta plaza".
“Estamos en el ajo, porque hay mucha igualdad. Ahora ha que desconectar porque la segunda vuelta será muy dura, aunque tenemos la ventaja de que la mayoría de los rivales directos pasarán por nuestra pista”, explicó el alicantino.
Latorre destacó que en los malos momentos de la temporada su equipo ha sido “cabezón y terco porque ha seguido trabajando”, si bien admitió que de cara a la segunda vuelta deben “aprender a madurar los partidos porque tenemos mucha gente joven”.