ORIHUELA. Miguel Hernández escribió en la pared de la enfermería de la cárcel, cuando su vida llegaba al ocaso por la tuberculosis que contrajo entre sus muros:“Adiós, hermanos, camaradas, amigos/ despedidme del sol y de los trigos”. Unos últimos versos escritos, de manera obligada e injusta a los 31 años en una cárcel franquista a la que llevaron por su militancia republicana.
Ahora, el barrio de San Isidro en Orihuela se ha convertido en una exposición permanente de mensajes y dibujos en homenaje a Miguel Hernández. El Sol, la Rosa y el Niño, Las Nanas de la Cebolla, La Niña Yuntera y muchos otros poemas del poeta oriolano resplandecen y brillan en otras paredes, en verso y en pintura, poniendo en valor su obra y su memoria desde hace siete años de manera continuada.
Cada primavera, aprovechando la conmemoración del aniversario de la muerte del poeta el 28 de marzo, desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela, realiza la tarea de recuperar los murales del Barrio de San Isidro, cubriendo de arte y poesía las fachadas de sus calles y reviviendo, desde el presente la vida del poeta oriolano.
Ya son 140 murales, desde 2012, los que más de cien pintores han ido dejando en el barrio oriolano. Este año, la edil de Cultura, Mar Ezcurra y los alumnos del Colegio de Jesús María de San Isidro, fueron los encargados de pintar el tradicional Mural Colectivo situado en la Plaza de la Ermita.
En la presente edición, San Isidro acogió treinta nuevas fachadas llevadas a cabo por un numeroso grupo de pintores en homenaje a Miguel Hernández. Álvaro Belmonte, Ezequiel Navarro, Rafael Legidos, Eva Ruiz, M.Magdalena, Libeth, Soledad y Manuel Aguilera, entre otros. Además,para identificar cada uno e ellos hay códigos QR en cada obra para buscar más información adicional.
Este paseo artístico-natural por el Barrio de San Isidro es una visita obligada para cuantos se acerquen a Orihuela rastreando la huella poética y vital de Miguel Hernández.
En mayo de 1976 llegó a Orihuela el Homenaje de los pueblos de España a Miguel Hernández, un acto de renacer cultural para reivindicar la memoria del poeta oriolano, relevante en todo el país, que murió apresado por el franquismo. Fue un momento para recuperar la figura de Miguel Hernández y su obra.
En aquella cita histórica se encontraron en Orihuela, y en especial en el barrio de San Isidro, pintores de la talla de Arcadio Blasco, Azorín, Castejón, Genovés o Ibarrola; escritores como Blas de Otero, José Agustín Goytisolo, Caballero Bonal o Cerdán Tato; actrices como Lola Gaos y voces como las de Enrique Morente, Raimon o Araceli Bañuls. Algunos de ellos comoAzorín, Castejón o Arcadio Blasco volvieron a plasmar sus obras.
Ese homenaje, para conmemorar el 34 aniversario de su muerte también se llevó a otros puntos de España y la provincia. Las calles del barrio de San Isidro, una zona humilde de Orihuela, se convirtieron durante esa primavera en un intenso hervidero cultural con la pintura de los murales y las actividades paralelas.
En aquel acto, medios de todo el país y también de televisiones holandesa y alemana se hicieron eco del evento.
El de San Isidro es un museo al aire libre, por lo que permanece abierto al público todos los días de la semana durante las horas de luz. Para descubrirlo con más matices, es posible concertar visitas guiadas a través de la Oficina de Turismo de Orihuela.
Durante cada primavera, no solo se concentran artistas para pintar murales, sino que se celebran una multitud de actividades paralelas. La amplia programación cultural abarca desde conciertos en las calles del barrio, pasando por concursos de fotografía, mercados artesanales o rutas teatralizadas. Este año, además, se reservó una noche especial para La Noche de los Murales y los Poetas. En esta actividad se recreó la vida de los artistas más importantes de la Generación del 27. Aquí Federico García Lorca, Maruja Mallo, María Cegarra, o Rafael Alberti fueron narrando, junto a Miguel Hernández, sus experiencias vitales y recitaron varios poemas en algunos casos.
Esta iniciativa, que surgió en 2012 ha puesto en valor, además el barrio de San Isidro de Orihuela, un lugar humilde y, normalmente asociado aun sector de mayor pobreza de la población. Le ha dotado de vida y de una nueva dimensión al valorarlo como un lugar cultural y de honra a una de las mayores figuras de la cultura oriolana de todos los tiempos.