ELCHE (EFE). El año 2024 pasará a la historia del Atticgo Elche como el mejor de su historia, ya que al subcampeonato de la Liga Guerreras Iberdrola sumó el primer título continental, la EHF Copa Europea, si bien estos éxitos deportivos provocaron una renovación de la plantilla y redefinir un proyecto al que le está costando arrancar.
Las principales protagonistas del éxito deportivo del primer semestre emigraron a otros clubes, por lo que el entrenador, Joaquín Rocamora, guardián de las esencias y valores de la entidad, ha tenido que recomponer la plantilla echando mano de talento joven e iniciando un nuevo ciclo que dará sus frutos a medio plazo.
El año 2024 es, con diferencia, el mejor de la historia de la entidad ilicitana, ya que al título europeo, conquistado tras una competición casi inmaculada, en la que solo cedió una derrota, se sumó, por primera vez, el campeonato de la fase regular de la Liga Guerreras Iberdrola, lo que supuso la clasificación directa para la EHF Liga Europea, la segunda competición en relevancia continental.
Además, el equipo de Rocamora logró la clasificación para la final de la Liga por segundo curso consecutivo, cayendo de forma agónica con un gol en los últimos segundos ante Bera Bera.
El conjunto donostiarra también apartó del título de la Copa de la Reina a las ilicitanas en primera y de conquistar la Supercopa Ibérica, ya en el pasado mes de septiembre.
Tras un primer semestre espectacular, el proyecto del Atticgo Elche, club que maneja un presupuesto limitado, murió de éxito.
Varias jugadoras recibieron ofertas económicas importantes y abandonaron el equipo, como la internacional española Danila So Delgado, la neerlandesa Pippy Wolfs, Celia Guilabert o Katia Zhokova, mientras que otras decidieron retirarse del balonmano, como Alessandra Dos Santos, Nuria Andreu o Tessa Van Zijl.
Rocamora inició durante la pretemporada la reconstrucción del proyecto con jugadoras jóvenes y sin experiencia al más alto nivel, como Carmen Figueiredo, Carmen Prelchi, Esther Martín-Buro y Vanessa Rubio, además de Azul Spinelli, Daniela Aguado y Erika Vladu.
Como todo nuevo proyecto, el equipo ilicitano se ha comportado de forma irregular, alternando resultados brillantes, como ante Bera Bera en Liga o la clasificación para la fase de grupos de la Liga Europea, con malas rachas de resultados en la competición doméstica que le han situado en la parte media baja de la tabla.
Es capaz de superar al Bera Bera esta misma temporada, pero también de empatar ante el colista en su propia pista o enlazar rachas de varias jornadas sin sumar.
El Atticgo Elche, por primera vez en años, se encuentra lejos de la cabeza y suma más derrotas que victorias y más cerca del descenso que del título, si bien el técnico Rocamora considera que es algo normal y que forma parte del proceso de “aprendizaje” del equipo.
Tras un 2024 brillante, directiva, cuerpo técnico y plantilla son conscientes de la nueva realidad del equipo, que debe afrontar una larga y necesaria etapa de transición para convertirse, de nuevo, en aspirante a todos los títulos.
Mientras tanto, el equipo afrontará en 2025 su histórica aventura en la Liga Europea ante la nobleza continental como una oportunidad de disfrutar y de acelerar su aprendizaje competitivo.